Germán Kammerath, preso

La semana pasada fue detenido Germán Kammerath, ex vicegobernador de José Manuel de la Sota y ex intendente de la ciudad de Córdoba. Fue condenado por negociaciones incompatibles con la función pública.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

En 1999 finalizaba en Córdoba el período de 16 años de gobiernos radicales con la asunción de José Manuel De la Sota como gobernador de Córdoba, quien llevó en aquel momento como vice al ex funcionario menemista Germán Kammerath, en una alianza denominada Unión por Córdoba. Veintidós años después, ese espacio político, rebautizado Hacemos por Córdoba, sigue gobernando la provincia mediterránea, ahora con Juan Schiaretti.

 

Kammerath provenía de las filas de la Unión de Centro Democrático (UceDé), del clan Alsogaray; quizás sea por aquella primigenia alianza con la derecha cordobesa que el actual gobernador cordobés fuera considerado "tan amigo" por el ex presidente Mauricio Macri.

 

Lo cierto es que si algo une a Juntos por el Cambio y HxC en esta campaña hacia las legislativas del 14 de noviembre, es el furioso antikirchnerismo, que se traduce en consignas tales como "hay que frenar a Cristina" (Luis Juez) o "ni más ni menos que Buenos Aires" (el schiarettismo y sus dos candidatas principales, la esposa del gobernador, Alejandra Vigo y la hija del ex mandatario, Natalia De la Sota).

 

Kammerath sólo estuvo seis meses como vicegobernador, ya que asumió como intendente de Córdoba en diciembre de 1999, y en su mandato de cuatro años hubo numerosas denuncias por corrupción, muchas de ellas promovidas por el sindicato de empleados municipales dirigido por Rubén "Gringo" Daniele.

 

La causa.

 

El ex intendente fue condenado en 2015 por la Cámara del Crimen de Segunda Nominación de Córdoba, integrada por los jueces Juan Manuel Ugarte, Ítalo Vitozzi y Eduardo Valdez, a tres años y medio de prisión efectiva, por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública. La acusación que derivó en la condena fue por haber contratado con una empresa para el seguimiento de la flota de vehículos municipales, vinculada con un pariente suyo.

 

La denuncia la formuló el hoy diputado y candidato a senador Luis Juez, quien fue el sucesor de Kammerath en el Palacio 6 de Julio, sede de la municipalidad de la capital cordobesa. Las vueltas de la política hicieron que actualmente el denunciante integre la misma alianza política (Juntos por el Cambio) que su denunciado, hoy preso por corrupción, quien fuera además el armador en Córdoba del partido político que lidera esa alianza, el PRO. Con bastante éxito, si tenemos en cuenta los triunfos electorales de los últimos años, que dieron al macrismo, radicales y juecistas una amplia victoria en las urnas.

 

Por esas paradojas de la política, otro de los denunciantes, Ernesto Martínez, actual senador por Córdoba, al momento de tener que declarar en la audiencia pública, dijo "no recordar" nada de sobre lo que había sido materia de la denuncia formulada por su jefe político y él mismo, una década atrás. Un senador desmemoriado o abrumado por tantas volteretas políticas suyas y de Juez.

 

Sentencia firme.

 

Kammerath recurrió esa sentencia, y el Tribunal Superior de Justicia rechazó la casación, pero hizo lugar al recurso de queja por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Con una salvedad, al permitir que la condena quedara en suspenso, contradiciendo la jurisprudencia de ese mismo Tribunal, que no permite la suspensión de la ejecución de la sentencia por la interposición de un recurso de queja. De esa forma, el ex intendente pudo evitar la cárcel en aquel momento.

 

Faltando un día para que la causa prescribiera, la Corte Suprema dictó una resolución rechazando el recurso interpuesto por la defensa de Kammerath, con lo cual dejó firme la sentencia a tres años y medio de prisión, de cumplimiento efectivo. Por ello es que el jueves de la semana pasada ingresó al penal de Bower, la cárcel situada 15 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba, a la vera de la ruta nacional 36.

 

El fallo de la Corte lleva la firma de los ministros Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco. Esta última lo hizo dos días antes de jubilarse. El voto en minoría de los restantes integrantes del tribunal, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, favorecían al condenado, por haberse "excedido" la garantía de ser juzgado y obtener una sentencia firme dentro de un "plazo razonable".

 

Sin embargo, la fiscal de Cámara que acusó en el juicio a Kammerath, Laura Battistelli, afirmó que fueron los planteos de la defensa los que demoraron tanto la resolución del proceso.

 

No son "nuevos".

 

Una de las aliadas políticas de Kammerath en la UceDé, en Unión por Córdoba y el PRO, la senadora Laura Rodríguez Machado, hizo su campaña en 2015 presentándose como lo "nuevo" en política. Una caracterización que también utilizaron otros prominentes dirigentes del macrismo, durante aquella campaña, que luego los llevaría al gobierno nacional. Muy parecido a lo que promueve el nuevo líder de la derecha, Javier Milei, quien grita enfervorizado contra la "casta política", refiriéndose al resto de los candidatos y candidatas, sin diferenciar peras de manzanas. Aunque luego de su entrevista con Mauricio Macri hace unos días, se encargó de aclarar que el ex presidente no pertenece a esa casta.

 

Ambos dirigentes cordobeses, Kammerath y Rodríguez Machado, comenzaron sus pasos en la política en la UceDé, la segunda como diputada provincial en los '90 y el primero, ya en el menemismo, como secretario de Comunicación e interventor de ATC-Canal 7, la hoy denominada Televisión Pública. Ambos apoyaron y formaron parte de ese gobierno que remató las empresas del Estado, cercenó conquistas laborales y dejó al país con altísimos índices de desempleo y pobreza.

 

Kammerath terminó su mandato como intendente con un amplio repudio por su pésima gestión y por las denuncias de hechos de corrupción ocurridos durante su gobierno, uno de los cuales lo tiene hoy con prisión efectiva. A pesar de ello, y con base en la extinguida UceDé, fue uno de los armadores del PRO en la provincia de Córdoba, partido al que se sumó Rodríguez Machado, quien también fue funcionaria de Kammerath en su intendencia, y de De la Sota en su gobierno provincial.

 

Como se verá, en Córdoba, también lo "nuevo" es bastante viejo; abundan los camaleones, los panqueques y la portación de apellidos.