Sabado 16 de marzo 2024

"Puentes": conectando caminos

Redacción 02/07/2022 - 00.44.hs

María Eva Van Lacke se vinculó desde chica a la educación y hoy, a través de "Puentes", brinda junto a un grupo de profesionales un apoyo educativo a chicos y chicas con discapacidad, en el aula o en la institución.

 

Pasaron algunos minutos de las 17.30 y la actividad en los distintos espacios ya está a pleno. Chicos y chicas de distintas edades y en diferentes niveles educativos reciben la atención y el acompañamiento necesario para una mejor inserción escolar, para un aprendizaje más efectivo y para una verdadera inclusión. Es una tarde habitual en "Puentes" y allí lo cotidiano es el trabajo en equipo. Como desde hace una década.

 

"Cuando finalicé el secundario me fui a estudiar Psicopedagogía y cuando terminé la carrera, hice el Magisterio. Desde chica me gustaba todo lo vinculado a la docencia, a la educación, así que no me costó nada elegir mi vocación. Cuando volví a Santa Rosa trabajé mucho tiempo en la docencia en distintas escuelas, y en esa etapa me encontré con Julieta Caumo y con ella empezamos a pensar en un proyecto de una educación con aprendizajes más significativos, con más experiencia y sobre todo inclusivo. Eso era en 2009 y hoy la visibilidad que tiene lo relacionado a la discapacidad es muy diferente a lo que sucedía en ese momento. Ahí fue que abrimos Punto de Apoyo en la calle Ayala", detalla María Eva Van Lacke (49 años) sobre el recorrido que la condujo a ese Puente que hoy lleva adelante en busca de la mejor conexión entre familia, escuela e institución.

 

Cuando Eva habla de una educación que se base "en la experiencia", se refiere a un espacio "más lúdico, algo que tiene que ver con un apoyo escolar más entretenido. Entonces fue en ese momento que abrimos talleres de astronomía, de ajedrez, de arte, de literatura y escritura, de cosas que nos imaginábamos que también podían tener las escuelas".

 

"Con Julieta trabajábamos las dos como maestras integradoras y nos fuimos dando cuenta de la necesidad de articular todo el trabajo con las escuelas y lo que tenía que ver con chicos con dificultades específicas en el aprendizaje. En ese tiempo la Ley de Discapacidad se fue transformando en cuanto a las prestaciones y fue así que la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación recomienda la creación de centros de apoyo a la integración escolar. Empezamos a armar todo, desde lo educativo y profesional hasta lo edilicio, y en 2012 -hoy ya hace diez años- nos dan la primera categorización, una certificación que garantiza que se cumple con todos los criterios de buena calidad para dar ese servicio a personas con discapacidad", explica la profesional.

 

Caminos diferentes.

 

En "Puentes" se trabaja tanto con escuelas públicas como privadas. Allí hay coordinadoras en un grupo de trabajo junto a una psicóloga, una psicopedagoga y una trabajadora social además de las docentes de apoyo.

 

"Al principio incorporamos tratamientos terapéuticos en el mismo lugar, con una visión integral de abordaje, y eso significó crecer y recibir a muchas personas, así que en 2015 nos mudamos al lugar donde funcionamos hoy, en Quintana 444 (teléfono 422295). Eso nos permitió crecer muchísimo, incorporamos muchos profesionales y la gestión también sumó más gente porque todo ese movimiento de expansión significó que se sumen más socias".

 

Pero ese crecimiento encontró una pausa inesperada, y que en educación tuvo una significancia especial porque la pandemia del coronavirus trastocó todo lo establecido.

 

"Fue una etapa de muchísima incertidumbre en todo sentido y fue muy difícil sostener la vinculación con los chicos y a su vez articularlo con la escuela y la familia. Pero una vez superado el momento más complicado se nos hizo necesario redefinir espacios y objetivos en lo terapéutico y educativo, y así fue que nos dedicamos a ponerle más energía a cada prestación. Yo quedé a cargo del servicio educativo. Al desvincularse los servicios hubo necesidad de un cambio de nombre y por eso hoy somos Puentes".

 

Funcionamiento.

 

En Puentes hay chicos y chicas desde los tres años y hasta que terminan el secundario. "En la institución trabaja el equipo técnico de apoyo a la inclusión y es el equipo que va acompañando la trayectoria. Hay una mitad de la población que no requiere docente en la escuela pero sí viene acá. Nosotras firmamos un acta acuerdo con cada escuela y ahí se estipula el abordaje que se hace y la corresponsabilidad en la trayectoria de cada uno. El proceso de inclusión tiene que ver con la vinculación socio emocional, se ha avanzado mucho pero falta un montón por recorrer. Hoy una docente de apoyo tiene que tener en cuenta el desarrollo, la conducta, la comunicación con los pares. Creo que la situación de violencia actual en las escuelas es de comunicación, hay una crisis en lo relacionado a convivir, a tolerar", analiza María Eva.

 

Desde Puentes explican que, a través de las obras sociales, las personas con discapacidad reciben el 100 por ciento de la prestación. "Ese dinero sale de un fondo de Nación a través de un mecanismo que activa la Superintendencia, se traslada a las obras sociales y ellas pagan la prestación. Luego la recuperan por el pago del Estado. Es decir que el Estado les paga a todas las obras sociales nacionales del país, pueden ser obras sociales prepagas o sindicales pero tienen que estar inscriptas en la Superintendencia de Servicios de Salud, esos son los requisitos indispensables para que nosotros podamos recibir a las personas en la institución".

 

Los y las chicas que asisten a Puentes "están escolarizados, tienen un certificado de discapacidad y una obra social nacional. Se firma el acuerdo con la escuela y se determina la modalidad, si es con docente dentro del aula o con apoyo en sede, esas son las dos modalidades de abordaje. Abordamos cualquier tipo de discapacidad, el apoyo es para que la persona tenga un mejor camino de aprendizaje y una mejor participación en un grupo social".

 

Eva acentúa cada explicación y su claridad se fusiona de manera ideal con sus conocimientos, experiencia, profesionalismo y ganas de trabajar. "Para mí siempre es un desafío llevar adelante un lugar como Puentes o como lo fue Punto de Apoyo. Somos intermediarios y mediadores en muchos casos, hoy toda la comunidad educativa sabe desde qué perspectiva mirar la inclusión pero no toda la sociedad sabe sobre la ley de Discapacidad y el trabajo de estos equipos. Y eso es lo que queremos reflejar". Justamente eso, un puente a la inclusión.

 

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