Viernes 12 de abril 2024

La vida es mucho más que fútbol

Redacción 31/07/2022 - 00.04.hs

Haber jugado fútbol y conocer otros países y culturas debe ser muy lindo, pero la vida continúa y se necesitan otros objetivos. Mauro Olivi dejó atrás aquellos tiempos y ha emprendido una nueva etapa.

 

MARIO VEGA

 

El hombre tuvo la suerte de conocer bastante, de andar mucho lejos de su tierra y de ese Jacinto Aráuz tan ligado a sus afectos, y ahora el devenir de la vida lo ubica nuevamente entre nosotros.

 

Pasados los años, yendo atrás en el tiempo, cabe imaginar cómo habrán sido los momentos de aquel muchacho de La Pampa mirando esas torres gigantescas, de nada menos que 451 metros de altura (¡esto es cuatro cuadras y media hacia el cielo!), que no eran otras que las famosas Petronas de Kuala Lumpur (capital de Malasia), entonces las más altas del mundo.

 

Obviamente muy lejos del bucólico paisaje de su pueblo, o de la serenidad del campo -que tanto le gusta- cuando va amaneciendo... Pero lo cierto es que el protagonista -ahora lo admite-, no se habría sorprendido demasiado... "Solamente porque soy bastante colgado; pero ahora que lo pienso sí, verdaderamente bien distinto a Jacinto Aráuz", sonríe ante la comparación.

 

Volver para hacer.

 

El pampeano Mauro Olivi (40), de la mano de su profesión, el fútbol, supo de vivir en otros países, de conocer otras culturas y muchos lugares de ensueño, de esos que cualquiera con alma de turista envidiaría, pero que hoy apuesta a seguir con su vida por estas tierras, cerca de su pueblo natal. Y ahora mismo está trabajando para llevar a cabo un emprendimiento en Santa Rosa que promete ser toda una novedad.

 

Es que el próximo 6 de agosto va a inaugurar el "Complejo Deportivo Mauro Olivi", un club privado que está armando -de la mejor manera- a la vera de la Avenida Perón, poco antes de la rotonda que divide Santa Rosa de Toay.

 

Mauro es una persona amable, sencilla, que enarbola todo el tiempo una sonrisa en banderola y que, de ningún modo, aparecerá alardeando de su rico pasado futbolero que, es cierto, le permitió forjarse una posición: "Aunque tengo que seguir trabajando", aclara por las dudas.

 

El fútbol quedó atrás.

 

Decía antes que el muchacho -y me tomo el atrevimiento de llamarlo así porque la diferencia de edad me lo permite-, si bien tuvo una destacada carrera nunca olvidó sus orígenes estuviera donde le tocara estar.

 

Hoy en día no deja de reconocer que el fútbol le dejó un cúmulo de buenos recuerdos -y esa cantidad de camisetas de diversos clubes que atesora en una suerte de pequeño museo lo atestigua-, pero ya no es el centro de su vida, ni tiene para él la importancia capital que supo tener en otros momentos de su vida.

 

Lo que viene.

 

"La verdad es que ahora no miro fútbol... Soy hincha de Boca y de Villa Mengelle, pero no miro partidos... y aunque parezca mentira ni siquiera le doy importancia a los encuentros de la Selección por las Eliminatorias", explica con simpleza.

 

"Tengo la cabeza ocupada en otra cosa, y en realidad siempre estoy pensando en qué podría hacer; y ahora estoy muy metido con este emprendimiento que vamos a inaugurar el 6 de agosto... pero también con el trabajo en el campo que es una de las cosas que más me gustan", asegura.

 

El sueño del pibe.

 

Mientras dialogo con Mauro pienso en las ilusiones que hemos tenido alguna vez los que disfrutábamos de jugar al fútbol: llegar a ser jugador profesional, ponerse la camiseta del club que uno ama, y por supuesta ganar plata y ser famoso. El sueño del pibe... claro que sí.

 

Es verdad, pocos lo logran concretar. Sólo una ínfima cantidad de los que pudieron intentarlo, y Mauro ha sido uno de esos privilegiados.

