Piden “un organismo sin miedo”
El Colegio de Abogados y Procuradores de La Pampa –tres representantes estuvieron en la Comisión de DD.HH. de la Legislatura--, expresó su apoyó la iniciativa de crear el “Sistema Provincial de Prevención de la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, pero pidió que el Comité tenga una estructura eficiente para garantizar “un impacto real” en la defensa de los derechos humanos.
Por los Abogados/as estuvieron la presidenta del Colegio, Susana Gemignani, y los profesionales penalistas Vanessa Ranocchia Ongaro y Marcos Paz.
“Este proyecto es necesario. Nuestra provincia enfrenta una realidad penitenciaria marcada por la vulneración constante de derechos humanos, el desarraigo de los privados de libertad y un sistema penitenciario nacional colapsado con el cual debemos negociar constantemente”, argumentó Paz.
“Un Comité fuerte”.
El abogado instó a que el Comité tenga una estructura eficiente, evitando la superposición de organismos, para garantizar un "impacto real" en la defensa de los derechos humanos: "No necesitamos grandes estructuras. Con un Comité fuerte y efectivo, es suficiente", y consideró que agregar un Consejo no sería necesario.
Marcos Paz resaltó “la valentía” de los legisladores al abordar un tema sensible, y destacó la importancia de dotar al futuro Comité de “independencia y recursos suficientes. Crear este Comité es un acto de coraje, pero no basta con su formalización. Debe ser un organismo sin miedo, que actúe sin condicionamientos y que tenga como única prioridad la defensa de los derechos humanos”.
“Ni sanas ni limpias”.
Los profesionales marcaron la diferencia entre tortura y malos tratos. “Como La Pampa no tiene sistema penitenciario tiene que negociar con Nación o tener los presos en la Alcaidía; y se sabe, el Servicio Penitenciario Federal está detonado. Y por eso se mandan detenidos pampeanos a San Luis o a Senillosa, lo que sí constituye una afectación de los derechos humanos”.
Hizo mención a lo que dice el artículo 18 de la Constitución Nacional que refiere a que “las cárceles de la Nación serán sanas y limpias para seguridad y no para castigo de los reos”. “Nada de eso se cumple”, dijo Paz.
Pulseras electrónicas pampeanas.
Hizo un aporte en relación a la detención domiciliaria, que se hace a través de pulseras. “Ese sistema se contrata con Nación a través del SPF, y es sumamente costoso… ¡costosísimo!; cuando bien se podría crear uno con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional en Pico. Ese sistema de pulseras ayudaría a descomprimir la cuestión fuertemente, porque en vez de tener a un detenido en estas cárceles que son para castigo, se puede hacer de otra forma el control de los detenidos”.
Cárceles, no asilos.
Y siguió: “Otra propuesta que hacemos es que cambie la actitud de los Jueces de Ejecución, que privan de la libertad condicional o de la asistida, o los beneficios de una libertad anticipada. en forma caprichosa y arbitraria. Por ejemplo si una persona tiene más de 70 años debe estar en prisión domiciliaria, y no se la dan, con lo que las alcaidías se transforman en asilos. Innecesariamente, cuando lo cierto es que la cárceles están en estado de inconstitucionalidad”.
Sin sentencia firme.
Los abogados plantearon la inconstitucionalidad del artículo 381: “En La Pampa la gente sin sentencia firme y en contra del artículo 11 de la Constitución Provincial va presa. Se ejecuta la sentencia aún cuando quede un recurso ante el Superior Tribunal o ante la Corte Suprema si alguien tiene dos condenas. Eso debe derogarse”, dijo Marcos Paz.
“Lugares de no derechos”.
Por su parte su colega Vanessa Ranocchia Ongaro mostró su conformidad por la creación del Comité, pero no dejó de marcar a las cárceles, alcaldías y dependencias policiales como “lugares de no derecho”. Sostuvo que allí persisten condiciones que calificó como “tratos crueles y degradantes. No podemos permitir que las personas salgan en peores condiciones de las que ingresaron”, agregó. E instó a que el que el sistema apueste por la rehabilitación y resocialización. “Es clave garantizar acceso a la educación y herramientas que disminuyan la reincidencia”, reafirmó.
Situaciones de malos tratos.
Ranocchia agregó que “si por tortura entendemos la aplicación de una picana, claro que vamos todos a coincidir que en La Pampa eso no sucede, al menos no en la actualidad. Sin embargo, debemos decir que las personas que permanecen privadas de libertad en las distintas dependencias policiales y/o en las alcaidías son pasibles de situaciones de maltrato, (algunas naturalizadas), y que tienen que ver no porque haya una intención deliberada del personal policial de agudizar el dolor del encierro, sino porque a veces por acción o omisión el Estado termina desprotegiendo a estas personas”.
Al sol 50 minutos día por medio.
Después puntualizó aspectos negativos de los lugares de detención: “En la Alcaidía de Santa Rosa hay dos sectores, el sector oeste y el sector este. En ambos hay 16 celdas de tres por dos cada una ,con la previsión para albergar a dos personas por celda. En el sector oeste en este momento hay 45 personas, es decir, un promedio de tres por celda. De modo que el tercero duerme en el suelo. Las tarimas son de cemento y los colchones ignífugos son como colchonetas poco mullidas. El régimen del lugar encierra cierto maltrato. Por ejemplo, al patio los presos acceden día por medio y solo de lunes a viernes y por un lapso de tiempo que ronda los 50 minutos.
Permanecen, por lo tanto, la mayor parte del tiempo encerrados en celdas de tres por dos que tienen acceso a un pasillo donde permanecen casi todo el día. Es decir tiempo ocioso en un espacio sin ventilación, ni ventanas al exterior”.
Propuestas educativas.
Se mostró de acuerdo con “las propuestas educativas”, pero si bien “son muy positivas” resultan limitadas. Los cursos de oficios tienen cupos demasiados limitados, de modo que la significación del encierro es solo de castigo”.
La abogada penalista le mostró fotos a los diputados de la Alcaidía. “Las posibilidades de higiene son cuestionables. Hay 4 duchas por sector pero en ambos funcionan solo 2 para casi 100 internos. Y además las duchas no tienen la regadera y está solo el agujero en la pared. Todo esto es grave porque a elllo se suman las condiciones de hacinamiento y falta de ventilación. El baño de cada celda es un agujero en el piso”, completó.
Mala comida.
Siguió diciendo que “otro tema es la comida. Los presos reciben dos comidas diarias, una al mediodía y una a la noche. Sin embargo, el estado de la comida es habitualmente desagradable. Recuerdo una situación del año pasado en que todos los presos devolvieron la comida porque estaba en mal estado. Y lo he visto yo: una vianda que además de escasa con olor nauseabundo”.
Contó experiencias personales en lugares de detención: “Me ha tocado estar en la Seccional Tercera y ver que la comida para la cena era traída a las 6 de la tarde. Fue en junio, pleno invierno: eran fideos con carne y la comida quedó en una mesa hasta las 9 de la noche aproximadamente o un poquito antes en que iba a ser repartida para los presos. Obviamente que esa comida ha llegado fría”, reprochó.
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