Jueves 28 de marzo 2024

«Puedo tomar mates en cualquier casa»

Redaccion 25/10/2021 - 05.35.hs

Daniel Kroneberger llegó a este mundo por 15 minutos, según asegura su papá, para formar una familia en Colonia Barón, con Susana, su compañera de toda la vida y tener tres hijos. Se apasionó por la política desde la secundaria, en plena dictadura militar, y le tocó recorrer distintos caminos dentro del radicalismo, para ser el candidato a senador en las elecciones del 14 de noviembre donde se ve «con muchas posibilidades de ganar», aunque el desafío más reconfortante fue de su carrera, fue ser elegido por los suyos, como intendente de Barón.
En diálogo con el programa La Pampa Va, los domingos por Radio Noticias, el dirigente contó la historia de porqué, según su papá, llegó a este mundo por 15 minutos. «Todos tenemos alguna particularidad en la vida, o cosas para contar, y en mi caso no sé si me alcanzaría un libro, incluso desde el momento en por qué estoy aquí. Mi papá nació en Valle Daza, al oeste de Acha, con muchas dificultades desde lo económico. Ellos eran 11 hermanos, mi abuelo en un momento se enfermó y lo llevaron a Buenos Aires, y nunca más volvió, no se sabe qué pasó. Quedaron solos con mi abuela, y desde chiquitos siempre con la necesidad de llevar algo para la mesa», dijo.
Y añadió que «cuando tenía 22 años mi papá trabajaba en la empresa que estaba construyendo la Ruta Nacional 35, junto con uno de sus hermanos, y escucharon que en Junín de los Andes había mucho trabajo y pagaban bien, entonces vinieron a Santa Rosa a dedo pero perdieron el micro que los tenía que llevar al sur por 15 minutos».
«Los encontró un amigo que era jefe de Vialidad Provincial en la Terminal, y les dijo ‘vayan a verme que les voy a dar trabajo’, así fue que se quedaron acá, y a mi viejo lo mandaron al paraje La Puma que está entre Barón y Pico. En ese lugar conoció a mi mamá, que era hija del dueño del almacén de ramos generales. El siempre dice que estoy en la vida por 15 minutos, porque si se hubiese ido al sur, era otra la historia», recordó entre carcajadas.

 

«No quería estudiar».
Si bien nació en General Pico, Kroneberger vivió su infancia en el campo. «Hice la primaria en tres escuelas rurales distintas y a los 12 años me fui a vivir con mis abuelos a Pico para hacer la secundaria, yo no quería estudiar pero mi padre me dijo que tenía que estudiar sí o sí».
«Terminé como técnico electromecánico, con la idea de seguir ingeniería, pero la situación económica no daba y me volví a trabajar en el campo con mi papá. En 1986 se produjo la primera inundación, perdimos todo, y me vine a Colonia Barón donde había formado mi familia, me casé con Susana, teníamos dos hijos, y en ese momento que no sabía qué hacer, tuve que buscar una alternativa y puse un taller de frenos. En esa época había hiperinflación, así que no me fue demasiado bien», rememoró.
Y añadió que «cuando pasó todo lo de la inundación decidimos volver al campo de mi papá a trabajar ahí, haciendo tareas rurales, y mi esposa a dar clases en una escuela rural, y así estuvimos hasta 1995».

 

La familia con Susana.
«Con Susana tenemos tres hijos, los dos más grandes son Franco que es diseñador gráfico y vive en Santa Rosa, y Marcelo que vive en Barón y trabaja en la Cooperativa de Servicios Públicos. La más chiquita es Laura, que llegó después de 10 años, y se está por recibir de abogada en Santa Rosa, aunque en realidad quiere ser escribana», indicó con el orgullo de padre, y agregó: «Tengo una familia bárbara, no tengo nada para decir, ellos sí, porque me han tenido que aguantar desde el ’95 a la fecha en la política, con lo que esto conlleva en la familia».
Se definió a sí mismo, como un fanático del deporte. «Hice de todo, ahora juego a las bochas, porque de acuerdo a la edad que vas teniendo buscas qué podes hacer». Pero lo de ser bochófilo también es algo que viene de la infancia: «cuando vivía en el campo de chico, era el único varón con dos hermanas mujeres, entonces pateaba una pelota contra la pared nada más, y cuando mi papá jugaba a las bochas me prendía con él».
«Después cuando fui a General Pico incursioné en el fútbol, en Sportivo Independiente y en Cultural Argentino, jugaba de 4 o de 8, era firme, aunque en una sola oportunidad fui expulsado ya jugando el Villa Mirasol», recordó.
Pero la pasión por el futbol sigue, incluso como espectador. «Soy hincha de River de toda la vida, y miro fútbol cuando puedo, y sino miro los resúmenes a la noche. Me gusta ir a la cancha, voy a ver a Cultura Integral de Colonia Barón siempre, y cuando pude he ido a ver a River en Buenos Aires, o a la cancha de Vélez».
«También me gustan mucho los caballos, el turf, pero no me dediqué nunca a tener caballos. Me gusta más para ver. Y mi otra pasión es el automovilismo, en el que incursioné, dándome el gusto acompañar al ‘Vasco’ Juan José Bongiovani. Él me dio la oportunidad de acompañarlo en el Supercar pampeano cuando arrancó en tierra. También voy al boxeo, me gusta todo», aseguró.

