“Se puede transformar en problema grave”
El Superior Tribunal de Justicia pidió a la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales que manifieste su repudio al nombramiento de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en la Corte. El presidente del STJ pampeano, Eduardo Fernández Mendía, sostuvo que ambos jueces le deben el cargo “al capricho” Javier Milei. “Estamos en total desacuerdo con este procedimiento de desconocer los otros poderes”, manifestó.
El declaraciones a CPETv, comentó que “el Superior Tribunal, por unanimidad, le pidió a la Junta Federal de Cortes, que nuclea todas las cortes del país, que manifieste repudio a los nombramientos”. Explicó que el procedimiento “es inconstitucional” y apuntó directamente contra Lijo porque “no reúne característica, idoneidad e independencia para el cargo. Es muy conocido su cajoneo de expedientes de peso político”.
"Estamos en total desacuerdo con este procedimiento de desconocer los otros poderes, como el Senado de la Nación, en la representación genuina de las provincias, pero de tantos sectores que están avisando desde la cátedra, desde la academia, todo el mundo", agregó.
Respecto a García Mansilla cuestionó el procedimiento. "Esto genera un absurdo. Siempre la Corte, en distintas integraciones, ha dicho que sus fallos necesitan el acatamiento moral de la justicia del interior del país. Es muy difícil hablar de acatamiento moral cuando la forma de llegar a la Corte es repudiable moralmente y jurídicamente", sostuvo.
"¿Vamos a tener que acatar lo que diga un ministro que está muy cuestionado, pero no por razones políticas, sino por la idoneidad?. Para mí es un hecho grave, le hace muy mal a la calidad institucional del país", criticó.
Problema jurídico.
Al ser consultado por la excusa que emitió el Gobierno nacional sobre la “demora del Senado en tratar los pliegos”, el presidente del STJ explicó que “una de las condiciones para ser juez de la Corte y de toda la justicia es la inamovilidad. Estamos nombrando a gente que no sabemos si se va a dar acuerdo. ¿Qué independencia puede tener un ministro de la Corte que tiene todavía en suspenso su continuidad? Durante estos meses, ¿qué pasa con lo que digan en su fallo? Si no sabemos si van a seguir”.
“Nombrar a alguien en Comisión, para la Justicia, es aberrante… Además, torcer la interpretación de la Constitución… No se puede manipular la Constitución de una manera tan espuria y tan evidente”, cuestionó y agregó: “No es la única vez que ha pasado; cuando fueron propuestos Rossati y Rosenkrantz, después tuvieron el acuerdo del Senado. ¿Qué inamovilidad puede tener Lijo y García Mansilla cuando ya el parte del Senado está anunciando que no les van a dar el acuerdo? La inamovilidad, además de la idoneidad, es una de las condiciones necesarias”.
“Esto se puede transformar en un problema jurídico-institucional gravísimo. Yo no sé si no se miden las consecuencias. El juzgamiento que tiene a nivel mundial sobre la debilidad institucional que implica este nombramiento, de facto, usando una interpretación muy a la ligera de la Constitución, es grave”, añadió.
-¿Qué herramienta queda para frenar esto?
-El Poder Judicial no se puede meter en la división de poderes, no se puede meter en estos temas. Solamente cuando hay arbitrariedad e ilegalidad puede decirle a los otros poderes “ojo con esto”. Pero esto para mí es responsabilidad esencial del Senado. La Constitución se modificó varias veces, y siempre se mantuvo eso. Pasar por alto el Senado es hacer que los tres poderes ya no existan. Porque el Poder Judicial se va a debilitar con alguien que depende de un capricho del Poder Ejecutivo. Si yo le debo mi cargo al capricho del presidente de la Nación, el Poder Legislativo directamente es soslayado totalmente. Entonces el Estado de Derecho queda con una elasticidad, con una debilidad internacional. La seguridad jurídica desaparece. Porque no olvidemos que la Corte es la última palabra en la interpretación de la ley. ¿Y cómo van a tener la última palabra dos personas que no se sabe si van a seguir? Es muy grave.
-¿Entiende que el nombramiento fue para disimular el escándalo de la cripto-estafa que envuelve al presidente?
-No tengo experiencia política. Si yo fuera Doña Rosa o Don Juan, me da que pensar que realmente siempre se trata de disminuir los efectos de los escándalos. No me extrañaría, pero no me animo a juzgar. Me extraña muchísimo porque sabiendo que existe un poder del Estado que es muy importante, acudir de esta manera y en este momento era innecesario.
Artículos relacionados