La crisis se sintió en la Feria del Regalo

La Feria del Regalo culminó el miércoles, en vísperas de Noche Buena, y contó a más de 300 feriantes de distintas localidades de La Pampa y de diferentes provincias en la renovada Plaza San Martín. Una recorrida por los distintos stands tuvo como denominador común la percepción del impacto de la crisis económica en las ventas.

Impulsada por la Municipalidad de Santa Rosa para acompañar la economía local y al trabajo independiente, para lo que este año dispuso los gazebos, la feria contó con la participación de habituales y persistentes artesanas, artesanos y manualistas de distintas localidades pampeanas, como así también de diferentes provincias. En cada stand hay historias de trabajo sostenido, oficios aprendidos con el tiempo y decisiones que apuestan por lo hecho a mano y lo cercano. Esa identidad se percibe en las charlas espontáneas que surgen en el paseo y el vínculo directo, cercano y cara a cara.

Voces de la feria

Pablo Ponce que tiene su tradicional puesto de panchos "Tu pancho amigo Kokito" en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Coronel Gil. Pablo es hijo del "Coco Ponce" el pochoclero, que trabajó más de 40 años en el rubro de la venta ambulante: "Ahí lo heredé. Yo no había nacido y él ya era pochoclero en esta esquina. Esto de la venta ambulante es prácticamente mi vida. Hace tres años que nos dejó y me quedó el puesto y, por sobre todo, el oficio", le contó a LA ARENA.

Pablo fue uno de los primeros en llegar y también va a ser de los últimos en irse. "Estoy todos los días de lunes a lunes. Para nosotros la feria es como un aguinaldo. Se trabaja bien y se la espera todo el año para poder hacer una diferencia. Este año se sintió la crisis, pero no me puedo quejar, gracias a Dios yo trabajo bien. Trabajamos con mi esposa y mis tres hijas, nos dicen que es buena mercadería y que sigamos metiéndole. Siempre nos tiran la buena".

Celeste Dogliolo es mamá de tres hijos, es ama de casa y como quería hacer algo que la llenara de orgullo se puso a coser ajuares, toallas, cubre camas, baberos, mochilas y muchos más artículos para los más chiquitos. Así surgió "Mimitos para regalar" el emprendimiento que llevó a la Feria. Ella suele presentarse en todas las ferias que puede y remarcó que este año la crisis económica se hizo sentir.

"Este año estuvo más flojo que el año pasado, eso se re notó. Yo estuve todo el día, todos los días y eso marcó una diferencia. A mí no me fue tan mal", dijo la emprendedora. También dijo que a partir del 22 se empezó a notar más movimiento en la plaza. “Antes de esa fecha hubo muy poco movimiento y lo que más salió fue lo más económico. Yo, a propósito, hice stock de lo más barato. Lo sabía por todo lo que vení trabajando en el Feriarte. Hice los productos con más salida. Iba a mi casa y tenía que ponerme a hacer más porque era lo que más vendía", explicó.

Los productos que más vendió fueron baberos bandana, vinchas, necesere, toallitas, las cosas más económicas. "Costó vender toallones que habitualmente vendía. La verdad es que de acá nos vamos un poco desanimados y eso que a mí me fue un poco mejor que a otros. Yo me voy con eso. Pero es una frustración no poder concretar un monto mayor al que hice. Ya veremos cómo nos va el año que viene", cerró Celeste sobre su participación en la feria.

Herencia.

Quilla Cejas (23), de Killari Arte, tiene un puesto de piedras preciosas con las que hace dijes, colgantes, aros y pulseras. La joven también heredó el oficio de sus padres artesanos. Si bien es la tercera vez que se presenta, ella participa de la feria desde que es muy chica: "Desde muy chiquita vengo a la feria, desde siempre".

"Las ventas se movieron, pero en comparación con otros años fue bastante más tranquilo teniendo en cuenta la crisis. La gente miraba y preguntaba mucho sin comprar. Recién ayer se movió un poco más”, señaló.

“Es entendible, influye mucho el cobro del aguinaldo y me parece que el año pasado se dio antes. Además de las lluvias. Pero por lo menos se pudo trabajar y a la gente le gusta mucho la feria", agregó.

Sorpresa por los cambios.

Camila Coronel, cordobesa y artesana de Encuadernaciones Hojas Sueltas, sostuvo que “acá, la gente de Santa Rosa, realmente consume mucha artesanía. Yo vendí muy bien. Hay una crisis económica y las ferias artesanales bajaron en todos lados, acá también se sintió. Yo tengo la suerte de que vengo todos los años y la gente ya conoce mis productos y me buscan. Vengo hace 12 o 14 años".

Para Camila la sorpresa de este año fue la de encontrarse con todos los gazebos blancos, las rosas y toda la reestructuración de la plaza. "Vi todo tan cambiado y hermoso. La distribución y organización de este año fue como rara para el artesano. Para muchos de los artesanos viajeros que venimos acá lo tomamos como un encuentro Nacional de Artesanos. Lo que más vendí fueron agendas 2026 y después un poco de todo. Tuve muy buena recepción sobre mi puesto aunque hubo muchas menos ventas que los años anteriores".

Asimismo, Camila habló de las dificultades del clima: "Nos jugó una mala pasada, tuvimos dos días de lluvia justo en el horario en el que anda más gente. El sol y el clima acá es bravo. Particularmente el sol me ha destrozado. Pero siempre es lindo llegar y encontrarse con amigos".