Un alto precio
Aunque finja una cierta indiferencia y presente razones que están lejos de ser justificativas -algunas directamente falsas- Israel comienza a pagar un alto precio por su ya innegable genocidio en Gaza, repugnante proceder similar al que tuvieran los nazis para con el pueblo judío.
El repudio ha tomado formas múltiples y variadas en ámbitos muy distintos y hasta se diría que inesperados. La Corte Internacional de Justicia ha reconocido la condición de genocidio a los actos cometidos por Israel en Gaza, si bien necesitó un año de masacres para advertirlo, pero esa acción corre pareja con otras que se dan en el ámbito deportivo, donde hay pedidos y manifestaciones expresas de figuras destacadas y asociaciones pertinentes para boicotear no solamente las participaciones israelíes en eventos deportivos, sino también a las marcas de prendas conocidas a nivel mundial que, utilizándolas, apoyan la participación de los deportistas judíos. Un argumento irrefutable consiste en que si se niega la participación oficial de Rusia en torneos de índole mundial como sanción por la invasión a Ucrania, ¿por qué no se toma una medida similar ante los indiscriminados ataques de Israel en Gaza? También se ha hecho público en varios países occidentales el pedido de no consumo de varios alimentos y bebidas altamente populares en el todo el mundo de directa relación con ese país.
Mientras crece el repudio a la acción del ejército judío y sus autoridades comienzan a reconocer que la idea esencial es arrasar al pueblo palestino, erradicar a lo que quede de sus habitantes y refundar el uso de esas tierras, en los días actuales, también como forma de protesta, una flotilla internacional de barcos navega hacia la franja de Gaza llevando alimentos a sus hambreados habitantes, a quienes el ejército israelí no permite recibir víveres, con la consecuente muerte diaria por hambre de numerosos habitantes, niños especialmente. No se sabe qué medidas se tomarán contra las naves, pero ya hubo advertencias del lado opuesto.
Pero seguramente la noticia más trascendente al respecto ha sido el reciente reconocimiento de Palestina como un Estado por parte de Portugal, Reino Unido, Canadá y Australia, que se unen así a las anteriores medidas de España enfriando la relación con el país judío y a las ya antiguas de los países escandinavos y Sudáfrica en el mismo sentido. Para más, se advierte que tres de esos cuatro países que reconocen a la sufrida Palestina sonde la órbita política de los Estados Unidos que, a excepción de algunos pequeñísimos estados insulares, es el único país de significación mundial que sostiene, arma y defiende a Israel. A este panorama se suma la ultra vergonzante postura de la Argentina mileísta.
Pero también esa defensa a ultranza por parte de los norteamericanos ha comenzado a resquebrajarse. Algunas de sus principales universidades tuvieron protestas multitudinarias –duramente reprimidas- contra la situación en Medio Oriente y, como un fuerte e inesperado
golpe en el mismo sentido, se ha manifestado un grupo de conocidos actores de Hollywood, en cuya gran industria han estado presentes desde siempre fuertes capitales de origen judío.
Para finalizar, cabe también destacar un hecho notable acaecido en Santa Rosa: una manifestación popular de repudio a la matanza en Gaza apareció en un mural de la ciudad. La obra, además del dibujo, es expresiva en una frase: “Alto al genocidio. Palestina libre”.
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