En Santa Rosa, ya cerraron cinco hoteles por la crisis

Ignacio Marotti, integrante de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de La Pampa, dijo que el rubro sufrió a nivel nacional “una caída económica con respecto a 2024, que ya era malo, de un 20% en gastronomía y un 16% en hotelería, sostenido obviamente por provincias que manejan energía, petróleo, y demás”, dijo en el programa La Parte y el Todo de la TVPP.

“Y nosotros no recuperamos el 19% que venimos arrastrando en el 2020 por acá, en la pandemia, que no se ha remontado. Y lo que hablamos ahora de la caída es por sobre ese 19%, o sea que en total es un 39%. En Santa Rosa vos tenés cinco hoteles menos, lo cual está representando unas cuantas plazas de menos alojamiento. Eso está reemplazado por estos alquileres temporarios, que es una gran lucha que tiene la asociación, porque pedimos que estén registrados”, explicó.

- ¿Y en gastronomía, en empleo?

- La caída fue totalmente considerable. En lo que va de diciembre, no hubo contratación de empleado nuevo, hay una caída. Lo que sucedió es que directamente el empleado temporario ya directamente no existe.

- Una de las cosas que ha caído mucho, supongo yo que es el catering. Antes tenías que pedir con muchos meses de anticipación y hoy veo muchos que la mitad de los fines de semana no tiene actividad...

- Con los eventos lo que ha sucedido, es que las fiestas son más chicas. En vez de tener un cumpleaños de 120 invitados, haces uno de 60 o 70. Los salones son más chicos, también la modalidad, la gente ha cambiado mucho, se ha desacartonado, buscan algo más informal, más relajado. Más barato también…

- ¿Qué repercusión tiene en la vida social el hecho de que haya menos celebraciones? Porque también ocurre que hace unos años, en diciembre empezaban a festejar distintos grupos, y los restaurantes no daban abasto…

- Yo creo que lo que pasa es que al no tener el poder adquisitivo que teníamos anteriormente, te lo digo como comerciante, yo esperaba la recesión en el año 2024. Te soy sincero, la esperaba el año pasado. Y la verdad que dije, bueno si en 2024 la recesión va a ser esto, en 2025 va a ser mejor. Todos pensamos eso, y creo que la mayoría. Pero 2025 fue un año recesivo por completo. Peor que el 24.

- ¿Y con respecto a la pandemia?

- No, la pandemia fue cero. Para la gastronomía fue muy complicada.

- Y para el futuro, ¿cómo ves esto? Porque estamos hablando de una reforma laboral que de alguna forma va a actuar sobre los ingresos. Y hay como una especie de tendencia a la concentración, más que a la distribución...

- Cuando la gente dice que Santa Rosa es cara, también hay que contarle la contraparte. Nosotros pagamos ADI-Capif, tenés que pagar tasas municipales altísimas, tenés que pagar Sircreb, tenés que pagar ingresos brutos. Hay una carga tributaria muy alta sobre el sector. También te digo que obviamente los sueldos están pisados, que ojalá mejoren porque, yo vivo de que la gente salga… Estamos en la micro. Esta es la micro.

- ¿La gente sale a comer todavía una vez por semana afuera o no?

- Ha cambiado un poquito. Quizás algunos mantienen lo que es la salida semanal, pero el ticket promedio es más chico. Repartís mucho más, compartís la pizza entre cuatro. O tal vez antes iban a un restaurante de cubiertos y ahora van a algo que sea un poco más barato.

La salida en La Pampa representa un consumo cultural. Una salida cultural, vos salís a ver la obra de teatro, salís a ver el recital, salís a ver lo que sea...

- Y como empresario gastronómico ¿qué cosa hoy funciona y qué cosa no funciona?

- Yo creo que en el último tiempo funcionaron muy bien las cafeterías por una cuestión de consumo, que vos bien lo dijiste, lo vuelvo a remarcar, por una cuestión lógica. De mañana y de tarde, que a las 9:00 de la noche, ya está cerrado. Y yo creo que de alguna manera va a seguir funcionando lo que es el pizza-café. Clásico, de toda la vida.

- ¿Y el fin de año cómo lo ves? Con respecto a las fiestas, las celebraciones, las bajadas... Tuvieron la Araucanía, no sé si eso empujó un poco...

- Empujó un poco. La verdad que anduvo un poco más de movimiento, pero la verdad que tampoco es algo que a nosotros nos llegue demasiado. Los eventos deportivos funcionan. Hay algo que funciona en Santa Rosa, que es un centro que cada vez que hay un evento deportivo grande, sea automovilismo, sea fútbol, cualquier deporte, funciona. Congreso médico si querés, funciona muy bien, los locales se ven concurridos.

- ¿Y qué gente mueve en general esos eventos?

- Por ejemplo, en el último campeonato que hubo, un campeonato de seniors, la mayoría de los equipos nosotros estuvimos llenos. En el caso de ser algún evento de médicos, por recordar alguno que hubo oftalmológico hace poco, es importante.

- Una pregunta que a veces es difícil de responder, ¿la reforma laboral es necesaria en algún aspecto para la cuestión hotelera o gastronómica?

- Mirá, nosotros lo que tenemos es una alta carga del 931, el impuesto que a nosotros nos llega por las cargas sociales. Yo no estoy queriendo sacarle el sueldo al empleado, lo que él se lleva al bolsillo. Por cada empleado registrado vos tenés, más o menos, unos entre 600 y 700 mil pesos extra al mes.

- Que no van al empleado, sino que va a su caja jubilatoria, indirectamente también va al empleado… ¿Ustedes tienen forma de contratos estacionales?

- Es lo que necesitamos, flexibilizar. Creo que la reforma laboral podría entrar en ese ámbito. Tendría que contestar un abogado.

- Lo que pasa es que hay mucha desconfianza de los gremios sobre las intenciones reales que tienen los que están detrás de la reforma laboral, que son grandes empresas.

- No sé qué han hecho los gremios por el personal, porque yo tengo más años de empleado que empresario. Las capacitaciones las damos nosotros a todo el recurso humano. Y lo que vamos a hacer en 2026 es seguir ahondando en la capacitación, porque si no, nunca se va a jerarquizar el empleo genuino en la provincia. Somos una provincia joven, que tiene una densidad demográfica muy baja y eso no nos permite tener un desarrollo mayor de recursos humanos.