Una crisis sin cierre
Este análisis busca poner en evidencia la falta de una política clara y efectiva a nivel nacional. La reducción de recursos y la ausencia de planificación dejan a los brigadistas en una situación extremadamente difícil, afectando la eficacia de la respuesta ante incendios de gran magnitud.
POR LIC. GUSTAVO ROMERO
A un mes del inicio del incendio en la zona de El Manzano, en Bariloche, las autoridades aún no han logrado dar por cerrado ninguno de los sectores afectados. Hasta el momento, el fuego ha arrasado más de 6.000 hectáreas, y la falta de acceso terrestre ha dificultado las tareas de combate, haciendo que los medios aéreos sean fundamentales tanto para el traslado de personal como para la utilización de aviones hidrantes.
En el primer día del incendio, se desplegaron dos aviones que realizaron múltiples lanzamientos de agua y un helicóptero para el transporte de brigadistas. Sin embargo, actualmente el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) cuenta con 15 medios aéreos en todo el país, de los cuales solo una parte está operando en Bariloche. De estos, siete son aviones y siete son helicópteros, además de un avión observador, siendo este el único que no tiene capacidad para descargar agua.
Reducción de recursos a nivel nacional.
En años anteriores, la cantidad de medios aéreos contratados por el SNMF alcanzaba los 26, pero actualmente el número se ha reducido significativamente. Es importante destacar que el Gobierno Nacional nunca ha adquirido aeronaves propias para el combate de incendios forestales. Desde la creación del Plan Nacional de Manejo del Fuego, se utilizaron helicópteros de la Fuerza Aérea y, desde el año 2000, también los del Ejército, mientras que los aviones hidrantes siempre han sido alquilados a empresas privadas.
Esta situación pone en evidencia la falta de políticas a nivel nacional para fortalecer el combate de incendios. En comparación, hace pocos días en Chile, en la región de San Javier, se desplegaron 13 medios aéreos en el mismo día en que se detectó un incendio que afectó 1.200 hectáreas y se logró controlar rápidamente, a pesar de la inaccesibilidad del terreno. Mientras tanto, en Argentina, el incendio de El Bolsón en 2021 afectó cerca de 7.000 hectáreas y demoró varias semanas en ser contenido, con una disponibilidad de medios aéreos similar a la actual.
En otras partes del mundo, la diferencia es aún más notoria. En Estados Unidos, la Agencia Forestal dispone de más de 100 aeronaves, incluyendo grandes aviones cisterna como el DC-10 y el Boeing 747, con capacidades de carga de hasta 75.000 litros de agua. En España, el dispositivo de incendios forestales cuenta con cerca de 70 aviones y helicópteros distribuidos estratégicamente en todo el país, lo que permite una respuesta rápida y eficaz ante emergencias.
Incluso dentro de Argentina se han tomado medidas a nivel provincial que contrastan con la falta de acción nacional. Un ejemplo de ello es Santiago del Estero, que adquirió un avión hidrante Boeing 737 Fireliner para combatir incendios forestales. Este avión, con capacidad para transportar hasta 15.000 litros de agua, fue utilizado durante algunos días en el combate del incendio, pero luego tuvo que regresar a su provincia para un mantenimiento programado, dejando en evidencia la falta de disponibilidad de recursos aéreos permanentes en el país.
Logística compleja y recursos limitados.
En la actualidad, en el incendio del Manzano operan solo cinco medios aéreos: tres helicópteros (uno de ellos contratado recientemente al Ejército para el transporte de personal) y dos aviones. El traslado de brigadistas se realiza mediante embarcaciones a los sectores cercanos al lago y por helicóptero en el resto del perímetro, con tiempos estimados de al menos 40 minutos por viaje. Cada helicóptero tiene capacidad para transportar entre seis y siete brigadistas con herramientas, y en la zona trabajan entre 90 y 110 brigadistas en total.
Sabemos que en este tipo de grandes incendios, el avión por sí solo no los apaga. Para que la descarga de un avión (por más cantidad de agua que largue) sea efectiva, tiene que haber brigadistas en tierra. En estas condiciones, con solo tres helicópteros para desplazarlos al perímetro del incendio, la efectividad del trabajo de los mismos parece muy baja.
Debido a las condiciones atmosféricas y las restricciones operativas de los medios aéreos, el personal comienza a ser trasladado entre las 9 y las 10 de la mañana y debe ser retirado alrededor de las 17 horas para garantizar la seguridad antes de que anochezca, ya que los medios aéreos no están habilitados para operar en horario nocturno.
Emergencia mal gestionada.
Este análisis no busca cuestionar el trabajo de los jefes zonales ni de los operativos que están combatiendo el incendio, sino poner en evidencia la falta de una política clara y efectiva a nivel nacional. La reducción de recursos y la ausencia de planificación a largo plazo dejan a los brigadistas ( la mayoría con contratos laborales vencidos en diciembre) en una situación extremadamente difícil, afectando la eficacia de la respuesta ante incendios de gran magnitud como el del Manzano.
Mientras el fuego sigue avanzando y las condiciones no mejoran, la pregunta sigue en el aire: ¿Cuánto más debe arder antes de que se tomen medidas concretas? ¿O las autoridades solo están esperando una lluvia que los salve?
* Actualmente Coordinador de la Tecnicatura en Gestión Integral de Incendios Forestales Universidad Nacional de los Comechingones. Villa de Merlo. San Luis. Ex - Director General de Defensa Civil La Pampa (2004 – 2016). Ex - Coordinador Regional PNMF (2000 – 2004)
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