Jueves 04 de diciembre 2025

Rumbo y memoria

Redacción 04/12/2025 - 00.47.hs

Antes que dar lugar a una reflexión política de fondo, destinada a armonizar con los opositores los puntos más ríspidos, el triunfo del mes de octubre parece haber impulsado a las cabezas directivas del gobierno a persistir en los rumbos errados, y ello en las actividades más variadas.

 

Valga, para el caso, la actitud adoptada por ciertos sectores de la Iglesia Católica, tenida por el principal credo que se ejerce en el país. Es evidente que las palabras del Papa Francisco silenciaron o rebajaron en mucho las propuestas y declaraciones del sector más conservador de la Iglesia, aquel que diluía o ignoraba los errores de la comunidad religiosa y sus miembros y reivindicaba hechos y personas del régimen del Proceso, que enlutó a la Argentina en el pasado. Pero bastó que La Libertad Avanza se impusiera en las pasadas elecciones para que pulularan algunas declaraciones sacerdotales exigiendo medidas reivindicatorias para quienes fueron condenados por crímenes de lesa humanidad.

 

Resulta sorprendente que en una institución como la Iglesia, donde se ejerce un discreto pero efectivo respeto por las jerarquías, algunos personajes se hayan manifestado abiertamente por encima del orden político-religioso establecido. Un caso emblemático fue ignorar por parte del mencionado sector las resoluciones de la Asamblea Episcopal en cuanto a manifestaciones para con el pasado. Sin embargo, el mejor ejemplo de esa actitud lo dio el obispo castrense al abogar “por el otorgamiento de la prisión domiciliaria a aquellos militares y miembros de las fuerzas de seguridad enfermos y con años de prisiones preventivas”, pero sin sentencia, acusados de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.

 

“No puedo dejar de pensar en aquellos fieles nuestros que más están sufriendo (…),muchos de ellos por causa de miradas parciales e ideologizadas”, afirmó el obispo, refirmando con una frase muy polémica y abiertamente opuesta a la posición de la jerarquía sobre el tema: “Constatamos muchas injusticias, sin duda lo más parecido a la venganza”, y, parcializando y dejando de lado la globalidad de la palabra papal, dijo que Francisco “nos invitó a no dejarnos ganar por la ideología de un lado y de otro”.

 

“No podemos dejar de pensar en tantas familias que, sufriendo en tiempos de democracia violencia y atentados, hoy se los sigue silenciando y etiquetando, sin recibir ningún tipo de de reconocimiento”, subrayó en referencia a las víctimas y familiares de atentados terroristas.

 

Acaso sin advertir la contradicción, citó al Pontífice diciendo que “la violencia ejercida desde las estructuras y el poder del Estado no está en el mismo nivel de la violencia de grupos particulares. De todos modos -agregó- no se puede pretender que sólo se recuerden los sufrimientos injustos de una sola de las partes”.

 

Más adelante, pidió que la memoria no opaque la verdadera historia, ni aún desde aquellos que han tenido en mayores responsabilidades, pues nunca se deben silenciar o negar situaciones violentas y dramáticas que hemos vivido de uno u otro lado, insisto, aunque haya mayor responsabilidad por parte de quienes nos gobiernan”.

 

Como se advierte, lo dicho por el obispo no solamente es parcial sino que también deja de lado la memoria. Muy distinta es la opinión de los Curas en la Opción por los Pobres, quienes emitieron un documento en el que pidieron “no dar la espalada a la realidad”, muy especialmente en el tiempo del “Adviento”, que en la liturgia católica es la preparación para la Navidad.

 

“En la Iglesia Católica romana el tiempo de Adviento es tiempo de esperanza, pero esperar no es una actitud pasiva, de inacción y pietismo” sino que “es tiempo activo, dinámico y militante”, porque -agregaron- “no es dar la espalda a la historia y cerrar los ojos a la realidad” sino que es “preparar el camino, enderezar los senderos”.

 

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