Para que “la cultura Ranquel siga viva”
Santa Isabel fue sede el fin de semana de un especial espacio cultural orientado en el aporte de la gestión municipal a la cultura de los primeros pobladores. El intendente Guillermo Farana logró el concurso de la reconocida artista plástica y docente María Claudia Martínez quien, en su tarea plástica, aborda temas relacionados con cuestiones sobre las luchas populares.
Martínez, es una artista plástica que para plasmar su arte escultórico utiliza materiales como hierro y cemento. Vive en el barrio porteño de Floresta, donde sus trabajos lucen en distintos espacios públicos. Uno de ellos es una escultura múltiple elaborada con hierro y que visualiza un caso policial aberrante ocurrido a fines de 2021 en una estación de servicios de esa zona, en el que un policía asesinó a tres jóvenes. La mente y manos de la artista produjeron la obra “Los pibes de Floresta”, que hoy mantiene vivo el tema en una importante plaza.
Otra obra que caracteriza a María Claudia está relacionada con la gesta deportiva del club Vélez Sarsfield: la obtención del campeonato mundial de clubes en 1998 que se llama “Monumento a los Campeones”. También es muy reconocida por otra obra maestra: “Mujeres de Floresta”. En este caso, son ocho esculturas en cemento de algo más de un metro de alto, que glorifican a otras tantas mujeres de personas desaparecidas durante la Dictadura militar.
La actividad.
Desde la comuna oesteña informaron que las actividades, que se realizaron en el Centro Municipal de Estudios Tecnológicos y Sociales inaugurado a fines de marzo, apuntaron a que “la cultura ranquel siga viva”. Oficialmente revelaron que “el fin de semana la artista plástica María Claudia Martínez llevó adelante distintas actividades que dan cuenta de su trabajo de investigación teniendo como eje central la comunidad Ranquel. En días previos, la artista realizó entrevistas a diversas personas en nuestra localidad y alrededores”.
El taller se complementó con la proyección del documento visual “Nuevo Poncho”, y también hubo lugar para la poesía y la música. Y cerró con una interacción artística grupal que consistió en una intervención artística relacionadas con la cultura ranquel.
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