Auténticamente pampeano

Gregorio Zanardi (24) se define como un chico libre, autodidacta y auténtico. Es oriundo de Realicó y desde que tiene uso de razón pinta todo tipo de bocetos. Sin embargo, fue durante la pandemia que liberó su genio artístico.

Estefanía Bernatené *

Gregorio Zanardi señala que antes del 2020 estudiaba Sistemas, después hice un tramo de la carrera de Diseño, pero el arte siempre estuvo presente.

En 2020 comenzó a pintar más asiduamente y el volumen de sus obras fue aumentando. Tenía la materia prima, pero quería lograr la forma de poder vivir de su arte. “Estar encerrado fue una trampa y ahí fue entonces, cuando descubrí los NFT”, dijo Grego, como muchos lo conocen.

Los NFT (Token no Fungibles) son activos digitales únicos que representan la propiedad de un ítem, ya sea físico o digital, a través de la tecnología de blockchain y normalmente muchos artistas contemporáneos lo emplean para vender su arte digital. “Ese año hice una colección digital. Eso me llevó a estudiar e interesarme más sobre los NTF”.

Zanardi señaló que poder manejar la venta digital de sus obras, fue un antes y un después. Todo ese año 2020 estuvo creando desde Realicó y a mediados de 2021 regresó a Córdoba. “Ni bien volví después del 2020, empecé un taller de pintura con José Carlos Roberto, que es un pintor de Córdoba en donde aprendí a pintar con óleo”. Mejorar estaba dentro de sus planes y eso se refleja en sus producciones. Hoy su estilo ecléctico mezcla textura y en su portfolio pueden verse piezas de figuras antropomórficas, (cabeza de animal y figura humana), también personajes como “El Nadador”, “Casino man” o “El Torero”.

También rostros asimétricos. Entre sus artistas preferidos, el realiquense mencionó a Lucian Freud y Picasso. “Cuando estaba aprendiendo a pintar me gustaba mucho ver referencias de artistas así que es algo que tengo incorporado y prefiero quizás los más contemporáneos. Además que me interesa seguir aprendiendo y sumando conocimiento”, explicó.

Al principio en su colección se veían las figuras humanoides y rostros. “Últimamente me llama la atención los personajes con rostros más viejos”.

Musas y exposiciones.

Su inspiración no viene de personajes autoreferenciales, sino que llega a través de la música y la relajación. Es ahí donde según explicó, logra crear un ambiente que le sirve de musa. Además recordó que de chico veía su tío pintar, Matías Tejeda. “Creo que hay algo de su obra en mi obra. Y que tanto Matías como mi tía Noel y mis viejos, siempre me dieron ese espacio para dibujar y ser libre de crear”.

“Cuando empiezo a pintar primero improviso un boceto. Hace poco un amigo me dijo que mi obra era como jazz, en donde se improvisa un estilo y se va de a poco construyendo la obra de arte”. Además de trabajar con oleos, emplea una tableta gráfica que simplifica el proceso creativo. “Me gusta ir viajando y a la vez trabajando en mis obras. Me resulta muy cómodo y me sirve para mezclar colores”. Su modalidad de trabajo es primero inspirarse, producir y luego realizar la venta a través de sistemas digitales. “No pinto a pedido, salvo que sea algo que me llame la atención o me guste mucho”, señaló.

“Ahora no estoy produciendo, sino descansando, porque este año realicé varias obras e incluso hace poco hice un par de exposiciones”.

Entre sus muestras, señaló que el pasado 20 de septiembre tuvo lugar su primera presentación en Buenos Aires, en el espacio ‘Casa sin Color’, en Serrano 77 y fue un éxito. A su vez el 6 y 13 de diciembre también se presentaron obras y bocetos del Taller de pintura de Gerardo Oberto, un reconocido artista.

Entre los proyectos de 2025, Gregorio relató que por ejemplo este año hizo una obra que lo divirtió y fue la tapa de un disco de un músico cordobés”. A su vez, para el joven pampeano, la música es arte y Gregorio toca la guitarra y se metió en el mundo de la mezcla de sonidos. “Lo hago como una forma de relajarme e inspirarme”, señaló.

Futuro de artista.

En el plano personal y profesional, señaló que nunca se imaginó el éxito que está teniendo con sus obras. No se visualiza a futuro, porque vive el día a día. “Quiero seguir haciendo lo que hago. Su clave es dejarse llevar por la experiencia creativa. “Voy viendo cómo me voy sintiendo. Y el ritual que me ayuda en ese momento creativo es la música”, explicó. Hoy por hoy se reconfigura y piensa en su próxima participación en una muestra para Blender un streaming al que asistirá con algunas de sus piezas artísticas.

Vivir del arte.

El mundo de los óleos y bastidores es oneroso y muchas veces se tarda en vender alguna pieza. En este sentido, Gregorio señaló que fue justamente ese el motivo por el que decidió, después de la pandemia, vender sus creaciones de manera digital. “Cuesta vivir del arte, pero se puede”.

No tiene sponsors, pero con sus ganancias compra materiales y se sostiene económicamente y para ellos, las redes son sus grandes aliadas. Viralizan su contenido y le permiten difundir las muestras y exposiciones. “Creo que para quienes recién arrancan en el mundo de la pintura y el arte, la clave está en ser lo más auténtico posible”, cerró.

* Periodista