Derrumbe sin piso: caen ventas y miles de kioscos cierran
Las ventas minoristas pymes registraron en julio una caída interanual del 2% a precios constantes, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Frente a junio, el retroceso fue aún más pronunciado, con una baja del 5,7%.
En el acumulado de los primeros siete meses del año, el sector muestra un crecimiento interanual del 7,6%, una mejora frente al mismo período de 2024. Sin embargo, la tendencia reciente es menos alentadora: desde febrero, las ventas mantienen un sendero descendente, reflejando las dificultades que enfrenta el consumo.
Ámbito informó que, respecto a la economía de los comercios, el 57,9% indicó que se mantuvo igual respecto al año anterior, mientras que un 30% (2,5% más que el mes anterior) afirmó que empeoró. Por otro lado, el 49,2% de los comercios relevados sostuvo la creencia de que la situación económica de su negocio mejorará de cara al próximo año, mientras que la cantidad de encuestados que cree que será peor creció respecto al mes anterior, estableciéndose en el 10,1%.
Sectores.
Por otra parte, el medio citado, detalló que el análisis por rubro, mostró que de los siete sectores relevados, solo tres registraron variaciones interanuales positivas. “Perfumería” encabezó el crecimiento con un 1,8%, seguido por “Farmacia” (0,9%) y “Alimentos y bebidas” (0,4%). En sentido contrario, cuatro rubros presentaron caídas. “Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles” mostró la mayor retracción con un 6,7%, seguido por “Textil e indumentaria” (-5,1%), “Calzado y marroquinería” (-2,5%) y “Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción” (-1,9%).
Durante julio, las ventas en los distintos rubros estuvieron condicionadas por factores económicos que limitaron el consumo, como el endeudamiento de los hogares, el uso restringido del crédito y el aumento de los costos operativos. Para sostener la actividad, los comercios recurrieron a promociones, cuotas sin interés y descuentos, mientras que en algunos casos se incorporaron servicios como entregas a domicilio o venta online.
“No repunta”.
El secretario de prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Salvador Femenía, alertó por los índices del consumo y aseguró que "no repunta" y está "muy amesetado y complicado". A su vez, agregó que para los comerciantes "la rentabilidad es muy reducida" y que les "cuesta mucho amortizar los costos fijos".
En esa línea, el dirigente de CAME señaló: "Después del pequeño rebote que tuvimos hacia fin de 2024 y el primer trimestre de este año, se cayó. Hemos registrado una caída respecto a mayo del año pasado, que ya venía con más de un 7% de baja. Es una caída sobre otra caída. Está muy amesetado y complicado".
Respecto a la situación de los comerciantes, detalló: "La rentabilidad es muy reducida y cuesta mucho amortizar los costos fijos, que aumentaron por las actualizaciones de tarifas. La carga impositiva sigue siendo la misma, pero con márgenes más pequeños", marcó en esta línea en diálogo con Radio Rivadavia.
También remarcó que la situación se agrava porque los consumidores tienen menos disponibilidad económica. “Hoy el 50% de las personas no llega a fin de mes, y eso es lo que está en el fondo de todo. No alcanza con ofrecer cuotas o rebajas si no hay plata en el bolsillo”, concluyó.
Por último, se refirió a la promesa del Gobierno de aliviar la presión impositiva: “Desde que llegó Milei no se bajaron impuestos, al contrario: se sumó el de Ganancias. El propio presidente había dicho que se iba a cortar un brazo si creaba un nuevo impuesto, y sin embargo lo hizo”, sentenció.
“El kiosco de barrio se desvanece”.
En un año, 16.000 kioscos cerraron sus puertas en Argentina, reduciendo el número de comercios formales a menos de 100.000, según reveló Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).
La recesión económica, la falta de regulación de grandes cadenas y la venta de productos tradicionalmente exclusivos de kioscos en otros comercios fueron señaladas como las principales causas de esta crisis que amenaza con extinguir un ícono de la cultura barrial.
Acuña describió un panorama desolador para el sector, destacando que la recesión económica impactó fuertemente en el poder adquisitivo de los consumidores. "El kiosco es como la postal de una ciudad, de un pueblo, pero están cerrando por varias razones. La principal es la recesión que se está viviendo desde hace tiempo", afirmó en diálogo con Radio Rivadavia.
A esto se sumó la proliferación de cadenas de kioscos no reguladas, que compiten directamente con los comercios tradicionales. "No están reguladas. Además, productos que antes se encontraban solo en un kiosco, hoy los ves en farmacias con golosinas, supermercados chinos con cigarrillos o verdulerías con heladeras que venden bebidas", explicó.
Activos.
El vicepresidente de UKRA detalló que, según datos obtenidos en reuniones con la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), el número de kioscos activos cayó de 112.000 a 96.000 en un año. "Preguntamos cuántas razones sociales de kioscos activas había y nos dijeron que éramos 96.000. Por primera vez somos menos de 100.000 kioscos", señaló Acuña, confirmando que 16.000 comercios cerraron en apenas doce meses.
La caída en las ventas fue otro factor crítico. Acuña reportó una disminución del 40% en los últimos dos años, con una baja del 30% al 35% en bebidas durante el verano. "Se vende menos, mucho menos. No hay plata. La gente se pasa a segundas marcas, compra cigarrillos más baratos", indicó.
También destacó que los costos operativos, como alquileres y sueldos, varían según la ubicación de cada kiosco, lo que complica aún más la rentabilidad. "Un alfajor triple promedio está en 1.500 pesos, pero en algunos lugares, por alquileres más caros o empleados, los costos suben", agregó.
Consultado sobre el impacto de la suba del dólar, Acuña desestimó las afirmaciones de que no afectó los precios. "Pasa lo mismo que cada vez que hay una elección. En el segundo semestre, se viene una disparada de precios”, cerró.
UCA:"El ingreso se ve afectado”.
Las familias argentinas enfrentaron crecientes dificultades para llegar a fin de mes, a pesar de que las estadísticas oficiales reflejaron una disminución de la inflación, según explicó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA).
El especialista atribuyó esta situación a la contracción del consumo y a las políticas de ajuste, que generaron un marcado "estrés económico" en los hogares.
En diálogo con Radio Rivadavia, Salvia detalló que la crisis económica de fines de 2023 y principios de 2024, intensificada por medidas de ajuste, tuvo un impacto severo.
Aunque la inflación bajó, el experto señaló que esto no se debió a un plan económico virtuoso, sino a una caída en el consumo. "No hay masa monetaria que refuerce la demanda, y las políticas de ajuste redujeron el consumo, lo que a su vez bajó los precios", explicó.
El aumento de los costos de servicios básicos, como combustible, transporte, gas, luz, agua y comunicaciones, incrementó significativamente los gastos fijos de las familias. "El ingreso corriente se ve afectado porque los gastos fijos aumentaron fuertemente. Esto reduce el consumo en alimentos, vestimenta y el funcionamiento básico del hogar", precisó Salvia.
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