“Mandaron a morir a mi compañero”
Los familiares y amigos de los jóvenes operarios que murieron dentro de la boca de registro reclamaron justicia y apuntaron contra la empresa que los contrató, la Municipalidad de Santa Rosa y la Administración Provincial del Agua (APA). Con carteles que llevaban la imagen de Claudio Olgado y Ezequiel Iriarte marcharon por el centro de la capital.
Unas 50 personas se reunieron ayer por la tarde en la plaza San Martín y al grito de “Justicia” se movilizaron hasta la rotonda del Centro Cívico. Uno de los voceros del reclamo fue Rodrigo Samuel Silva, un joven de 23 años, que trabajó para la empresa Vial A SA hasta la muerte de Claudio Olgado y Ezequiel Iriarte.
Sin capacitación.
En diálogo con LA ARENA contó detalles sobre el trabajo que realizaban dentro de la boca de registro, el maltrato que recibían de los responsables de la empresa, la falta de capacitación, de indumentaria y elementos de seguridad.
“Hace un año que estoy trabajando para la empresa, hice 23 cámaras sépticas de las calles Salta hasta la Catamarca, toda la Jujuy y Ameghino desde la Edison hasta la estación de servicio”, contó y afirmó que “nadie sabe el trabajo que hacen los pibes ahí abajo”. Mencionó que no les daban vestimenta especial para realizar el trabajo: “Solo nos metíamos con una cuchara, una escalera, balde, masa y con un cortafierro”.
-¿No sabían de los peligros de los gases?
-No, toda la vida jugué con mi vida. Además me decían que en cualquier lado me iban a pagar menos, que ellos me estaban pagando de más. Pero no me pagaban como insalubre, no me daban un barbijo, una mascarilla, un par de botas, no me daban nada para salvar mi vida, ni siquiera una triste soga y un arnés para que mi compañero me pueda sacar adentro de la cámara. Yo no estoy capacitado, pero como tenemos hambre nos metíamos por dos pesos adentro de la cámara a hacer un laburo insalubre… Yo trabajaba con un muchacho que conocía los peligros y me había advertido sobre los síntomas de la intoxicación.
¿Castigo?
Silva contó que el martes, responsables de la empresa fueron a buscar a los dos jóvenes a la casa y “como castigo los mandó a reventar un tapón de yeso que estaba a tres cuadras del hospital, que estaba a cinco metros de profundidad”. Hizo hincapié en que los peritos “ni siquiera se metieron adentro de la cámara, solo metieron un palito para saber si la gente se podía morir, y el lunes yo estuve más de dos horas revocando adentro de esa cámara… Agradezco que estoy vivo”.
-¿Cuál era el trabajo que tenían que hacer?
-Nosotros estamos para la APA. En vez de cambiar los aros, se dedican a limpiarla, impermeabilizarla, a pegarle una revocada. Tenemos que juntar toda la mugre, la peste, la meada de los enfermos, la cagada de los enfermos, los ácidos de los inodoros, forros, lavandina, vaya a saber todo lo que he tocado con las manos.
Responsabilidad.
El joven apuntó contra la empresa, la Municipalidad de Santa Rosa y la APA. “Cuando vinieron nos hicieron vestir de pitucos para decir que nos habían dado ropa, cuando la habían entregado un día antes y nos hicieron firmar un papel como diciendo que nos venían dando ropa. En el año que estoy me dieron dos veces ropa y dentro de la cámara se me estropeaba el mismo día. La empresa nunca me dio nada”, aseguró.
“No estaba especializado”.
El padre de Claudio Olgado –el joven que se desvaneció primero en la boca de registro- destacó que las víctimas “no sufrieron un accidente, fueron abandonados por la empresa, por la APA y el personal de Seguridad e Higiene”. En diálogo con LA ARENA contó que su hijo trabajaba desde hacía dos meses y que “era un simple operario, no estaba especializado y no le daban los elementos de seguridad: no tenían zapatos, ni guantes, ni barbijo”.
“A mi hijo me lo mataron. Además, según dijeron varios chicos, si ellos no realizaban la tarea que el capataz les decía, los quería golpear. Tuvo varios episodios de violencia con muchos empleados”, acotó.
Claudio lamentó que, hasta el momento, “no se acercó nadie de la empresa ni de la APA. Parece que se hubiesen muerto dos perros. Mi hijo era una excelente persona, un ser maravilloso y me quedo con la tranquilidad de que tuve un buen hijo, un buen compañero”, finalizó.
Artículos relacionados