Viernes 19 de abril 2024

Un ejemplo solidario de un cuarto de siglo

Redacción 11/08/2022 - 09.00.hs

Sacarle una sonrisa a un pequeño que atraviesa una enfermedad es, que dudas cabe, una hermosa tarea. Una responsabilidad que desde hace 25 años, nada menos, lleva adelante un grupo de damas que componen las Voluntarias de Pediatría del Hospital Lucio Molas".

 

Ya lo dijo el poeta... "Hay gente que es así... tan necesaria". Y sí, claro que sí. Es que hay muchas personas que, generalmente, de manera anónima hacen de la solidaridad un culto, gente que siempre tiene un poquito de tiempo para dedicarle a los demás sin esperar nada a cambio. Afortunadamente, en un tiempo en que todo se cotiza, en el que todo parece tener precio...

 

Acto de solidaridad.

 

Claudia Zelarrayán y Mirta Germignani -esta es quien de alguna manera coordina el grupo, que de todos modos no tiene ni comisión directiva ni socios-, se encargan de contar a LA ARENA la actividad que llevan adelante, y que hoy llega a 25 años de vigencia.

 

"Lo cierto es que sí, ser voluntaria es un acto de solidaridad que permite intercambiar habilidades y fortalezas para brindar una mano a quien necesite de ayuda", coinciden.

 

Y sobre la tarea que desarrollan señalan que "se viven momentos que gratifican y llenan el alma. Eso es lo que nos pasa cuando, por ejemplo, podemos sacarle una sonrisa a un niño que esta atravesando una enfermedad. A veces pasamos por las habitaciones y escuchamos que un niño llora porque está molesto y es nuestro momento... le dejamos un juguete, algo para pintar, un librito de cuentos, y muchas veces el chiquito o la chiquita se calma. ¡Y nosotras somos felices con eso, por supuesto!", agregan.

 

Un cuarto de siglo.

 

Lo que aparecería como algo novedoso es que hoy no tienen "ni comisión directiva ni socios. "Trabajamos consensuando las propuestas y tratando de no perder el objetivo de nuestro grupo... con nuestra impronta, con nuestro esfuerzo, y con la certeza que las personas van y vienen. Lo que es más importante de todo es que el grupo persista en el tiempo", afirmaron.

 

Los que conocen como fue dicen que el grupo se armó hace exactamente 25 años "a través del Servicio Social con la coordinación de la licenciada Claudia Avagnale, y las mamás fundadoras fueron Marisa Vertanik, Ana María Pierri, Olga Giménez y Claudia Zelarrayán. "Tratábamos de sembrar conciencia en nuestros propios hijos, y así donábamos juguetes en buen estado que ellos mismo disponían para que otro niño lo disfrutara". Más tarde iban a llegar las campañas en escuelas, clubes y con el resto de la sociedad para recolectar juguetes, revistas, y también ropa para la sala.

 

Intercambio de experiencias.

 

Las integrantes del grupo pudieron compartir experiencias visitando otros voluntariados, como los del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y el Garraham de Buenos Aires, y el Voluntariado del Hospital Centeno de General Pico.

 

Actualmente hay 16 voluntarias activas, "que son Mirta, Mica, Ana, Cecilia, Emi, Fernanda, Griselda, Isa, Marcela, Maria del Carmen, Maru, Norma, Perla, Pety, Susy y Vivi. El objetivo es principalmente la recreación de niño durante el período de internación, la contención de la familia y ayudar a cubrir las necesidades que se presentan en el Servicio -ya sea de las familias como del servicio mismo-, en la medida de nuestras posibilidades", expresan Claudia y Mirta.

 

Van de lunes a viernes al Lucio Molas visitando a todos los niños internados, ofreciendo juegos, lectura, y todo tipo de elementos que sirvan para entretenerlos y aliviar su estadía, interactuando con ellos y sus familiares.

 

Aporte importante.

 

En el año 2012 comenzaron una actividad que les solucionó el tema de como solventar su funcionamiento. "Fue a través del Instituto de Seguridad Social, en el área de Dafas, porque en el marco de una Ley de responsabilidad social nos eligieron destinatarias de todo el papel que se descarta en ese organismo; y fue el comienzo, algo que nos posibilito la compra de un televisor para cada habitación en Pediatria. Era un sueño que teníamos pero nunca llegábamos con el dinero, y desde allí no paramos: compramos una heladera y un microondas para uso de la gente, colocamos cortinas en todas las habitaciones, compramos colchas, ayudamos con la pintura y el embellecimiento del lugar; pusimos también un televisor en la sala de espera, y muchas cosas más", precisaron.

 

Más aportes.

 

Fue el boca a boca el que hizo que después se sumaran otras donaciones de papel descartado. Y enumeran: Colegio Médico, Vialidad Provincial y Nacional, el Registro de la Propiedad inmueble, el Tribunal Federal, el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Ciencias Económicas, Fepamco, Anses, Catastro, YPF Aeropuerto, Inspección de Escuelas, Dirección de Turismo, Seguros Bonaveri, Subsecretaria de Educación, Rentas, Diagnosis, el Correo, Rotary, Amusin, la Asociación Crecer Juntos, una fábrica de remeras deportivas, "y otra gente que nos conoce y nos llama. Hay quienes lo hacen en forma continua y otros más esporádicas pero son muchos y nos rinde muy bien".

 

El grupo de Voluntarias pudo implementar un mecanismo de recolección para lo cual Dafas ayuda con el traslado con un vehículo y empleados que colaboran con esa tarea un día a la semana, además de las voluntarias que pueden recogerlo. El material se vende a una papelera de Toay, que lo manda a una fábrica de papel higiénico en Buenos Aires.

 

Invitación a sumarse.

 

Precisamente hoy el grupo cumple 25 años de actividad -de las que iniciaron ya no quedan integrantes-, y han sido muchas que pasaron haciendo su aporte. Las que están hoy y continúan con notable entusiasmo la tarea están de festejo y "agradecen a quienes las acompañaron en otros momentos". Asimismo invitan a quienes quieran sumarse, porque están seguras que "siempre hay gente solidaria...".

 

Y es así, indudablemente... Porque es verdad que "a la vuelta de la esquina hay gente que es así... tan necesaria".

 

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