Martes 30 de abril 2024

Cabalgá tu moro, general

Redaccion Avances 12/02/2023 - 12.00.hs

Esta entrega de La Maga, columna literaria seleccionada por la docente y escritora Gisela Colombo, está dedicada a Facundo Quiroga al cumplirse este 16 de febrero un año más desde su muerte. El texto corresponde a Alberto César Pacinotti.

 

Gisela Colombo *

 

Barranca Yaco – 16 de febrero de 1835.

 

¿Quién manda esta partida? El cobarde trabucazo por respuesta apagó tus últimas palabras. Luego el ensañamiento con tus restos y el de tus acompañantes. Te quisieron matar muchas veces temiendo tu regreso.

 

Te avisaron mil veces que te esperaba la artera emboscada camino a casa. Muy altivamente respondiste que “No nació, aún, el hombre capaz de matar a Facundo Quiroga” o “A una orden mía la partida se pondrá a mi mando”.

 

¿Exceso de coraje y temeridad? ¿Un poco de soberbia? Tal vez. Pero ¿quién podía pensar algo malo en tierras gobernadas por federales? ¿Qué intriga política o en nombre de cuales objetivos “superiores” podía justificar el tomar tu vida? No hay unitario a mano para echarle la culpa, como cuando fue el martirio del Loco en Navarro, ajusticiado por unos, abandonado por otros.

 

Cuántas preguntas y terribles dudas nos fatigan. El grito de Santos Pérez antes de ser ejecutado direccionando culpas al Restaurador, tus viejas y terribles rencillas con el santafesino, con fuertes conexiones con los hermanos Reinafé. Duele preguntarse si tu noble inocencia, quizás, no te dejó ver que eras el tercero en discordia entre dos gauchos astutos, que sabían moverse en los laberintos del poder. Cuesta creer que semejante atropello fuera cometido por los turcos de la Docta sin conocimiento en las altas esferas de la Confederación. Grande era el magnicidio como para ser llevado adelante por caudillos locales. Alianzas y traiciones es el alimento de la política. Terribles consecuencias en épocas en que la violencia rompe con todos los frenos morales.

 

Te decían Tigre porque cuentan que allá en Los Llanos, de purrete, te batiste con un yaguareté sólo con tu poncho y un cuchillo. Creo que se quedan cortos los que hablan de tu bravura.

 

Naciste como leyenda también un día de febrero de 1819, cuando con un cuerno de vaca como arma defendiste la causa de la emancipación en San Luis. Estando preso, dejaste tus diferencias políticas, combatiste a los godos amotinados y te mostraste como el mejor patriota. Ese día comenzaste a ser FACUNDO.

 

Cabalgá tu moro, General. Seguro que ahora lo encontrás y no tenés que mendigar a tus correligionarios su devolución. Los unitarios se quedaron con tus tapados pero los federales se quedaron con tu moro. Bajezas de la política.

 

Tu caballo gris azulejo de crines y cola negra. Negro como el estandarte que llevabas a las batallas y que atemorizaba a tus adversarios. Si sabrá el bravo Lamadrid lo que era distinguir el negro estandarte entre el barullo y polvareda de los caballos. Era el Tigre que se venía…

 

Decían de tu moro que tenía conexiones con el averno y te avisaba sobre el destino de la batalla inminente. El que no se dejó montar en La Tablada porque no seguías su consejo. Puede ser. Celebro su seguro reencuentro y sin tener enemigos a la vista, nunca más rechace tu monta. Entonces: ¡Cabalgá tu moro, General!

 

Tu sangre se seca en esa tierra cordobesa tan esquiva para tu suerte militar. Encima te tocó enfrentarte a ese manco, genio de la estrategia. Fue en La Tablada que perdiste tu moro, en la retirada en desbande hubo que dejarlo con parte de la caballada que estaba exhausta.

 

Te pintaron como salvaje para poder relatar una historia acomodada a una idea. No leyeron tus cartas. Omiten tus afanes por la organización nacional y el dictado de una Constitución.

 

Te estigmatizaron como representante de la barbarie, los que celebraban los atropellos con los vencidos.

 

Vos que honraste con tu poncho el cuerpo del valiente Pringles y casi tomas venganza del matador que no reconoció al bravo puntano de la independencia…

 

“Por no manchar con tu sangre el cuerpo del valiente coronel Pringles no te hago pegar ya cuatro tiros…”, fue la brava advertencia al autor del mortal disparo “Guay!! Que en el futuro alguien abata a quien se ampare en mi nombre”.

 

Respeto para los restos del vencido, que no tuvieron tus matadores, los que vencieron al Chacho o a Dorrego. ¿Dónde estaba la civilización ante tales escarnios? ¿De qué lado estaba el salvajismo?. Seguro que en ambos lados, en la terrible lucha fraticida la crueldad no tenía propietarios. Sé que dejo quejas a ambos lados de los que hicieron y hacen política con la historia. No importa si el reclamo viene de fanáticos partidarios.

 

La muerte se lleva todo dolor, atrás queda la artritis que no te dejaba montar, así que ahora, lejos de la pólvora y la sangre…¡Cabalgá tu moro, General!

 

Aquél que le puso pesadas cadenas a tu madre y la hizo caminar por el barro con el fin de que revelase dónde estaba tu dinero, actuó en nombre de un “civilizado”. A ese mismo que por su pedido le remitiste la familia a su exilio boliviano, con una frase que describe la nobleza de tu espíritu: “no he trepidado un momento en acceder a su solicitud… porque no parece justo hacer afligir al inocente…”. Sombra terrible de Facundo… Ay!

 

Ha tardado demasiado la argentinidad en reconocerte por la fuerte asimilación del relato triunfador. La gran obra de tu adversario, eclipsó sus mentiras.

 

Que el vencedor sea el dueño de la victoria no necesariamente lo hace dueño de la verdad.

 

No obstante, hoy las honras a tu nombre parecen escasas.

 

Valiente Tigre: ¡Seguí en tu moro cabalgando la bien ganada eternidad!

 

Alberto César Pacinotti nació el 10 de marzo de 1952 en Buenos Aires. Confiesa tener tres pasiones: la lectura, la historia y el fútbol. Es Contador y Licenciado en Administración de la UBA, casa en que fue docente también. Incursionó como tipógrafo en la industria de la imprenta. En 2020 partió su esposa y decidió, por consejo de su hija, abrir un blog para canalizar la pérdida y abrazarse a un propósito vital. Allí es donde comparte lo que escribe: theuglybherald.wordpress.com

 

Contacto con el autor: alberto_pacinotti@hotmail.com

 

* Docente y escritora. Compiladora.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?