“Una terrible ignorancia jurídica”
El Gobierno nacional anunció que enviará un proyecto de ley al Congreso con la intención de eliminar el agravante de femicidio del Código Penal. Así lo confirmó el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. “El anuncio es la sumatoria de las expresiones de dos ignorantes de nuestro sistema constitucional”, afirmó el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez y definió la gestión de Javier Milei como un “gobierno fascista”.
Luego de que el presidente Javier Milei apuntara fuertemente contra lo que el llama la "ideología woke", donde incluyó el feminismo, el ecologismo, la ideología de género y la homosexualidad, el titular de la cartera de Justicia hizo el anuncio alineado con las ideas del jefe de Estado.
"Vamos a eliminar la figura del femicidio del Código Penal Argentino. Porque esta administración defiende la igualdad ante la Ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra", escribió en su cuenta de X.
"Como dijo el Presidente Javier Milei en Davos, el feminismo es una distorsión del concepto de igualdad que únicamente busca privilegios poniendo a una mitad de población en contra de la otra. Durante años han usado a la mujer para llenarse los bolsillos y desmedrar al hombre. Sin importar nuestro sexo, somos todos iguales ante la Ley y merecemos la misma protección y respeto", añadió el ministro.
Igualdad ante la ley.
Según adelantaron en off fuentes del Gobierno a medios periodísticos, el proyecto llevará el nombre “Igualdad ante la Ley” y no solo se centrará en el femicidio, sino que también plantea derogar legislaciones “que tengan que ver con discriminación positiva”, entre ellos, el documento no binario y los cupos laborales trans. De acuerdo con lo que trascendió, no hubo avances sobre el aborto ni tampoco sobre el matrimonio igualitario.
Santiago Caputo, asesor presidencial, y María Ibarzabal Murphy, secretaria de Planeamiento Estratégico, son los nombres elegidos para diseñar el proyecto. Algo que todavía no tiene precisiones es el hecho de si se eliminará la pena para quien incurra en violencia de género o si se irá más a fondo, suprimiendo la reparación económica para los hijos de madres víctimas de femicidio (Ley Brisa).
Error e ignorancia.
En diálogo con LA ARENA, el constitucionalista Andrés Gil Domínguez sostuvo que “el anuncio es la sumatoria de las expresiones de dos ignorantes de nuestro sistema constitucional y legal porque el principio de ‘igualdad ante la ley’ ha sido complementado hacia el derecho de la no discriminación”.
El derecho de igualdad ante la ley y el principio de no discriminación se encuentran previstos en la Constitución Nacional (artículos 16, 37 y 75 incisos 2, 19, 22 y 23) y en diversos instrumentos internacionales que gozan de igual jerarquía. Las normas constitucionales y los instrumentos de derechos humanos prohíben la discriminación con base en ciertas categorías o criterios de diferenciación expresamente señalados. La lista de “categorías sospechosas o prohibidas” comprende habitualmente la raza, el género, la religión, la opinión política, el origen nacional o social, la posición económica y las características físicas, entre otras.
Pero además del mandato de igualdad ante la ley, las obligaciones del Estado en materia de no discriminación exigen la adopción de medidas de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra índole, necesarias para eliminarla. En el caso de la mujeres, las obligaciones internacionales en materia de no discriminación demandan la adopción por parte del Estado de medidas de acción positiva para contrarrestar la segregación por género y revertir los patrones socioculturales que la explican.
A partir del desarrollo normativo y jurisprudencial sobre el derecho de igualdad ante la ley y el principio de no discriminación, en los últimos años ha comenzado a tener más fuerza la noción de “igualdad estructural” que, a diferencia de la visión clásica o liberal de igualdad ante la ley, reconoce que ciertos sectores de la población están en desventaja en el ejercicio de sus derechos por obstáculos legales o fácticos y requieren, por consiguiente, la adopción de medidas especiales de equiparación. Para cierta doctrina, la visión “estructural” de la igualdad ha sido incorporada expresamente en el artículo 75 inciso 23 de la Constitución Nacional.
“El principio de igualdad evolucionó y quedó marcado en la reforma de la Constitución de 1994”, agregó el constitucionalista.
Femicidio, un agravante.
Por otro lado, Gil Domínguez aclaró que la figura de femicidio “no existe como tal”, sino que “es un agravante de la pena de homicidio cuando el mismo es cometido por un hombre mediante violencia de género. No es un tipo penal, es un agravante como lo es si se mata a un ascendiente o descendiente, si se lo hace por placer, codicia, etcétera…”.
“Nuestra Constitución y el tratado de derechos humanos establece que las mujeres han sido un grupo vulnerado y se depara una tutela especial en el ámbito del derecho penal, como el ascendiente, descendiente y el cónyuge”, agregó y apuntó contra el presidente Javier Milei: “El anuncio es un conjunto de errores e inexactitudes que se basa en una terrible ignorancia jurídica”
“La reforma del Código Penal responde al mandato de la Constitución y al tratado de derechos humanos de proteger a las mujeres de la violencia de género que las mata”, afirmó y explicó que para cambiar el agravante de femicidio debe votarse en el Congreso. “La última modificación del Código Penal fue en 2012 y se sancionó de forma unánime en el Congreso porque responde a obligaciones internacionales que el Estado argentino contrajo con este tratado”.
En ese marco, mencionó que “la quita del agravante coloca al Estado como violador de los derechos humanos porque incumple con un tratado internacional que tiene jerarquía constitucional”.
-¿Por qué el presidente realiza este anuncio?
-Porque es un gobierno fascista. La próxima etapa es plantear el partido único, donde solo exista La Libertad Avanza y los demás sean perseguidos. Esto lo vengo diciendo desde antes que Milei sea presidente, lo diagnostiqué cuando fueron las elecciones presidenciales… Me llama la atención el silencio cómplice de muchos políticos y periodistas, quienes deben recordar que la historia siempre pega la vuelta.
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