¿Querés recibir notificaciones de alertas?

Martes 16 de diciembre 2025

Milei candidato al Nobel del papelón

Redacción 16/12/2025 - 00.16.hs

El viaje del presidente Javier Milei a Noruega fue un verdadero papelón internacional para la Argentina, una puesta en escena donde la entrega de la discutida distinción a Corina Machado fue una simple excusa para reafirmar las relaciones carnales de subordinación a la política exterior de Estados Unidos que encarna el mandatario y sus socios.

 

El viaje se decidió como suele ser costumbre en este gobierno, sin un ápice de respeto por la investidura presidencial de la Nación argentina que excede el mandato actual y tiene en su haber nada menos que dos premios Nobel de la Paz, uno por el rol de nuestro canciller Saavedra Lamas en la paz de la guerra entre Bolivia y Paraguay y el otro y más reciente, por el papel de resistencia pacífica a la dictadura genocida por parte de Adolfo Pérez Esquivel.

 

Nada de eso se asemeja la nominación de Corina Machado que no ha sido una luchadora por la paz en su país, todo lo contrario, ha promovido manifestaciones violentas y ha justificado cualquier método para imponer su llegada al poder. En el colmo de su rol contrario a la paz mundial, está decididamente a favor de la invasión extranjera a su patria con la que amenaza Estados Unidos con medidas que violan la autodeterminación de los pueblos y los tratados que sustentan el derecho internacional.

 

Por eso el premio a la dirigente venezolana ha levantado fuertes y fundadas críticas dentro y fuera de Noruega. Catedráticos de la Universidad de Oslo entre otros han alzado su voz para objetar que el premio esta vez parece destinado a darle cobertura a la agresiva campaña guerrera de Donald Trump contra Venezuela que a distinguir esfuerzos genuinos por la paz mundial.

 

El mejor ejemplo de este estado de opinión crítico en buena parte del mundo civilizado lo dio la ausencia de mandatarios en la ceremonia de entrega del premio. Solo los presidentes de Paraguay, Ecuador y Panamá acompañaron al argentino. El resto del mundo hizo mutis. Ni Trump fue.

 

Pero no es sólo esta patética muestra de seguidismo a la agresión que Trump prepara en América de Sur sobre Venezuela, sino que al alinearse en el bando de los que apoyan la invasión, Javier Milei se llevó puesta la mayor contribución argentina al derecho internacional.

 

Con su viaje, Milei exhibe impunemente su ignorancia de la reconocida doctrina argentina, luego adoptada por el mundo, sobre el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en los asuntos internos de los países que sostuvo el Premio Nobel de la Paz argentino Saavedra Lamas y años antes había defendido el canciller Luis María Drago, justamente, ante un intento norteamericano de invadir Venezuela hace más de un siglo.

 

Por si algo faltaba para completar este desgraciado episodio diplomático protagonizado por el presidente y su séquito (que gastaron cientos de miles de dólares en un viaje inútil para los intereses de la Nación) la suspensión de las reuniones bilaterales y la precipitada salida de Milei de Noruega fueron la comidilla de las cancillerías mundiales.

 

Es que su admirado Netanyahu, el genocida titular del Estado de Israel con sus matanzas de niños en Gaza, al negar el ingreso del premier de Noruega, Jonas Gahr Store, a Israel, puso a Milei en el aprieto de estar en un país donde le iban a recriminar su papel de apoyo a Netanyahu y al genocidio del pueblo gazatí. Advertido del papelón, Milei poco menos que huyó del hotel donde se hospedaba y ni siquiera se quedó a la tradicional cena de entrega del Nobel. Un papelón.

 

'
'