Las sociedades no se suicidan

Las sociedades no se suicidan. Gente de derecha, de centro y de izquierda lo ha dicho con diferentes argumentos. Las ballenas tampoco lo hacen. Pero cada tanto aparecen sociedades y ballenas que parecen que lo han hecho.

A veces sucede que en busca de alimento, las ballenas pueden terminar accidentalmente encalladas, esto ocurre cuando el oleaje y la baja marea las dejan varadas en la playa. Las ballenas en esa situación envían señales de angustia y el resto de la manada intenta ayudarlas, pero puede que así todas terminen varadas.

A veces sucede que los humanos pierden su estado de bienestar y se le hace cada vez más cuesta arriba llegar a fin de mes. Algunos de ellos empiezan a emitir sonidos de angustia. Estos llegan a oídos de los líderes y los más desequilibrados empiezan a proponer salidas mesiánicas.

Uno de ellos detesta el Estado y habla de reducirlo a su mínima expresión, propone dolarizar, o sea dejarnos sin moneda, privatizar las empresas estatales, las jubilaciones y la salud, arancelar la educación pública, eliminar el Banco Central, terminar con la coparticipación a las provincias, hacer una reforma laboral con supresión de indemnizaciones por despido sin causa, libre portación de armas, venta de órganos humanos, entre otros mucho males. Por si fuera poco, también se comunica con su perro muerto.

Los hombres varados escuchan y creen que esa va ser su salvación. Puede que todos quedemos encallados.