 

Bailarín versátil.
Recordando la juventud, Kroneberger dijo que «era de ir a los bailes, después de ir al boliche, porque me gusta bailar», y destacó su versatilidad en ese sentido, «menos tango, bailo todo».
«Me gusta ir al bar del pueblo, acá en Barón a lo de Barale que es el que subsiste. Todavía una vez por semana se reúne la banda a comer un asado, un cordero al asador, y siempre que puedo sigo yendo. Ahí se juega al chinchón, al truco, después de comer y son cosas que también me gustan», aseguró.
Respecto a sus inicios en la política, aseguró que es algo que siempre le atrajo. «A mí me gustaba la política, yo estudié en la época del proceso, y cuando pude traté de ver dónde me identificaba más, leí mucho de los inicios del radicalismos, con Alem, Yrigoyen, y toda esa historia me incentivó a participar de una línea que era el MAY (Movimiento de Afirmación Yrigoyenista)».
«Participaba de muy pibe con gente mayor, y con el advenimiento de la democracia me puse a militar con la Juventud Radical, fui presidente en Barón, y en 1987 fue mi primer desafío, era un irresponsable, porque era muy joven, pero con todo el ímpetu me postulé para intendente de Barón y perdí por muy pocos votos. Pensé que ya estaba, que nunca más. Y en el año ’95 me fueron a buscar, me convencieron con tres asados».
En esas elecciones de 1995 fue electo intendente por primera vez, después fue diputado nacional, y hasta se postuló para ser gobernador de la provincia. Aunque de todos los desafíos que afrontó en la política, no dudó en señalar que «ser el intendente de tu lugar es lo mejor que te puede pasar, vos en política podes tener muchísimos cargos, pero haber sido elegido por tu gente es lo más reconfortante, si me preguntás lo más reconfortante en todos estos años es haber sido intendente de mi pueblo, elegido por mi gente». En esa línea, indicó que «como en todo lugar de toma de decisiones habrá gente que no me quiere por que no estuvo de acuerdo, pero yo puedo ir a tomar mates a cualquier casa del pueblo, y eso es lo que más me importa», aseguró.

 

«La diferencia nos sorprendió».

 

Para Kroneberger el respaldo en las elecciones Primarias, Abiertas Simultaneas y Obligatorias para Juntos por el Cambio (JxC) en La Pampa fue «muy importante», previendo que «en la general se puede mantener, porque en el trayecto de la campaña uno veía un resultado favorable», asimismo, señaló que «la diferencia sí nos sorprendió, a pesar de que veíamos mucho enojo en la gente con el oficialismo».
«El Frente de Todos, o el peronismo, siempre puso toda la carne en el asador, hoy están anunciando medidas con las que piensan revertir la elección, pero se dan porque perdieron, y las usan como una estrategia para revertir la elección. Pero nosotros creemos que tenemos muchas posibilidades de ganar», añadió.
Respecto al porqué de los votos para JxC, dijo que «se dio una multiplicidad de factores, yo vi un voto bronca en las PASO que capitalizamos nosotros, junto con las propuestas que dábamos como alternativa, y las reformas estructurales que proponemos. Y es lo que pide la gente que la está pasando mal, pide trabajo genuino, llegar a fin de mes, bajar la inflación, vivir con dignidad. Se juntan las dos cosas».
De cara al futuro, señaló que para las generales de 2023 en La Pampa, «desde mi lugar haré todo lo posible para que seamos la alternancia, que no se defina una candidatura a último momento, sino que los pampeanos nos vean que tenemos un equipo de trabajo. Eso vamos a aportar desde nuestro lugar el año que viene cuando empiece la función».

 

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