Miércoles 26 de noviembre 2025

Entre juegos, robots y huertas tecno

Redacción 26/11/2025 - 00.04.hs

“Lo único que nos dijeron fue que alcohol en el colegio no, así que por eso acá lo probamos con jugos”, admite el grupo que rodea una caja que llama la atención porque podría estar en un bar, en un restaurante, en un boliche o en un comercio. Porque la “Alco Box” ofrece un sistema mediante el cual los tragos se preparan automáticamente de acuerdo a la graduación establecida y que se sirven en sus dosis exactas, sin desperdiciar una gota de bebida y maximizando el rendimiento.

 

“Se automatiza la preparación, por ejemplo el fernet con Coca, en la que tenemos tres opciones de graduación: 70-30, 60-40 o 50-50, de acuerdo al gusto del cliente. Lo mismo con cualquier otro trago porque sólo ponés el vaso y te prepara la bebida para que se administre mejor el dinero y los ingredientes. Tenemos una botonera con tres medidas que lo calculamos en base al vaso en que te servís. Nosotros lo usamos en las reuniones o encuentros entre nosotros y nos resultó muy bien, así que ahí tuvimos la pauta de que el proyecto estaba listo para presentarlo en la muestra del colegio”, explica Benjamín (18), que junto a Juan (18), Francisco (17), Máximo (17) y Santino (18), diseñó y elaboró uno de los trabajos presentados en la primera edición de ‘Explora Tec’ en la que los y las estudiantes del nivel secundario del Instituto de Visión Tecnológica (IVT) mostraron sus proyectos.

 

“Es la primera Explora Tec que hacemos y se incluye a todo el Ciclo Orientado, es decir 4º, 5º y 6º año, que en ese caso se trata de la primera camada que egresará del colegio. Son trabajos en los que los estudiantes trabajaron en Programación, Tecnología de los Sistemas Informáticos, Aplicaciones Informáticas, Robótica Aplicada, Tecnología de la Conectividad, Investigación y Desarrollo en Informática y Proyectos Tecnológicos. Son 36 proyectos en total los que se presentaron”, detalló a LA ARENA María Soledad Balocco, directora del establecimiento educativo ubicado en la calle Rivadavia, en el centro santarroseño.

 

“El juego que desarrollé se llama ‘Claw Game’, que quiere decir juego de garras, y son dos gatitos que se encuentran en el bosque y hay un perro infiltrado, entonces emprenden una aventura para atraparlo. Se juega de a dos y vas subiendo de nivel a medida que se va complejizando y sumando dificultades. Me re enganchó poder pensarlo y desarrollarlo, cuando tenía tiempo por fuera del colegio lo hacía en casa y comprobar que iba a avanzando me entusiasmaba cada vez más. Me gustaría estudiar Ingeniería en Sistemas cuando vaya a la universidad y seguramente poder trabajar en algo parecido a esto porque me entretiene mucho”, contó Matilda (16) en el aula de 4to. año donde estaban todos los videojuegos pensados y elaborados con una muy variada temática.

 

Robot.

 

Lucila tiene 17 años y es la autora de un proyecto que apunta a alivianar la tarea de quienes se desempeñan como preceptoras o en la Secretaría del Instituto, un trabajo con el que además quiere dejar “algo que le sirva al colegio y que se pueda aprovechar”.

 

“Es un robot de entregas, lo pensé a partir de observar una problemática como es la sobrecarga de trabajo en determinados momentos, como cuando las preceptoras nos entregan fotocopias, marcadores y distintos materiales que es algo que demanda mucho tiempo y mucha tarea, entonces lo que hice fue trabajar con toda la parte de robótica porque el aparato recibe la orden, tiene una guía determinada por distintos colores que son los que le marcan la actividad que debe realizar y así llevar los papeles o lo que sea que se le requiera”, aseguró Matilda, que el año próximo iniciará la carrera de Diseño de Indumentaria.

 

Y agregó: “Desde mayo que estuve trabajando en el desarrollo, me encapriché con la idea de hacerlo bien y terminarlo porque quería que quede algo en el colegio, algo que sea propio y permanezca. Que se pueda aprovechar. Somos la primera promoción del colegio y esto es como un regalo que quiero dejar”.

 

Visita.

