Martes 10 de junio 2025

Derrames de petróleo en la cuenca del Colorado

Redacción 01/07/2012 - 10.26.hs
En los '90, los derrames de petróleo en la cuenca del río Colorado, y en el cauce mismo, fueron una constante que se repitió durante años. El río norpatagónico llegó a ser considerado "el río más contaminado del mundo". A la crisis ambiental que generó la contaminación siguió el problema social de las comunidades afectadas en su salud y estilo de vida por los reiterados incidentes. En la Corte Suprema existen dos causas judiciales -unificadas en un único expediente- que pretenden imponer a las compañías petroleras la responsabilidad de la salud de las personas afectadas por su irresponsabilidad.
Hace pocos días el senador Daniel Filmus y el ministro de la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzetti, le dieron estatus público al asunto de las consecuencias sociales de los derrames petroleros. Hay una "inescindible unidad de la protección ambiental con los derechos humanos y en particular con la justicia social", dijo el juez. El senador Filmus amplió el concepto: "No estamos discutiendo sólo un problema ecológico aislado sino un modelo de desarro llo". Fue en una cumbre preparatoria para Río+20.
Según puede leerse en el portal on-line "www.primeraedicionweb.com.ar", el profesor Juan Schröder, asesor senior de la organización no gubernamental Assupa, advirtió que la actividad de la petrolera Repsol-YPF convirtió al río Colorado "en uno de los cursos de agua más contaminados del mundo". La cuenca del Colorado abarca Neuquén, Mendoza, Río Negro, La Pampa y el sur de provincia de Buenos Aires; la Asociación de Superficiarios de la Patagonia (Assupa) agrupa a pequeños comerciantes y productores afectados por Repsol que años atrás hizo la mayor denuncia penal por daños contra la empresa española, demanda que actualmente está en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Violación.
La afirmación de Schröder está contenida en el Informe sobre la Contaminación Hidrocarburífera en la Cuenca Neuquina. Allí se propone el "análisis integrado desde la perspectiva de una seria violación a los derechos humanos producto de la actividad hidrocarburífera altamente contaminante explotada por YPF y de los principales siniestros acaecidos, desde la órbita de afectación tanto individual como colectiva". En este sentido, el autor concluye que "el modelo neoliberal impuesto en la década del '90 al instalar una explotación con un crecimiento sin control y explosivo, ocasionó desigualdad, exclusión social, pobreza y desarraigo de la población". El informe contiene una descripción detallada de cómo la exploración y explotación del petróleo y el gas, en manos de los españoles, contaminó, degradó, destruyó los ecosistemas, impactó sobre asentamientos y comunidades y hasta podría haber generado mutaciones en algunas personas.
El episodio más grave fue el derrame de crudo en Rincón de los Sauces, en marzo de 1997, que afectaron directamente a las comunidades Kaxipayiñ y Paynemil. No sólo quedaron sin abastecimiento de agua y debieron interrumpir el riego, sino que también sufrieron contaminación directa decenas de pobladores. Los hospitales de la zona, recuerda Schröder, no daban abasto en la atención de los niños. Alarmados y sin saber qué hacer, los médicos derivaron a casi 40 chicos a los hospitales Garrahan y Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires. Algunos estuvieron internados en Terapia Intensiva de esos hospitales.
Los chicos volvieron a sus comunidades con la sangre aceptablemente limpia pero, en mayor o menor medida, parte del cromo, el plomo, el mercurio y el cadmio, quedó en sus huesos. Igual que el TPH, una forma de denominar a un cóctel de producto químicos que también se metió en el cuerpo de esa gente y esos chicos. Al volver, nada había cambiado en el aire y el agua que respiraban y tomaban. Estas comunidades también denunciaron a Repsol. La causa iniciada por estas comunidades está unificada con la de Assupa.

 

Demandas.
El Informe abreva en fuentes como la OMS, el PNUD, la UBA, el Conicet y la consultora Umweltzchutz Argentina, entre otras. Esta última fue la que realizó el informe para las comunidades mapuches que demandaron a Repsol. El resultado de ese relevamiento indica entre otras cosas que los daños ambientales se cuantifican en 630 mil metros cúbicos de suelo, contaminados con altas concentraciones de cromo, plomo, cromo, mercurio y arsénico, entre otros. Y registros que superan los umbrales "tolerables" de metales pesados en el agua.
Para Schröder, corresponde imponer un "seguro social" que obligue a las empresas a "hacerse cargo de que esos chicos y esa gente, que van a tener complicaciones de salud siempre, tengan la mejor atención sanitaria de por vida. El seguro es imprescindible porque estos problemas los tienen siempre los más vulnerables".

 


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