IPAV entregó los primeros créditos a 10 años

En la sede del IPAV entregaron los primeros seis créditos para construcción de viviendas, destinados a personas y familias que ya cuentan con un terreno.

“Esta entrega nos produce mucha emoción porque es una operatoria que pensamos y soñamos mucho, y responde a un pedido del gobernador, quien nos encomendó trabajar para que cada familia tenga lo que necesita”, explicó Erica Riboyra. Durante un acto celebrado en el Auditorio del IPAV, la presidenta de ese organismo entregó ayer lo primeros seis créditos del programa “Llegar a Casa”, a cinco familias de Santa Rosa y una de Toay.

Riboyra advirtió que además de resolver una situación para personas y familias que, al contar con un terreno no pueden acceder a las operatorias tradicionales del IPAV, “este programa aportará muchísimo dinamismo a la economía porque cada adjudicatario deberá adquirir los materiales y buscar un albañil, un plomero, gasista, pintor”. Según Riboyra, “que la economía se mueva es algo que hoy necesitamos muchísimo, para que cada pampeano tenga trabajo”.

Los seis créditos entregados ayer involucran “una inversión de 236 millones de pesos, aunque el valor de cada préstamo se actualizará con desembolso”. Esto es así porque los adjudicatarios “reciben inicialmente el 30% del total desembolso y cuando certificamos que alcanzaron el 25% de avance de obra, se hace un nuevo desembolso”. En los próximos días, las entregas se sucederán “en distintas localidades donde ya fueron adjudicados los créditos”.

En diálogo con LA ARENA, Riboyra manifestó su “satisfacción por haber cumplido este objetivo de poder aportar una solución habitacional a personas solas o matrimonios que todavía no quieren tener hijos, pero sueñan con su vivienda propia”. El plan propone que cada adjudicatario construya su casa en un año: “por eso otorgamos un plazo de gracia de 12 meses de gracia, tiempo que pueden dedicar a terminar la vivienda para comenzar con el pago de cuotas cuando dejen de pagar un alquiler”.

Este programa fue diseñado para “aquellos pampeanos y pampeanas que no pueden acceder a una vivienda social porque ya tienen un terreno”. De esta manera, “ese impedimento para acceder a una vivienda del IPAV, se convierte ahora en una oportunidad de poder construirla con nuestra financiación”.

Los recursos para los créditos “están fijados en el presupuesto y la continuidad del programa estará garantizada por el recupero a través del cobro de cuotas”. Los planes tienen una duración de 10 años (120 cuotas) y los adjudicatarios aportan como garantía “una hipoteca sobre el terreno y la vivienda que construyan”.

Los dos requisitos principales para acceder al plan “Llegar a casa” son “tener un terreno y contar con los ingresos mínimos suficientes”. Cada vivienda a financiar “depende de los integrantes del grupo familiar. Si es una persona sola, financiamos un monoambiente; si son dos personas (un matrimonio o una madre/padre con su hijo) financiamos una vivienda de un dormitorio, y si son tres o más personas, financiamos casa de dos dormitorios”.

“Generar trabajo”.

Consultada sobre la disponibilidad de planos para los adjudicatarios, Riboyra respondió que “si bien cuando iniciamos el programa le ofrecíamos a todos los adjudicatarios la posibilidad de acceder a los planos, descubrimos que muchos ya tenían planos aprobados y hasta los derechos de obra pagos, por lo cual adaptamos el pan para que no tuvieran que hacer todo de nuevo”.

Muchas cuestiones del programa “fueron adaptadas a partir del intercambio con los solicitantes. El contacto con la gente nos permite aprender en forma permanente, porque pensamos el plan de una manera pero luego aparecen situaciones especiales que nos mueven a hacer modificaciones. Cuando comenzamos no tuvimos en cuenta que la gente podía tener los planos hechos, pero al comprobar que así era, revisamos nosotros el programa para que ellos no tuvieran que comenzar todo de nuevo”.

También aclaró que el plan solo aprueba “una construcción de tipo tradicional”, y no permite edificación en seco ni viviendas prefabricadas, porque “necesitamos generar trabajo, estimular un circuito virtuoso y que los recursos queden en la provincia. Si el adjudicatario adquiere una prefabricada en otra provincia y vienen tres personas que instalan la casa en una semana, la plata se va de La Pampa sin generar trabajo ni movimiento económico”, explicó.

Casi dos casas por semana.

“Este año estamos recuperando 1,8 casas por semana”, reveló Riboyra. Mientras dialogaba con LA ARENA, la presidenta del IPAV comentó que ese índice aumenta desde hace cinco años. “Durante el primer año de la gestión anterior alcanzamos un ritmo de recuperación de 1,3 casas por semana, índice que creció paulatinamente en toda la provincia”.

En términos del IPAV, “recuperar una vivienda es básicamente garantizar que quien la habita sea el dueño de la casa. Suele suceder que el adjudicatario original se muda, o construye una quinta y se va a vivir ahí, dejando en la vivienda de barrio a un amigo o un familiar. Eso implica una irregularidad y cuando la constatamos, recuperamos la casa y se la otorgamos a quien la está habitando”.

En otros casos, el adjudicatario original “alquila la vivienda, lo cual está expresamente prohibido. Si la persona que está viviendo dentro de la casa figura en los listados de aspirantes del IPAV, pasará a ser adjudicataria de la vivienda”. Muchas veces, “también logramos recuperar viviendas que permanecen vacías, las readjudicamos y el nuevo adjudicatario comienza de cero con el pago de las cuotas a su nombre”.

Riboyra también aclaró que “estos trámites implican una readjudicación inmediata, porque hay una gran demanda de viviendas y no sirve recuperar una casa para que siga vacía. Cada casa que recuperamos, inmediatamente la readjudicamos”.

Uno de los principales motorizadores de recuperación de viviendas “son las denuncias on line, que también vienen en aumento. El año pasado tuvimos un promedio de cinco por semana, pero este año ya estamos en ocho denuncias por semana”.