Otros chats con muy feo aroma

Una nueva filtración de chats salpica a la justicia federal y a la dirigencia del macrismo mostrando hasta qué extremos de relaciones espurias anidan en esas ollas desbordantes de olor pestilente. Y de nuevo aparece en un rol estelar el suspendido ministro de Seguridad de Rodríguez Larreta, Marcelo D'Alessandro, el mismo que chateaba con Silvio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosatti, sobre la cocina de la sentencia por la coparticipación que benefició a la Capital Federal en perjuicio de las provincias, o sobre la mejor estrategia para copar el Consejo de la Magistratura desde el Senado de la Nación.

Ahora las filtraciones que saltaron en la jornada del jueves lo muestran a D'Alessandro intercambiando mensajes muy llamativos con el juez federal Sebastián Ramos que permiten identificar gestiones realizadas por un automóvil que el exministro le habría cedido al magistrado en lo que, todo indica, sería una irregularidad supina: por qué el gobierno de CABA debería proveer de vehículos a un juez federal, cuando son dos jurisdicciones distintas que manejan presupuestos distintos. Otro trámite similar de suministro de automóviles aparece también en los chats aunque esta vez en favor de un fiscal: Ignacio Mahiques, apellido muy frecuente en todas las filtraciones.

El texto de los mensajes muestra un trato muy cordial, hasta de tono íntimo, con abundancia de sobrenombres y expresiones amistosas. Este hecho estaría desmintiendo lo que dijo Ramos el jueves ante la Comisión de Juicio Político, adonde fue citado por haber archivado sin investigar, justamente, la causa iniciada a partir del anterior chat (entre D'Alessandro y Robles). Ante la pregunta concreta de un diputado, el juez federal negó categóricamente tener vínculos cercanos con D'Alessandro. Fue tan evidente la contradicción entre esa negativa y lo que muestra el chat entre ambos -que por esas mismas horas se conocía a través de algunos medios-, que varios diputados adelantaron que impulsarán una denuncia por falso testimonio contra el juez.

Otro magistrado que declaró esa misma jornada ante la Comisión, Alejo Ramos Padilla, fue terminante cuando afirmó, en un sentido muy distinto al de su colega, que "lo que se ve en Comodoro Py es una cadena de favores, donde unos tapan los problemas de los otros".

En esta última filtración también aparece otro intercambio sugestivo: mensajes entre D'Alessandro y Juan Manuel Olima, mano derecha de Eduardo Casal, el procurador general interino que puso Macri a dedo. En esos chats Olima le anticipa a D'Alessandro un dictamen vinculado con la causa por la coparticipación de la CABA. Otra vez información privilegiada entre "amigos" de jurisdicciones muy distintas con prescindencia de todo escrúpulo republicano

Hay que recordar que del teléfono de D'Alessandro se filtraron aquellos primeros chats originados en el escandaloso viaje a Lago Escondido del propio funcionario junto a jueces como Ercolini, Mahiques padre e hijo, para encontrarse con Jorge Rendo y Pablo Casey, del Grupo Clarín, en la fastuosa mansión de Joe Lewis.

Es evidente que el juicio político a la Corte abrió una enorme caja de Pandora.