 

En ese derrotero que es la carrera futbolística, los que "llegan" no siempre logran consolidar una posición económica con su actividad. En el caso del joven araucense, si bien no será millonario tuvo posibilidades de desarrollarse a partir de su profesión y se ha volcado decididamente a otras actividades.

 

Incluso de modo tal que el fútbol pasó a ser, de alguna manera, algo relegado en su vida; o a no estar entre sus prioridades inmediatas, aunque obviamente siempre andará por allí, latente.

 

La familia Olivi.

 

Nació en Jacinto Aráuz, donde vivió hasta sus 14 años, cuando habría de empezar su periplo futbolero. Es hijo de Jorge, quien fue empleado de la Cooperativa Eléctrica del pueblo; y de Mónica; y tiene otros tres hermanos. Mauro es el mayor, y le siguen Luciano, Duilio y Nazareno (también jugador de fútbol hasta no hace mucho defendiendo los colores de Villa), y con el que el ex Colo Colo compartió equipo en el final de su carrera cuando regresó a Aráuz.

 

Mauro tiene dos hijos: Benjamín (17) que vive en Bahía Blanca; e Italo (5) que sigue en Chile, y al que hace algunos meses no ha podido ver y mucho extraña.

 

Cuenta que está de novio con Marianella Romay, y precisa: "Pipi es periodista y la verdad que le está yendo muy bien en Bahía Blanca. Ella sigue allá y yo estoy en Santa Rosa por lo del Complejo, pero nos vemos todos los fines de semana en Jacinto Aráuz, donde tengo mi casa", señala.

 

Villa Mengelle.

 

Mauro mostró desde pibe sus condiciones futboleras en Villa, su club y el de su familia, donde recién a la vuelta de los años pudo debutar en primera división, cuando ya había desarrollado su carrera profesional en Bahía Blanca, un breve paso por Brasil, y luego en Chile -donde "El Pampa" Olivi iba a ser gran figura-, y también en la lejana y se me ocurre misteriosa Malasia.

 

"Sí, en el pueblo jugué de chico, y hasta allí mi papá era cero fútbol, aunque después me empezó a seguir. Siempre en Villa, donde mi hermano Luciano es el presidente, Duilio era de la 'barra' que se encargaba de buscar apoyos, y Nacho jugó hasta no hace mucho... Ahora mismo estamos viendo cómo apoyar las actividades y tenemos un proyecto formativo que vamos a ver si se puede poner en marcha", agrega.

 

Su carrera.

 

Mauro hizo en Aráuz la primaria y hasta segundo año del secundario -"era bueno en Matemáticas, Inglés y Educación Física, y lo demás más o menos", recuerda-; y después vendría la partida hacia Bahía Blanca para jugar primero en Liniers, y luego un paso por Sporting de Punta Alta antes de ir a Olimpo, el club más importante de la ciudad y donde se iba a destacar netamente.

 

Fue el trampolín para saltar la cordillera y, de la mano de un representante ("siempre tuve uno", dice), llegar al Audax Italiano de Chile.

 

El mejor futbolista en Chile

 

Fue en ese club donde alcanzó el pico de su carrera, porque en 2010 fue consagrado "El mejor jugador" del fútbol chileno, luego de conseguir 18 goles en una temporada. Fue el momento en que el poderoso Colo Colo iba a poner sus ojos en él.

 

Más tarde volvió al Audax, un tiempito en Huanuco y llegaría luego una experiencia fantástica: fue contratado por el Selangor de Kuala Lumpur (Malasia) donde iba a permanecer un año y medio. Admite que le costó la adaptación a su modo de vida; y entonces sobrevino el regreso a Liniers de Bahía; más tarde un poco en Villa Mengelle y el final en All Boys de Santa Rosa donde apenas sumó un par de partidos.

 

Lo que le dejó el fútbol.

 

Lo cierto es que en su último paso por el fútbol su cabeza ya pergeñaba otras cosas. Y reflexiona: "Fue una época hermosa, pero ya estaba... ¿Amigos? Sabés... en el fútbol pasa que tenés relaciones circunstanciales, gente con la que pegás onda y te relacionás mucho, pero te fuiste de ese equipo y como que eso se pierde. Así que me quedaron algunas amistades, relaciones con personas con las que a veces hablo... Pero amigos es difícil", sentencia.