 

Durante la jornada en el IVT estuvieron representantes de los ministerios de Educación y de la Producción para conocer y respaldar las innovaciones realizadas. “Es un reconocimiento al trabajo de ustedes, y además queremos que sepan que el año que viene, cuando ya no estén en el colegio, no van a estar solos. Desde nuestros ministerios, además de la Secretaría de Trabajo y la Secretaría de la Mujer, trabajamos en forma conjunta para fortalecer el emprendedorismo y que ustedes se puedan preparar e insertarse en el mundo del trabajo de la mejor manera”, les dijo a los y las adolescentes Alejandra Malán, directora de Microemprendimientos y Micropymes del ministerio de la Producción.

 

“Esta propuesta promueve el aprendizaje desde la innovación, la inclusión y el trabajo colaborativo, fortaleciendo los vínculos entre estudiantes, docentes y la comunidad. Por supuesto que tenemos el respaldo de las familias, que son clave para que los chicos puedan hacer esta muestra”, resaltó Balocco mientras invitaba a recorrer las distintas aulas donde la tecnología, la Inteligencia Artificial y el software convivían de la mejor manera con el trabajo en equipo, la creación y la originalidad.

 

Huerta.

 

En el espacio en donde estaban los proyectos de quinto año también había una gran actividad y movimiento. Entre los distintos trabajos llamaba la atención una huerta armada con distintos sensores que, a través de sus datos, permite un mejor rendimiento y aprovechamiento.

 

“Es una huerta digitalizada con sensores que miden la temperatura ambiente y la humedad en la tierra. Los datos de cada sensor primero pasan por un programa Arduino, que procesa toda la información y eso va a una base de datos que permite tener todo el panorama completo para un mejor aprovechamiento. Además, le agregamos un QR para poder leer desde ahí directamente toda la info que se busque o se necesite”, señaló Valentino, uno de los integrantes del grupo de chicos y chicas de entre 16 y 17 años que más allá del resultado final valoraron otro aspecto de la propuesta.

 

“Nos sirvió mucho para aprender el trabajo en equipo, es difícil ponerse de acuerdo entonces dividimos las tareas para poder organizarnos y hacer bien el desarrollo del proyecto. Una vez que cada uno tuvo bien definida la hoja de ruta a seguir todo se fue haciendo más simple”, remarcó Juana, otra de las componentes del grupo que completó Fernando y Agustín.

 

Los chicos y chicas explicaban a cada visitante la mejor versión de sus creaciones. Se dividían las tareas mientras otros alumnos, como Benjamín y Vicente, oficiaban de guías presentadores de las diferentes propuestas. Como la de Jesús (16), entusiasmado con su video juego futurista.

 

“Mi juego se llama ‘Barber Kill’, que es un peluquero del año 3.000 que está inmerso en el mundo de las apuestas ilegales y se encuentra con un mafioso al que el peluquero le gana una apuesta. Entonces el mafioso lo secuestra para experimentar, por lo tanto vos lo tenés que liberar y ahí radica la atracción principal del juego. Me resultó súper desafiante y entretenido a la vez poder llegar a concretar la idea, y trabajar de este modo te da un montón de herramientas”, valoró Jesús.

 

Ingeniería.

 

“Lo que más tiempo nos llevó fue armar la caja, pero la hicimos toda nosotros así que fue a prueba y error. Una vez que lo logramos eso nos generó mayor satisfacción y después, cuando vimos que todo funcionaba, nos quedamos tranquilos. Fueron cuatro meses de trabajo y a lo último nos apretaban los tiempos, pero pudimos llegar bien con el plazo”, remarcaron los creadores de ‘Alco Box’, chicos que transitan sus últimos días en los pasillos del colegio y que en poco tiempo iniciarán, según contaron, caminos diferentes pero unidos por la tecnología y la innovación.

 

“Voy a estudiar la carrera de Ingeniero Agrónomo”, dijo uno. “En mi caso Ingeniero Electrónico”, sumó otro. “Me voy a Neuquén a estudiar Ingeniería en Petróleo”, añadió otro chico sobre una carrera que en los últimos años adquirió una enorme proyección e importancia. Distintos proyectos hacia un futuro que ya tiene una base desde donde partir, porque poseen una verdadera visión tecnológica.

 

'
'