Nación no envía fondos y bajó 28 programas

Funcionarios que tienen a su cargo áreas que se encargan de la administración y marcha de programas sociales en la provincia, negaron la necesidad de auditorías externas. “No creo que sean una herramienta para poder repensar políticas. La provincia ya tiene mecanismos para esa función”, sostuvo Laura Ramborger, subsecretaria de Planificación y Políticas sociales.

 

De esa manera respondió a la iniciativa legislativa que lo propone –hay cuatro proyectos vinculados presentados por la oposición en la Cámara de Diputados--, y agregó que “las auditorías externas que hemos tenido llegan a destiempo, al menos las que hemos experimentado nosotros. Y también son muy costosas”.

 

“Nosotros consideramos que las auditorías externas son innecesarias”, señaló por su parte el subsecretario Juan Pablo Bonino.

 

Los que fueron.

 

Ayer se reunió la Comisión de Legislación Social y Salud Pública, para debatir el proyecto por el que se solicita al Poder Ejecutivo que arbitre los medios necesarios para llevar a cabo una auditoría externa de los programas sociales que se aplican en Niñez, Discapacidad y Personas Mayores.

 

Concurrieron a la Legislatura además de Ramborger, Juan Pablo Bonino, subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia; Fabricio Eduardo Santos, coordinador Legal y Técnico; Ana Paula Paulucci, directora general de Planificación y Evaluación de Políticas Sociales; Emiliano Moreno, director general de Personas Mayores; Iván Poggio, director de Discapacidad; y Rodrigo Lofval, director general de Niñez, Adolescencia y Familia.

 

Nación se desentiende.

 

Incluso antes de ingresar a expresarse ante los diputados, Ramborger y Bonino dialogaron con La Arena y coincidieron en que los programas sociales se sostienen con el único aporte de la Provincia, porque Nación se ha desmarcado de sus obligaciones y no gira un solo peso. Advirtieron que hay “un vaciamiento” de políticas públicas nacionales destinadas a la infancia y es el Gobierno pampeano el que hace el esfuerzo sostenido para una presencia activa en el territorio.

 

Bonino sostuvo que “a nivel nacional se dieron de baja 28 programas”,y explicó que el único programa vigente es el Plan Nacional de Primera Infancia, aunque sin ejecución: “Sigue estando en vigencia porque no fue derogado, pero sin descentralización ni bajada de fondos”.

 

Programas descentralizados.

 

Ramborger explicó –referido al monitoreo y la evaluación de programas-- que desde la Subsecretaría “se diseñó un sistema que nos permite analizar, corregir y readecuar nuestras políticas”.

 

Se extendió en señalar que el Pro Vida, al que definió como “el plan de las familias pampeanas”, abarca un amplio espectro etario, “desde la primera infancia hasta personas mayores. Trabajamos a partir de una mesa provincial Pro Vida que establece acuerdos, define qué componentes vamos a monitorear y sobre qué programas. En todos los casos, el trabajo se realiza con los equipos locales, porque nuestros programas están descentralizados y cada comunidad tiene sus particularidades”, aclaró.

 

Importancia del Pilquén.

 

La subsecretaria destacó la importancia del sistema Pilquén, desarrollado específicamente para sistematizar datos, medir indicadores e informar la toma de decisiones. “Pilquén nos ha servido para muchas cuestiones, tiene módulos adaptados para cada programa. Es una herramienta ágil que nos permite tomar decisiones ajustadas a la realidad. Trabajamos con poblaciones complejas y contextos que no siempre son los esperados. Por eso, el monitoreo y la evaluación son insumos casi cotidianos en la ejecución pública”.

 

Hizo mención al RAFE (Refuerzo Alimentario Focalizado Extraordinario), orientado a garantizar que los recursos lleguen efectivamente a los sectores más vulnerables: “Veíamos que no estábamos llegando con los programas de asistencia alimentaria, y a partir de esa lectura nació RAFE”.

 

Convenio con la UNLPam.

 

Consultado por el convenio firmado con la UNLPam Ramborger dijo que “el IBS es un indicador nuevo, y es correcto que alguien lo monitoree, en este caso la Universidad Nacional de La Pampa. Estamos hablando de una metodología de información social. En este caso, nosotros sí sentimos que nos hace falta una mirada de afuera porque es completamente nuevo en lo que estamos avanzando”, respondió Ramborger.

 

No obstante insistió que no cree necesaria una auditoría de control externa para los programas que están en la órbita del Ministerio.

 

Situación en Niñez.

 

Juan Pablo Bonino, subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, remarcó que “a nivel nacional se dieron de baja 28 programas”,a la vez que dijo que la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, órgano rector en materia de políticas públicas del sector, “está absolutamente vaciada. Totalmente paralizada”.

 

Si bien admitió que puede haber algunas falencias en la tarea cotidiana, defendió a los equipos técnicos a su cargo: “Algunas veces hay acciones que fracasan porque trabajamos con personas. No trabajamos con fórmulas químicas. No es fácil estar 7 días a la semana, 24 horas pendientes de un teléfono, saliendo, corriendo para intentar resolver una situación urgente”, reconoció.