“La suba del 20% no alcanza”
“Necesitábamos un aumento mayor porque ya previo a la devaluación el precio no cubría los costos, ahora vamos a esperar a septiembre”, lamentó Tomás Lorda, titular de Enresa, sobre el aumento dispuesto el miércoles por el Gobierno nacional para el precio de los biocombustibles. La pyme de Catriló produce biodiesel.
El Gobierno oficializó un aumento del 20 % en el precio del biodiésel luego del reclamo de 27 plantas productoras (entre ellas las dos pampeanas como Enresa y la piquense Pampa Bio) por aumento de los costos.
“En virtud de lo manifestado por las cámaras que nuclean a la mayoría de las empresas elaboradoras de biodiesel del sector respecto del incremento en los costos de elaboración del citado producto en el marco del contexto macroeconómico actual, resulta necesario sustituir los precios establecidos oportunamente por la Resolución Nº 602/23 de la Secretaría de Energía para el biodiesel a comercializarse en lo que resta del mes de agosto de 2023, hasta que un nuevo precio lo reemplace”, señaló la Resolución 694/2023 publicada en el Boletín Oficial.
Hasta este 22 de agosto se pagaba $ 361.672 por tonelada de biodiésel, mientras que ahora el valor pasó a $ 434.006 la tonelada. El salto devaluatorio generó un fuerte impacto en la mayoría de los insumos que utiliza la industria, pero fue mayor en el valor del aceite de soja. Con el dólar oficial a $ 350 cambió la ecuación de costos.
En su edición del miércoles, este diario publicó la palabra de Lorda, quien aseguró que el precio de agosto, previo a la devaluación, no cerraba. “Nos habían dado un sendero de precios que contemplaba un 4 por ciento de aumento, mientras la inflación y el tipo de cambio iban por arriba del 7 por ciento. Luego de la devaluación la situación se tornó insostenible”, sostuvo.
El titular de Enresa (que pertenece a Gente de La Pampa) aseguró que las pymes productoras de biodiésel necesitan un aumento superior al 30 por ciento. “El 90 % de nuestros costos está dolarizado. En agosto entregaremos un 50 % del cupo con aceite que ya teníamos comprado”, aseguró.
Ante la oficialización del aumento, Lorda mostró su disconformidad: “Esta medida corrige la devaluación, pero no es suficiente. Ya el precio de agosto no cerraba y por eso hacíamos reclamos a la Secretaría de Energía desde antes”. En el actual contexto, Enresa trabaja a media capacidad, con paradas intermitentes, según informó su titular. “Seguiremos así este mes y veremos qué precio se publica para septiembre”.
Importación.
El director ejecutivo de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb), Federico Martelli, había dicho que la ecuación cayó “por debajo del punto de equilibrio” y si hoy producen “pierden plata, ni siquiera pueden cubrir los costos”. Las plantas paradas emplean de manera directa a 2.000 personas e, indirectamente, a 10.000. La mayoría de las unidades están en Buenos Aires, San Luis, La Pampa, Entre Ríos y Santa Fe.
“No pedimos condiciones especiales; estamos sometidos a una devaluación que nos impide trabajar, es más cara la materia prima que el producto final y es más caro el aceite de soja antes de ser prensado que el biodiésel terminado”, dijo Martelli.
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