Hogar de Ancianos castense comenzará a funcionar mixto
El asilo local cumplió 65 años de funcionamiento, y es una de las entidades benéficas más antiguas de la localidad. Las integrantes de la Asociación Damas de Beneficencia tienen entre "30 y 40 años" en la comisión directiva. A partir de este año será mixto.
El Asilo de Ancianos de Eduardo Castex cumplió 65 años de existencia, y las integrantes de la Asociación Damas de Beneficencias anunciaron que "a partir de este año" también serán aceptadas mujeres para residir en el céntrico e histórico edificio de esta localidad.
"En algún momento hubo mujeres residiendo el hogar, pero después quedaron solamente hombres. Ahora tenemos espacios para tener mujeres y queremos que comience a funcionar mixto", anunciaron las integrantes de la comisión directiva de la entidad solidaria.
El Asilo de Ancianos está ocupando el edificio donde funcionó el Hotel Italia, después de la adquisición que se realizó a la familia Nervi. El 11 de junio se cumplieron 65 años de su puesta en funciones, por intermedio del impulso que le dio la docente María Mercedes Barrenechea Berrondo, más conocida y recordada como "La señorita Mecha" que inspiró la poesía "Ahí va mi maestra" del recordado escritor castense Juan Ricardo Nervi.
Inicialmente el edificio albergó una Sala de Primeros Auxilios que funcionó hasta 1948, cuando se fundó el Hospital Zonal. Ahí comenzó la trayectoria del Asilo de Ancianos, que actualmente alberga a cinco adultos mayores.
La particularidad que tiene la comisión directiva de la institución, es que sus integrantes tienen "entre 30 y 40 años" trabajando en la comisión directiva. "Si querés vivir muchos años tenés que venir a trabajar en esta comisión directiva, donde la mayor tiene 88 años y es la protesorera", dijeron risueñas.
Consultadas sobre cuál es la clave para tanta permanencia, respondieron: "Nos llevamos muy bien. Todas tienen su tarea asignada. Nadie se va por enojo o discusiones. Es un trabajo muy armónico y solidario. La integrante de mayor edad tiene 88 años y es la protesorera. Todas tienen más de 30 y 40 años en la comisión directiva", destacaron.
Compromiso social.
Las mujeres de la Asociación Damas de Beneficencia desempeñan un importante rol solidario y social. Afirmaron que tiene "mucho apoyo" de la comunidad castense.
La presidenta María Angélica Rebollo se encarga de las gestiones necesarias, después Ceres Santamaría es la responsable "de la despensa y la comida", mientras que Margarita Oddi de Sibona es la responsable del ropero. Un matrimonio está residiendo en el edificio, para atender y cuidar a los internados.
La supervisión de la despensa y la comida no es sencilla, Santamaría explicó que "la comida de los abuelos tiene que ser de excelente calidad y con todos los alimentos y nutrientes que necesita cada uno. Lo mismo ocurre con el ropero, donde se selecciona y se mejoran las donaciones, para que los adultos mayores tengan una ropa de cama digna y también se vistan adecuadamente", explicaron.
Las entrevistadas explicaron que antiguamente este "era el único sitio donde se podía albergar ancianos, después todo fue cambiando y proliferaron los geriátricos, que muchos entienden como que tiene más jerarquía o nivel (social). Pero, acá a los abuelos no les falta nada y comen y se visten en excelentes condiciones. Y ahora empezaremos a recibir mujeres porque tenemos comodidades para que funcione mixto", destacaron.
Con el aporte de todos.
La gran impulsora del Asilo de Ancianos castense fue la conocida "señorita Mecha". Cuando se cumplieron las Bodas de Oro de la institución, se impuso el nombre de María Mercedes Barrenechea Berrondo. El edificio se compró con el aporte de "todos los vecinos", pero hubo algunas personas que hicieron aportes muy significativos. La vecina María Moisés de Gigson donó la construcción de dos piezas y un baño.
La entidad comenzó atendiendo niños carenciados y vecinos enfermos en la Escuela 44. Después, de la Sala de Primeros Auxilios se convirtió en el Hogar de Ancianos. El edificio aún conserva "el piso con los mosaicos" con las estrellas de cinco puntas blanquinegra que se convirtió en el símbolo de Racing Club, dado que allí se constituyó la fundación de dicha entidad.
"La señorita Mecha vivía para los demás y trabajaba todo el día. Comenzó trayendo gente de los campos que no tenían familia y donde ser atendidos. Hubo épocas que teníamos hasta 20 adultos mayores y ella los atendía a todos y ayudaban los integrantes de la comisión directiva. Cuando falleció ella, empezamos a tener más trabajo las demás integrantes, porque no nos dejaba hacer prácticamente nada", expresaron las actuales sucesoras en esta entidad.
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