Miércoles 09 de julio 2025

Belgrano, los clubes y el rol del Estado

Redacción 03/07/2015 - 04.06.hs

El proyecto inmobiliario que se busca llevar a cabo en el predio del Club General Belgrano, y que hoy está en discusión entre los miembros de la entidad y vecinos de Villa Alonso, abrió un fuerte debate sobre la situación que aflige a los clubes y el rol del Estado frente a la práctica deportiva de chicos y jóvenes. El martes tuvo lugar la audiencia pública en la que se trató la iniciativa del grupo inversor privado que quiere levantar un emprendimiento comercial y un edificio en una parte del amplio terreno que posee la entidad, a cambio de relocalizar la cancha y erigir una villa olímpica en otro sector de la ciudad. La asamblea no llegó a ninguna conclusión y las discusiones continuarán en próximas reuniones.
La primera lectura sobre el caso lleva a considerar las consecuencias que tendrá para el club la sesión parcial del terreno. Algunos recordaron la película "Luna de Avellaneda" que trata un tema parecido aunque en un contexto muy diferente ya que transcurre en los menemistas años noventa. Algunos simpatizantes, con una fuerte identidad arraigada en lo barrial y en lo que representó la entidad para sus vidas, prefieren no avanzar con la propuesta, pero otros la aceptan como una posibilidad de oxigenar al club y ampliar sus actividades.
En medio queda el debate sobre la función y el presente que atraviesan las instituciones deportivas. No es la primera vez que estas entidades han tenido que desprenderse de parte de sus inmuebles o cederlos para emprendimientos comerciales. Tampoco es una novedad el hecho de que la participación y el compromiso de los asociados ha decaído por falta de dedicación de tiempo personal o del significado que tienen los clubes hoy, muy diferente al de otros tiempos en que mucha gente se involucraba desinteresadamente para trabajar o conducir sus destinos con el sano propósito de mantener las instalaciones y las actividades.
Los clubes se han convertido en entidades de no tan fácil acceso como antaño, si bien conservan un carácter popular. La práctica de muchos deportes es rentada para sostener profesores y equipamientos, y no siempre es accesible a los presupuestos de todas las familias. Asimismo se ha dificultado el acceso porque muchas de sus instalaciones están ubicadas en la zona céntrica de la ciudad y alejadas de los barrios.
En esta discusión también tiene lugar otro componente relacionado con lo anterior: el rol del Estado frente a la práctica deportiva. Desde la esfera oficial se habla de la inclusión y contención de las nuevas generaciones mediante la actividad física para neutralizar los riesgos de la calle. Pero las entidades padecen la ausencia de políticas públicas que las tengan en cuenta. El avaro sistema de subsidios vigente apenas alcanza para pagar las principales cuentas a fin de mes, y a veces ni siquiera eso.
El proyecto de Belgrano atañe a esa entidad pero también involucra a todos los clubes, porque hay transformaciones en la sociedad que influyen en su desarrollo interno. El debate franco entre todos los actores debe contribuir a iluminar el futuro de estas instituciones para que no sigan apenas sobreviviendo con el riesgo cierto de desaparecer asfixiadas por una realidad hostil.

 


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