 

Cuando le pregunto por figuras con los que compartió equipos menciona a Esteban Paredes, "goleador histórico de Colo Colo" como uno de los más grandes jugadores con los que jugó; pero también nombra a Justo Villar, conocido arquero de la Selección de Paraguay muchos años; Emiliano Vecchio, ex Rosario Central y ahora jugador de Rácing de Avellaneda; y Juan Pedro Fuenzalida que jugó en Boca y la selección de Chile, entre muchos otros.

 

Grandes entrenadores.

 

"El Pampa" Olivi tiene recuerdos de muchos técnicos muy conocidos, como Omar Labruna en Audax cuando tuvo su pico de rendimiento y fue consagrado el mejor del fútbol chileno; "El Tolo" Gallego, al que califica como "un personaje"; Leonardo Madelón, Néstor Perazo y algunos más.

 

Mauro estuvo convencido desde pibe que "iba a vivir del fútbol... "Recuerdo que papá no me acompañaba mucho, pero sí lo hacían mucho mis tíos Elio y Daniel, que son muy futboleros", los reconoce.

 

Terremoto en Chile.

 

En un momento de la charla le pregunto si en Chile -donde pasó varios años- tuvo la experiencia de soportar un terremoto. "Allá todo el tiempo hay movimientos sísmicos, temblores que son habituales... pero un terremoto es otra cosa, algo terrible", se pone serio al recordarlo.

 

Y se retrotrae a aquella madrugada del 27 de febrero de 2010: "Eran algo así como las 3 y media de la mañana y me desperté pensando que estaba soñando... cuando me di cuenta lo que sucedía bajé corriendo por las escaleras desde el piso 15 donde vivía hasta llegar a la calle. Imaginate... todo era confusión y había muchísima gente que había salido de sus casas... fue terrible y hubo varias muertes y edificios dañados", rememora.

 

"Yo me tuve que ir del departamento porque tuvo rajaduras y lo cierto es que fue una experiencia muy fea. Por suerte Chile es un país que está bastante preparado para esas cosas, y hay mucha construcción antisísmica", indica.

 

El Frigorífico de Bernasconi.

 

Como quedó dicho anduvo mucho, y cuando se convenció que el fútbol ya fue no se quedó de brazos cruzados. "Soy inquieto y ando siempre atento a ver qué se puede hacer... por eso estando en Malasia salió lo del Frigorífico de Bernasconi que en ese momento no funcionaba", narra.

 

Y cuando dice eso le cuento a Mauro que una tarde, -mientras yo veía un partido de fútbol en cancha de Belgrano aquí en Santa Rosa-, estaba a mi lado el ex diputado provincial Darío Hernández (también de Jacinto Aráuz y gran futbolero). A Darío le sonó el celular y leyó un mensaje que le llegaba... "Mirá quién es...", me mostró. "Es Mauro Olivi que me está escribiendo desde Malasia", me explicó.

 

WhatsApp desde Kuala Lumpur.

 

Darío me hizo ver el whatsapp donde Olivi algo así como que le preguntaba cuánto podía costar el Frigorífico de Bernasconi. Y confirma ahora Mauro: "Sí, allá en Malasia eran como las 4 de la mañana, y yo estaba a full con ese tema porque me parecía que podía ser una buena oportunidad para un negocio", aclara.

 

¿De qué se trataba? "Resulta que un grupo inversor malayo, encabezado por el Sultán que era el que ponía la plata, se interesó en hacerse cargo del Frigorífico... Y por eso hablé con Darío (Hernández), para saber qué pasos había que dar... De entrada nos dijeron que ya se había cerrado la licitación; pero después creo que se anuló y pensamos en insistir", recuerda.

 

Demasiadas trabas.

 

Mauro, a esa altura, estaba convertido en una suerte de mediador. "Un poco algo así... allá son bilingües, hablan malayo e inglés, y en esto yo me defendía bien y hablaba mucho con el grupo que estaba dispuesto a invertir", expresa. Así las cosas, impulsado por el interés del grupo malayo Olivi dialogó con algunos funcionarios provinciales, pero las trabas burocráticas fueron tantas que finalmente no hubo lugar para la oferta desde Malasia.

