Domingo 05 de mayo 2024

“Un río es un bien federal y nadie puede apropiarlo”

Redacción 12/10/2023 - 10.18.hs

“Hay un incumplimiento flagrante de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia por parte de Mendoza. Si yo no cumpliera un fallo de la Corte como viceministro, seguramente me aplicarían multas, sanciones y algunos querrían meterme preso”, afirmó ayer el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la nación, Sergio Federovisky. En una entrevista por Radio Noticias (FM 99.5) fue consultado sobre la propuesta de Sergio Massa para incluir en el Código Penal los delitos ambientales: “la justicia en argentina, además de poco proclive a comprometerse con políticas de Estado, vive poniendo excusas sobre la ausencia de figuras penales para perseguir determinados actos que involucran daños al ambiente”, respondió.

 

Frente al caso del corte del río Atuel, explicó que “Sergio Massa planteó una dificultad de interpretación sobre la Constitución de 1994 que consideró a los recursos naturales como dominio de las provincias, porque eso favorece ciertas políticas provinciales de explotación pero genera una grave problemática cuando son recursos interjurisdiccionales”.

 

Según el viceministro, “nadie puede alegar que un río que atraviesa tres o cuatro jurisdicciones pertenece solo a una en el tramo que recorre su territorio. Sería una pésima lectura de la Constitución, porque el río es un bien federal y, si bien hay responsabilidad y potestad en el tramo que atraviesa su territorio, nadie puede apoderarse de la totalidad de ese río”. Advirtió que “la Corte Suprema y nuestro Ministerio hemos sido claros respecto de qué significa ejercer el dominio de los recursos naturales por parte de una provincia, y advertimos sobre los riesgos de estirar ese argumento para perjudicar a terceros”.

 

“Un río es un sistema y no un poco de agua que corre sobre un territorio: yo le preguntaría a Mendoza si conservaría la misma posición en caso de estar esa provincia aguas abajo”, concluyó.

 

Delito ambiental.

 

Desde hace muchos años, los organismos ambientales reclaman la tipificación en el Código Penal de los delitos contra el ambiente. “Es necesario identificar una figura delictiva, un delito específico para penar a quienes atentan contra la naturaleza y provocan daños al ambiente”. Según Federovisky, “a esta altura del Siglo XXI, carecer de esta herramienta es una aberración institucional, porque nos impide perseguir judicialmente a quienes sacan provecho de la destrucción de bienes comunes”.

 

Puso como ejemplo el incendio intencional desatado esta semana en Córdoba: “En plena temporada seca, luego de una sequía colosal que dejó un déficit hídrico angustiante en la vegetación, con 35 grados de temperatura, una persona encendió una fogata para calentar un café y provocó un incendio tremebundo. Para que pueda ser condenado y la justicia deje de anteponer excusas, necesitamos la creación del delito contra la naturaleza, ecológico o ambiental”.

 

Si bien el autor del siniestro fue identificado y detenido, “encontramos problemas a la hora de sancionarlo, porque la justicia argumenta que faltan figuras legales y busca atajos. Es necesario que no haya más atajos y sea enjuiciado por lo que hizo, porque encender un fuego en la sierra, en medio de una sequía absoluta y poniendo en riesgo a personas y bienes, es un delito contra el ambiente y la naturaleza”.

 

Federovisky consideró que eso pretende la propuesta de Massa: “Una figura penal que condene a quienes atenten contra la naturaleza y los bienes comunes, un delito que encuadre desde quien enciende un fuego o instiga a encenderlo para obtener un rédito, hasta quienes talan un bosque, avanzan sobre la frontera agropecuaria, incorporan ilegalmente tierras de humedales o contaminan los ríos”.

 

“Milei, un ignorante”.

 

Según Federovisky “hacen falta también medidas de prevención, no testimoniales desde la consigna o el slogan, sino concretas: si una persona observa a ora encendiendo fuego en un contexto tan adverso debe denunciarlo inmediatamente a la policía”, concluyó.

 

Interrogado sobre las posiciones formuladas por Javier Milei, respondió que el libertario “trata de burros e ignorantes a quienes no entienden sus explicaciones. Si hacemos lo mismo, podemos afirmar que en materia ambiental es un ignorante supino: descree del cambio climático como si fuese posible negar la ley de gravedad y suponer que las cosas irán de abajo hacia arriba porque él lo niega. Sin embargo, las cosas seguirán cayendo de arriba hacia abajo y el cambio climático seguirá existiendo”.

 

Cuando Milei dice “no hay problema si lo contaminan porque el río no tiene precio, y propone ponerle un precio para que exista reticencia a contaminarlo, está desconociendo la existencia de los bienes comunes, esos elementos que resultan de todos aunque parezcan no ser de nadie, como el agua y el aire, y que además son elementos indispensables para la vida”.

 

“Detrás de esa ignorancia sorprendente radica su ideología libertaria, que defiende la libertad para contaminar y externalizar costos, para que la sociedad pague con su deterioro ambiental, social y en su calidad de vida, lo que ciertos sectores empresarios ahorran a la hora de implementar procesos amigables con el ambiente”. Según el viceministro, “ciertas empresas y estados nos han tomado de rehén y vuelcan sus gases de efecto invernadero a la atmósfera, provocando, sequías, incendios forestales y otros desastres que no son casualidad, son resultado del modelo político que defiende Milei”.

 

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