Jueves 15 de mayo 2025

Saqueos: una castense perjudicada

Redacción 05/12/2013 - 04.19.hs

Una joven comerciante de Eduardo Castex sufrió saqueos y destrozos en el local que tiene en el barrio de San Vicente en la ciudad de Córdoba, durante el autoacuartelamiento que realizó la policía por reclamos salariales a la administración del gobernador José De la Sota. "Esto es tierra de nadie. Mirás la calle y toda la gente está con palos para defender lo suyo. La ciudad hoy es una imagen del Far West", dijo ayer Dolores García, amiga de la perjudicada Mariangeles Bruni.
La comerciante no pudo ser contactada porque presentaba "una evidente alteración nerviosa" desde que le saquearon el comercio, que está en cercanías de la denominada Plaza del Mercado. Su amiga, también integrante de una familia castense, ayer relató los lamentables sucesos que afrontaron en la capital de la provincia mediterránea (ver páginas 2 y 3).
"Todo empezó a las 23 del martes, vimos que venían unos pocos autos a un supermercado Vea grande que está muy cerca de acá, y pocos minutos después eran como hormigas. Arrasaron con los comercios cercanos. Y por ahí sentimos el ruido de las rejas, y nos imaginamos lo que ocurría", indicó. "Empezamos a ver cómo entraban y salían (del local comercial) con ropa y los maniquíes. No dejaron nada, se llevaron todo. También en los locales lindantes. No tenían hambre porque se llevaron hasta los espejos de los probadores", relató García a Radio Don.
"Ver cómo se llevaban todo era un impotencia tremenda, se nos caían las lágrimas. Y no podíamos hacer nada, porque no había seguridad. Ellos se organizaron, salieron todos juntos y tenían zona liberada para actuar a su manera", concluyó García.

 

Recuerdo.
La joven castense Florencia Diessler, también transmitió ayer la sensación "de tristeza y preocupación" por "todo lo que ocurrió" en la capital cordobesa. "Es una situación horrible porque me rememora todo lo ocurrido en 2001. Acá saquearon comercios, entraron a algunos edificios y la gente hacía barricada con tachos de basura en la calle para defender los comercios como podían, con palos...", relató Diessler.
La entrevistada es militante de Techo, una ONG que tiene presencia en Latinoamérica y El Caribe, y trata de superar la situación de pobreza que viven miles de personas en los asentamientos, a través de la acción conjunta de sus pobladores y jóvenes voluntarios.
"La seguridad es un servicio básico que la requiere toda la sociedad. Las esposas de las policías reclamaban firmar el acuerdo para que se restablezca la paz social, pero se supone que la policía se formó para defender a los ciudadanos y sus familias, pero por un reclamo salarial no dejaron ni siquiera guardias aún sabiendo lo que sucede cuando una zona está liberada", se quejó.
Diessler agregó que quedan "muchas dudas sobre cómo actuaron algunos sectores (sociales) en zonas liberadas y es triste no tener confianza en nuestras instituciones".

 


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