Miércoles 09 de julio 2025

Borgias de hoy con diferentes métodos

Redacción 16/07/2010 - 01.12.hs

SEÑOR DIRECTOR:
Los Borgia fueron famosos y temidos en un pasado ya lejano. Famosos porque tuvieron el poder religioso y político en Roma. Temidos porque, según dejó escrito Guillermo Apollinaire, para ellos "la vida humana carece de todo valor y su supresión se considera como un medio para tal o cual fin y no como un crimen abominable".
La literatura ha dado fama a Lucrecia, hija del cardenal Rodrigo Borgia (luego papa Alejandro VI) y su amante Vannozza de Cattanei. Era hermana de César Borgia y fue la amante de Rodrigo, su padre. La historia dice que esta familia usó a Lucrecia como un señuelo sexual, para atraer a enemigos reales o posibles y, en caso, eliminarlos. Esta historia presenta a Leonardo da Vinci, quien entró a servir a los Borgia para construir fortalezas. Dado que Leonardo tenía gran afición por la cocina, los Borgia le dieron oportunidad de ensayar sus ideas culinarias, pero luego César le encargó buscar o crear un veneno que no pudiese ser detectado por los probadores y que hiciese efecto horas más tarde de la comida. Leonardo buscó con su afán habitual y terminó adoptando un veneno traído de América por un marinero de Colón. Los Borgia resolvieron probarlo para eliminar al cardenal Minetto, que era uno de los candidatos a papa y que anunciaba su decisión de terminar con la corrupción en la iglesia. Minetto fue invitado a una cena. Fue con su probador, que probó cada plato y dio su aprobación. Pero Minetto, luego de comer una trucha pegó un grito, se levantó de su asiento, arrastró el mantel y cayó al piso, muriendo poco después. César miró mal a Leonardo (no se había cumplido el efecto retardado). Más tarde se supo que Minetto murió por una espina de pescado. El veneno americano no era efectivo. Lo habían probado en un gatito de Lucrecia, al que creyeron muerto, pero el felino reapareció y pasó la lengua por lo que había derramado Minetto.
Algunos historiadores han tratado de mejorar la imagen de los Borgia, porque la tradición recargó algunos detalles. Lo que no se ha podido mejorar es la tradición de envenenadores, que era compartida por muchos en la época, de modo que se puede aducir una circunstancia "cultural". En cuanto a esta nota, me ha parecido oportuno y conveniente traer este relato antes de decir que una comisión especial del parlamento europeo (de los países de la Comunidad, CEE) acaba de advertir que la posibilidad de que ocurra un accidente por el uso de cianuro en la minería en gran escala "es sólo cuestión de tiempo". La advertencia fue aprobada por el parlamento en una votación que arrojó amplia mayoría. En consecuencia, solicita a los países de la Comunidad que procedan a prohibir totalmente el uso del cianuro en la minería. Puede agregarse que esta minería usa el poderoso veneno como una manera de separar de la roca la pequeñísima cantidad de oro que contiene en ciertos lugares. Se necesita procesar dos toneladas de tierra o roca para obtener dos gramos de oro. Con las crisis frecuentes del sistema capitalista, el oro es un producto cuyo precio no hace más que aumentar y justifica, desde el exclusivo punto de vista económico, tan grandes trabajos e inversiones. Otro dato pertinente es el que llega desde Catamarca y otras provincias de la zona montañosa argentina, donde los pobladores vienen reclamando que se prohíba la minería de ese tipo, la que usa cianuro. Protestan los pobladores que descienden de pueblos precolombinos y poblaciones de origen europeo, porque, además, se sienten despojados de su tierra, destruido su ambiente y comprometida su vida.
No se sabe que las compañías mineras tengan algún Borgia o Borja en su directorio, pero el menosprecio por la vida humana de que habla Apollinaire, continúa invicto. Se privilegia la ganancia, la cual permite comprar ingenios que quizás no sean del nivel de Leonardo, pero que saben hacer lo suyo para capturar el oro en su íntimo y último refugio.
Atentamente:
JOTAVE

 


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