 

"Me siguen llamando".

 

Y sigue Mauro: "Puedo asegurar que el proyecto era muy serio, muy bueno, y que la plata estaba. Los malayos querían importar carne con Certificación Halal". Esto es un proceso de garantía de calidad que se aplica a alimentos, productos y servicios en el que se respeta la Normativa Halal; además de que se tienen en cuenta otros documentos preestablecidos que exigen los países que practican el islamismo a quienes les exportan esos productos.

 

El ex futbolista agregó sobre el tema que "ahora mismo me están llamando desde Malasia porque siguen interesados, pero medio me alejé del tema. Cuando iniciamos las conversaciones fueron muchos días de esfuerzo físico y mental, de mucho stress... y cuando todo se cayó la verdad que me dio mucha vergüenza, así que ahora me quiero dedicar a lo mío, a este emprendimiento al que le estoy poniendo el cuerpo y el alma", expresó.

 

El gusto por el campo.

 

Por otra parte Mauro sigue con la explotación agropecuaria: "Estoy administrando dos campos, uno alquilado aquí cerca de Santa Rosa; y el otro mío, y me dedico a la ganadería... Me encanta todo lo que son las tareas rurales y me les animo a todas: andar a caballo, castrar un animal, hacer tacto, curar un ternero, arreglar un alambrado... y si me tengo que subir a un tractor por supuesto que también. Te diría que el campo es lo que más gusta", afirma sonriente.

 

La vida, más que fútbol.

 

Mauro tiene obviamente un gran agradecimiento por la profesión que le permitió forjarse una posición, aunque deja en claro que esa etapa está superada y que se vienen nuevos objetivos. Y la verdad es que está bueno que haya venido a desarrollarlos en la Provincia.

 

Se puede señalar que no pocos creen que los futbolistas viven en una burbuja -por lo menos los que consiguieron triunfar-, y aparecerían como distantes de las cosas cotidianas.

 

Pero también está visto que no siempre es así, y ahí está el caso de Mauro que entiende que hay mucho más que una pelota de fútbol... y tiene claro que el sabor de la vida pasa por otro lado. Por plantearse nuevos desafíos, por la familia, los hijos, los amigos... Y si es posible cerca, de los afectos y de su tierra tanto mejor. ¡Y qué bueno que así sea Mauro! ¡Adelante y mucha suerte...!

 

Complejo Deportivo Mauro Olivi.

 

El próximo sábado 6 de agosto se inaugurará el Complejo Deportivo Mauro Olivi, y será con una atractiva programación deportiva. "Vamos a empezar con una exhibición de paddle con dos figuras de orden nacional, eso alrededor de las 20; y posteriormente haremos un partido de fútbol con invitados, entre los que estará El Turco García", ex jugador de Hucarán, Rácing y el Seleccionado Nacional, precisó Olivi.

 

El complejo -ubicado en el ex Club Médanos- tiene un atractivo y ondulado paisaje (alguna vez actuaron Los Fabulosos Cadillacs allí), con dos canchas de fútbol 5; otra de fútbol 7, todas de césped sintético. Pero también está el escenario para el paddle; la pileta que estará disponible para el verano; y se viene un gimnasio espectacular, según se informa.

 

Obviamente continuará funcionando en el lugar el bar Ámsterdam, y todo está preparado para que el sábado sea una gran fiesta.

 

"Los que vengan a la inauguración van a poder degustar un poco de asado y un brindis", prometió Mauro entusiasmado con lo que está a punto de concretarse.

 

Junto al Turco García estarán muchos valores de nuestro fútbol lugareño, como Matías Boto, El Colo Ghel, El Chapulín López, López Alduncín, Lucas del Río, Jerónimo Gutiérrez y Jeremías Lucero, entre muchos otros.

 

Está contento y expectante Mauro, y cuenta que ese día vendrá su familia de Jacinto Aráuz; sus padres, hermanos, su novia Marianella... "Estamos trabajando mucho para que todo transcurra de la mejor manera... sí, estoy entusiasmado con lo que estamos haciendo", cierra.

 

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