Lunes 29 de abril 2024

Un mago de los números

Redacción 29/04/2015 - 04.33.hs
Consiguió logros nacionales e internacionales gracias a su inteligencia y velocidad mental para la Matemática y la Física, pero en su vida se mezclan los deportes, los amigos, las salidas y la magia.

Santiago propone mostrar algunos trucos de magia. En uno de ellos hay que elegir una carta, firmarla y luego de que la dobla en cuatro pide retenerla en la boca, sujeta con los dientes. El joven mago hace lo mismo con otra carta a la que le estampa su propia firma. El desenlace deja asombrados a todos: de su boca saca el 8 de corazones del periodista mientras que éste descubre que entre sus dientes ahora está la carta con la firma del joven.
A los 17 años, Santiago Cuevas es más conocido por sus destacados resultados nacionales e internacionales en olimpiadas de Matemáticas, Física y Química que por sus trucos de magia. O por sus medallas en natación. Todo lo hace con naturalidad y desarma cualquier prejuicio sobre la imagen de un adolescente que porta una inteligencia y velocidad mental fuera de lo común.
"Acá no lo vemos nunca estudiar. Lee algo un ratito y listo, se va con alguno de sus grupos de amigos, sale de noche, está con la novia, hace deportes. Antes le decíamos 'traga' al que se la pasaba estudiando y ahora creo que se le dice 'nerd', pero él no tiene ese perfil para nada", asegura Dante, el padre de Santiago que hace un retrato más que realista de su hijo.
En su último año del colegio secundario Santo Tomás de Santa Rosa, Santiago prepara de a poco su viaje a Estados Unidos. Es que fue seleccionado para un campamento científico que se hace todos los años desde lo '70 y en el que se reúnen a chicos y chicas de todo el mundo.
"Ya había intentado participar el año pasado y no quedé. Es una propuesta abierta, te anotás y mandás un ensayo sobre distintos tópicos. Lo que te piden son logros académicos, extraescolares y te preguntan qué cosas te interesan y qué querés ser cuando seas grande. De ahí seleccionan y pasás a la entrevista telefónica, que se hace toda en inglés. Te preguntan sobre cuestiones científicas actuales para ver si estás informado y al tanto de lo que pasa", explicó Santiago.
El joven santarroseño fue el único varón elegido de nuestro país. Viajará junto a una chica de Rosario, que también superó las evaluaciones. Se trata del Campamento Nacional de Ciencias para Jóvenes que es auspiciado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, el estado de West Virginia y la Nacional Youth Sciencie Foundation.
También se explorarán nuevas áreas, relacionadas con las ciencias biológicas y físicas, con el arte y la música. "Creo que una de las cosas que me ayudó a ser seleccionado es la cuestión de la magia; les llamó la atención mi interés en esa actividad", estimó Santiago, que además de las charlas de destacados científicos, talleres y visitas a Washington ("nos van a llevar a la Casa Blanca y a otros lugares históricos") desarrollará actividades como escalamiento de montañas, ciclismo, caminatas, kayak y otras en el Bosque Nacional de Monongahela.
Santiago no es solo un apasionado de la ciencia. Sus primeras olimpíadas no fueron de cálculos matemáticos o cuestiones de la Física. A los 12 años participó en competencias similares pero de Lengua. "Escribía cuentos. En un viaje a Santiago del Estero llegué y hasta me pidieron autógrafos", recuerda y suelta la carcajada.
"A una docente le habían gustado mucho sus cuentos y había trabajado en el aula durante todo el año con esos textos. Entonces cuando llegó 'Santiago Cuevas, el de los cuentos' todos querían conocerlo, y no podían creer que era un chico como ellos", completa Valeria, la mamá, docente de Estadística en la Universidad Nacional de La Pampa.
Con el tiempo, el interés se centró en Matemática y Física. Y se repitieron los viajes, los premios y las satisfacciones. En 2013, por ejemplo, Santiago participó en tantas competencias que en total faltó 90 días al colegio. "Las faltas están justificadas en ese caso, así que cuando volvía recuperaba y rendía. Por suerte no tuve problemas", señaló quien el año pasado fue elegido como "Mejor compañero" de su curso.
Cada uno de los viajes tiene el respaldo económico de la escuela, de la provincia, de la nación o del gobierno estadounidense, como sucederá con la totalidad del periplo que comenzará en junio y se extenderá hasta julio próximo. "Nosotros no podríamos pagar los viajes y los gastos, pero tampoco podemos cortarle las posibilidades que tiene, así que lo apoyamos en todo lo que podemos", coinciden Valeria y Dante, que desde hace años trabaja como electricista.
En pocos meses Santiago dejará atrás la etapa escolar para empezar a delinear su futuro. En realidad, ya comenzó a esbozarlo desde hace tiempo. "Mi idea es estudiar alguna ingeniería y después ingresar al Instituto Balseiro. Para eso necesitás hacer dos años de ingeniería y después vas a un examen de admisión", indicó.
Santiago mira videos del gran mago René Lavand y, tozudo, estará horas hasta sacar el truco. Luego lo ensayará y hará la prueba con sus padres, su hermana Evangelina (13), su novia Marina, con sus amigos en un asado o con su profesor en la cartomagia, Martín Monacci. Allí pondrá toda su inteligencia, pero también su picardía, un componente que nunca falta en un mago pero tampoco en un adolescente. Como Santiago, el mago de los números.

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