Lunes 06 de mayo 2024

La fiscalía solicitó prisión perpetua para el policía que mató al cazador de Lonquimay

Redacción 30/11/2017 - 00.55.hs

"¿Cuál es la función de la policía?", preguntó la fiscala Cecilia Martiní. "Prevención, básicamente eso", respondió el cabo Fernando Safenreider, único acusado de matar al cazador Santiago Garialdi el año pasado en Lonquimay. "¿En ningún momento usted y García se plantearon el hecho de cerciorar qué había pasado ahí, identificar a la gente?", siguió la fiscala a lo que el imputado respondió: "No me dio tiempo a nada, un día salí a trabajar y no volví".
En el segundo piso del Fuero Penal de la Ciudad Judicial, tuvo lugar ayer la última audiencia del juicio que se le sigue al policía Safenreider. Como se esperaba, declararon peritos de Gendarmería Nacional y se realizó la lectura de alegatos de las partes: la fiscala Cecilia Martiní, los abogados querellantes Ariel García (representa a la familia de la víctima) y Omar Gebruers (representa a Andrés Enrique Casabonne, también baleado por el policía) y el defensor José Mario Aguerrido.
El primero en declarar fue el psicólogo del equipo forense, quien tomó intervención con las víctimas indirectas de la situación, integrantes de la familia de Garialdi -su madre y hermanas. El licenciado, a partir de una serie de entrevistas, realizó el acompañamiento metodológico hasta llegar al proceso de audiencia. Desde el primer encuentro, expuso, se observó el impacto que produjo en la familia el hecho investigado. "La presunta víctima comprendía un papel primordial en la dinámica familiar", mencionó.
Luego expusieron sus conclusiones los peritos Ramón Tavarez y Tomás Romero, el médico forense Carlos Barrionuevo y del área de balística Martín Moreno. A través de diapositivas graficaron las pericias realizadas.

 

Fiscala.
Los alegatos comenzaron con la exposición de Martiní. La fiscala analizó que al momento del incidente la falta de balizas o sirenas encendidas imposibilitaron la identificación de un móvil policial. Detalló que los cazadores llevaban una velocidad de 40 kilómetros por hora, documentada y certificada por miembros de la Gendarmería Nacional y que nos hay pruebas que acrediten la existencia de disparos por parte de la camioneta cazadora.
Dentro del vehículo iban Casabonne como conductor, Castillas como acompañante y en la torreta que llevaban encima se ubicaban Arroyo, quien realizaba los disparos, y Garialdi como reflectorista. Fue Arroyo el que advirtió la presencia de un móvil detrás de la camioneta, reconoció que se trata de Ochoa (policía), por lo que decidieron cancelar los disparos y seguir marcha hacia la Ruta 5. Unos metros después son sorprendidos por una cadena de miguelitos que intentan esquivar sin éxito. De allí Martiní estableció que la misma fue impuesta -y luego pasada por encima con la rueda delantera derecha de la camionera de los cazadores-. "No existe forma lógica y física para entender que ellos colocaron la cadena", por lo que determinó que la misma fue ubicada por personal policial con el fin de demorar a los cazadores.

 

Cuestionamiento.
A partir de la pericia realizada por Gendarmería y por la propia Policía provincial, Martiní cuestionó el encandilamiento por parte del vehículo policial, debido a que los disparos comenzaron mientras la camioneta de los cazadores se encontraba en posición de retirada del lugar.
También hizo hincapié en la justificación que expone la frecuencia de circulación de los cazadores en la zona. Dijo que "este segundo requisito relativo a la provocación suficiente también debemos descartarlo".
"Habiendo conocido las consecuencias de su accionar, entiendo que en el momento en que (Safenreider) se posiciona con el arma en su mano y dispara obviamente está preparado y tiene la formación suficiente. Puede después discutirse si la formación que se le da en la Escuela de Policía debiera ser más extensa (...) pero lo cierto es que en esta cuestión básica de brindar seguridad, detener personas, tratar de prevenir los delitos y utilizar el arma reglamentaria, el acusado fue capacitado".

 

Es imputable.
Por último la fiscala dijo que no hay patologías que conlleven a la inimputabilidad del acusado, incluso mencionó que cuando se lo consultó al psiquiatra forense, Martín Telleriarte, sobre cómo se lo veía a Safenreider dentro de la institución provincial, dijo que se lo consideraba una persona que "funcionaba perfecto, porque es estructurado, respeta los mandos, sabe distinguir entre lo bueno y lo malo y puede actuar bajo esos parámetros". Una persona con esas características, prosiguió, "tenía la capacidad suficiente en ese momento para comprender y actuó voluntariamente".
La falta de presencia policial de la localidad de Lonquimay en el hospital fue abordada por Martiní a raíz de declaraciones de testigos, quienes comentaron que a Garialdi lo trasladaron sus compañeros con la asistencia de vecinos. La médica de guardia constató el deceso y advirtió la presencia de una herida en el cuerpo de Casabonne. "Conforme a los protocolos policiales y a la actividad que ellos mismos dicen se debió haber realizado, resulta reprochable que no dieran aviso por radio", sostuvo.

 

Dura condena.
"Solicito al Tribunal que sea condenado el señor Safenreider por homicidio doblemente agravado, por ser cometido por un miembro de las fuerzas de seguridad en abuso de sus funciones y agravado por ser cometido con arma de fuego. En concurso real con el delito de lesiones leves agravadas por las mismas circunstancias (...) en perjuicio de Santiago Garialdi y Andrés Casabonne", finalizó Martiní.

 

"Falso testimonio"
El segundo en alegar fue Ariel García, quien se manifestó a favor de lo expresado por el Ministerio Público Fiscal y pidió que a Safenreider se le aplique la pena de prisión perpetua y solicitó que se promuevan acciones por falso testimonio para el testigo Norberto Daniel García, quién iba con Safenreider al momento del hecho.
Por su parte, Omar Gebruers adhirió a la posición de su colega querellante, en cuanto al policía testigo, quien "evidentemente no se ajustó a la verdad en su declaración ante el Tribunal". En ese sentido, pidió al Ministerio Público Fiscal que inicie la investigación por eventual falso testimonio. También coincidió con lo manifestado por la Fiscalía, aunque corrigió que respecto a Casabonne, en lugar del artículo 89 del Código Penal, "se encuadre la conducta de Safenreider en el artículo 90, esto es lesiones graves por haber ocasionado una incapacidad laborativa durante más de treinta días".

 

Homicidio simple
El último en alegar fue el defensor Mario Aguerrido. "¿Quieren sancionarlo a Safenreider por homicidio simple? Sanciónenlo, si es que consideran que no corresponde la aplicación de los principios del culposo porque hay un exceso de la legítima defensa", dijo el abogado. "Pero de ninguna manera están dadas las condiciones para aplicar prisión perpetua. No es un problema de la acusación, es una cuestión legislativa. No existe el elemento subjetivo especial que exige esta figura, por lo tanto (...) no puede pasar del homicidio simple", cerró.

 

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