El llamado de Baigorrita
El historiador rescata un texto publicado en el diario La Capital de Santa Rosa sobre la convocatoria de Luis Baigorrita. El breve escrito resume las dos décadas precedentes desde la consumación de las campañas militares a La Pampa de 1.879 y el establecimiento del Nuevo Orden con manifiestas demonizaciones de las poblaciones originarias y la vecindad conflictiva y retardataria.
POR JOSE CARLOS DEPETRIS*
Observando que así se la denomina a la cita que se recuerda -en cualquier aniversario- de algún acontecimiento que tuvo un rol clave en la constitución de la trama simbólica -o concreta-, que permita delinear la identidad colectiva de un grupo humano especifico. Sea para repensarlo o para resignificar temas que lo tuvieron como protagonista y de allí sopesar resultados.
Al respecto encontramos en una relectura ocasional a la colección del Diario La Capital, de Santa Rosa, aparecida el 22 de enero del año 1.901 (Numero 391) con relativo espacio en las inmensas hojas del periódico, y en la Sección “Artículos de fondo” donde son tratados varios y noticieros temas territorianos de manera breve y concisa. El avance del frente pionero, la vida social de las recientes poblaciones y la pujanza de algunas actividades comerciales afloran en la lectura actual como bienes culturales patrimoniales tan cara a nuestra identidad. Rescatamos deliberadamente de esta fronda, un articulo porque llamó particularmente nuestra atención motivando a la transcripción del mismo. Y seguidamente a ligerísimas conclusiones o comentarios sobre algunas precisiones del contexto histórico que motivaron la sentenciosa noticia.
Constituido – el texto- en escala vital de su plasmación como noticia periodística de la edición de aquel lejano día, y la magnificación del posterior derrotero intrincado de situaciones sociales de exclusión articulando la gran narrativa, nunca terminada, de nuestra vera historia regional de construcción de la ciudadanía pasada y presente en el Territorio Nacional que fuimos y en la provincia que somos.
Dice: “ … El 26 del corriente mes de enero hay reunión de indios de lanza y familias en Meuco, con el objeto de celebrar ceremonias religiosas según su culto.
Los convoca Luis Baigorrita y ya han sido enviados emisarios a todo el territorio. Es por primera vez que esto sucede después de la Conquista del Desierto. Como efectos de la formación de Colonias Indigenas, tan prudente y enérgicamente combatidas por el anterior Gobernador, el General Eduardo Pico.
Dios quiera que no sea esa reunión el origen de males peores e incalculables para un porvenir no lejano…”
Demonizaciones.
El breve texto, con su laconismo manifiesto resume en pocas líneas las dos décadas precedentes desde la consumación de las campañas militares a La Pampa de 1.879 y el establecimiento del Nuevo Orden con manifiestas demonizaciones de las poblaciones originarias y la vecindad conflictiva y retardataria.
Al citado Luis Baigorrita, heredero del cacicazgo de su famoso hermano fallecido en su disparada al sur, le cupo la pesada tarea de conducir desde entonces los sinsabores del remanente de su pueblo. Sea en su cautiverio en la isla-prisión de Martín García, con su correlato de maltratos y viruelas recurrentes. Luego, cuando ya no representaban una amenaza cierta son librados con libertad vigilada y errantes por dos décadas en la provincia de Buenos Aires. Famélicos y en plan de okupas. En los márgenes de las oportunidades y de los pueblos que jalonaban su camino de regreso. Hasta recalar nuevamente en la tierra natal. El Meuco.
Hay un documento del comisario Fonda que eleva al Gobernador el 15 de enero de 1.897 la radicación definitiva de la tribu en el Meuco. Eran 80 personas con pequeño capital de caballos y chivas. Poblaron a contrapelo del humor del Gobernador Pico. Son lapidarios sus propios Informes previos y posteriores negativos. También los oficiales, los periodísticos y de los latifundistas de la zona. En representación simbólica y económica a la vez.
El llamado.
Pese a todo, el llamado de Luis Baigorrita y cita expresa a sus paisanos dispersos del territorio se concreta. Y los camarucos y tayiles se suceden por décadas en sus campos del Lote 21. Alambrado por medio con los ranqueles de colonia Emilio Mitre. Era conocido el hecho que estos no concurrieran a su llamado. Es que aun campeaban en los enconos de parcialidades la postura colaboracionista de estos. Pero prestigiaban las reuniones las adivinas Catrieleras de los márgenes del Colorado – la mas famosa de ellas, Viviana García, muere en un viaje- en eterno ir y venir a celebrar con los dioses tutelares la Junta de los hermanos de sangre. El ancestral Travun.
Lo demás es historia conocida. O mejor, diluida en sus contenidos intangibles con la desaparición de los protagonistas y las memorias perdidas. Con el éxodo de las nuevas generaciones tras el corte del Atuel.
Por eso este rescate de la noticia que fue leído en papel hace hoy 124 años, y salvado de su posible desvanecimiento por la fragilidad de su soporte físico – probable fin del papel y tinta- tal vez como efemérides singular y atípica en este periódico evite otra doble desaparición: la del soporte material y la del contenido intangible.
Y sirva como reflexión de historias de determinación de gente de pueblo que desafió tozudamente al poder concentrado.
* Historiador, escritor y ex presidente del bloque de concejales del Frejupa en Santa Rosa
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