Viernes 09 de mayo 2025

Y murió Pascual

Redaccion Avances 12/02/2025 - 15.02.hs

Por Matías Bíscaro. 

 

Mi viejo siempre sostuvo la teoría que a los curas los ascendían o les daban mejores cargos de acuerdo a las obras que llevaban adelante en los puestos que les tocaban.

 

Su teoría se apoyaba en que, cuando Pascual Bonfigli llegó al Domingo Savio como rector, instituyó el Bachiller Mercantil, comenzó a funcionar el reloj de la torre (no sin accidente de por medio), embaldosó el patio de ladrillos y cambió varias cabezas, entre otras cosas.

 

No estoy muy de acuerdo con esa teoría, ya que Pascual después no fue ni obispo, ni cardenal, ni inspector máximo de los salesianos en Argentina. Supongo que esos si hubiesen significados algún tipo de ascenso. Tampoco tengo muy claro si él buscaba algo así. Creo que no. No era su perfil. Su única visión de futuro, estoy seguro, era sobre nuestros futuros. Cuanto mucho, por satisfacción personal.

 

Estoy convencido que nosotros fuimos su proyecto personal en el Domingo Savio. Los primeros Bachilleres Mercantiles egresados en 1988. Y costó, pero él le ponía toda la garra a ese proyecto, a ese “experimento”: sacarnos buenos y con futuro.

 

Y no es que no fuésemos tipos medianamente inteligentes en general o malas personas. Estamos hablando de otra cosa. Hablamos de ser mejores de lo que éramos. Salir del colegio con más herramientas a la mano, no solo en conocimientos, sino también como personas. Ser mejores como personas.

 

El ”fui yo”, cuando alguien se mandaba una cagada, era moneda corriente. El hacerse cargo y no esconderse nos hizo más hombres, no tengo la menor duda. Y si ese “fui yo” implicaba sanciones duras, no tengan la menor duda que Pascual las hacía valer y, seguro, tenía razón.

 

Recuerdo que arrancamos 1er año más de 60 alumnos y ya para 2do, quedábamos 21 y 22 en cada división. Fue difícil ver compañeros que se iban o no lograban pasar ese primer año que fue difícil en todo sentido para todos. Para 4to ya quedamos 38, porque fuimos los últimos en tener un solo 4to. y un solo 5to. (5to. U, cómo nos gustaba llamarnos)

 

Lo puteábamos tanto a Pascual! Yo creo que esa rebeldía adolescente no nos permitía entender lo que pretendía de nosotros, a dónde apuntaba con cada paso que daba en el colegio. En particular discutí muchas veces con él, y algunas que otras bastante fuertes.

 

Algunos padres, docentes, novias que estuvieron en la entrega de diplomas ese diciembre de 1988, recuerdan que terminaron emocionados por las palabras de Pascual hacia nosotros. La mayoría, claro, no escuchamos lo que dijo por que estábamos paveando y disfrutando de la última vez que nos sentaríamos en las butacas del “cine” Don Bosco, nuestro salón de actos.

 

Lo entendimos tarde a Pascual, esos últimos días, cuando nos estábamos yendo.
Cuando empezamos a despedirnos del colegio, de los profesores, de José (el portero), de los preceptores, del cura De Vito, de Alfredo, del mismo Pascual…

 

Ahí nos dimos cuenta de lo que había querido ser y, también, nos dimos cuenta ya estando en la facultad que lo que nos había enseñado nos servía para esa etapa de la vida también y que no solo había sido el capricho de un cura para rompernos las pelotas.

 

“Si Ud. piensa, está salvado”, decía.

 

Lo entendimos tarde a Pascual, pero siempre le vamos a estar agradecidos.

Pbro. Pascual Bonfigli – 1928-2025 - QEPD

 

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