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Sabado 13 de diciembre 2025

Un emotivo acto con abuelos egresados

Redacción 13/12/2025 - 00.17.hs

“A todas las personas que no pudieron terminar sus estudios, no importa la edad que tengan, les recomendaría que se animen y lo hagan. Es una experiencia muy enriquecedora”, dijo Omar Araque, minutos después de recibir el diploma que acredita la culminación de sus estudios secundarios.

 

El veterano militante justicialista fue uno de los egresados más ovacionados ayer, durante el acto de graduación del colegio para adultos Héctor Ayax Guiñazú. Ingresó al salón de actos como escolta de la bandera y subió al escenario para recibir el diploma acompañado por sus cuatro nietos. “La verdad, el estudio no me costó tanto esfuerzo porque a lo largo de mi vida he leído mucho, pero rescato con enorme satisfacción el tiempo compartido con gente tan diversa, y el intercambio con estos profesores, la mayoría muchos más jóvenes que nosotros”, dijo.

 

Y no terminará aquí la trayectoria de Omar. “Tenía planeado estudiar Derecho, pero finalmente me decidí por la carrera de Procuración. La voy a cursar a distancia, en la UNLPam”, anunció.

 

Escuela emblemática.

 

“Estamos muy felices. Este año egresan 87 estudiantes, en las cuatro sedes”, celebró Ayelén Díaz, directora del establecimiento. En diálogo con LA ARENA, se mostró “muy orgullosa de dirigir este colegio, acompañada por un equipo de trabajo maravilloso, donde existe un sentido de pertenencia muy grande y los estudiantes hacen muchísimo esfuerzo para alcanzar este objetivo de completar sus estudios”.

 

El emblemático colegio para adultos de Santa Rosa fue creado por decreto en 1954. Originalmente funcionó en una vivienda de la calle Oliver, posteriormente se trasladó a la Escuela 74, y hace varias décadas finalmente se asentó en Libertad 416, donde comparte edificio con el Colegio Ciudad de Santa Rosa. Actualmente, cuenta con cuatro extensiones: Cámara de Diputados, hospital Lucio Molas, Centro Sanitario y Barrio Santa María de La Pampa. Además, en la Escuela 114 funciona una extensión destinada a alumnos de APAD.

 

“La característica principal es la heterogeneidad de nuestros estudiantes, algunos de edad muy avanzada, otros que trabajan durante todo el día, mujeres que llevan adelante una familia, jóvenes que perdieron regularidad durante la pandemia y encontraron acá un espacio adecuado para terminar su secundario”, contó. A todas las personas que hayan cursado parte del ciclo en otros colegios y desean completar su secundario, en el Ayax Guiñazú les reconocerán su trayectoria certificando equivalencias para que continúen sus estudios.

 

Emociones intensas.

 

Si bien todos los actos de graduación resultan ceremonias cargadas de emociones, en las escuelas de adultos siempre se observa una mayor intensidad. Ayer, el SUM ubicado en la esquina de Almirante Brown y Catamarca estuvo repleto de familias y cuando llegó el momento cumbre, la entrega de diplomas, se escucharon ovaciones, se observaron lágrimas y abundaron los abrazos.

 

Mientras los flamantes egresados desfilaban sobre el escenario donde eran recibidos por todos sus profesores, los familiares vitoreaban, grababan y tomaban fotos con sus celulares para registrar un momento trascendental. “Muchos de ustedes tienen trabajo, familias y se han esforzado mucho para llegar hasta acá. Los felicito desde el corazón, ese esfuerzo valió la pena y el objetivo alcanzado les abrirá muchas puertas”, dijo la directora. Ojalá que así sea.

 

A los 64 años, con título de secundario.

 

El miércoles, durante un acto de alta intensidad emocional, Adela García Yaupi y Angélica González, recibieron sus certificados como egresadas del ciclo secundario en General Acha. Ambas tienen 64 años de edad. Adela, madre de doce hijos, con 30 nietos y 4 bisnietos, es conocida por la tarea solidaria que realiza en un comedor comunitario local. Angélica, en tanto, tiene cuatro hijas y seis nietos, y decidió culminar el ciclo secundario inspirada por el ingreso de su hija menor a la universidad para retomar sus estudios.

 

El acto de graduación se celebró en el SUM de la Escuela 11, ubicada en Avellaneda y Roca, donde funciona desde hace años la Escuela para Adultos Nº 4, dirigida por Analía Buss. Unos 60 estudiantes de los niveles primario y secundario recibieron sus diplomas como graduados, acompañados por familiares y allegados.

 

Otro momento muy emotivo del encuentro fue la entrega del certificado a Mikel Sergio Pérez, quien lo recibió junto a su fiel compañera Alba, una perra border collie que lo acompañó durante toda su trayectoria y se convirtió en asistente habitual de las clases.

 

La escuela para adultos de General Acha también tiene sedes en Cuchillo Co y Chacharramendi, donde la educación se desarrolla mediante la modalidad a distancia.

 

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