Miércoles 18 de junio 2025

Stefano: sueños inalcanzables

Redaccion Avances 03/04/2022 - 11.00.hs

En una familia de inmigrantes italianos, un músico se verá juzgado por lo que no pudo hacer. La adaptación de esta obra de Discépolo abre nuevos caminos hacia el espectador.

 

María Evangelina Vázquez *

 

El personaje principal es un compositor y director de orquesta italiano que llega a la Argentina hacia 1900 en búsqueda de una mejor posición social, pero con el paso del tiempo, ve que ni él ni su familia pueden salir adelante.

 

El trabajo artístico de toda una vida puede caer en el olvido si el artista no realiza una obra significativa que justifique su existencia. Este es el caso de Stefano, precisamente un músico frustrado porque no puede cumplir su sueño de escribir esa gran ópera que lo haga trascender.

 

Stefano se define como un grotesco musical. Esta es una versión de la obra escrita por Armando Discépolo y cuenta con la composición musical de Sergio Vainikoff, con acertadas piezas que enriquecen la trama. La familia de Stefano pasa penurias económicas, mientras la polenta parece ser el único alimento posible y los hijos distan mucho de ser independientes. La vida en un conventillo es dura. La convivencia de abuelos, padres, madres e hijos es ardua y no hay un momento de paz. Stefano no tiene la paz necesaria para componer, pero, al parecer, tampoco el talento, la personalidad ni la dedicación que debe tener un artista comprometido con su obra.

 

La exageración de movimientos y gestos está muy bien lograda, y es acentuada por el maquillaje, excelente trabajo de Analía Arcas. Todo el elenco realiza un trabajo destacado, con gran interacción y compromiso físico y vocal. Los actores impactan por su presencia, todos ellos han trabajado en profundidad el perfil psicológico de sus personajes y han sabido acentuar los rasgos más humorísticos y patéticos de cada uno. Nos atrapan por la singularidad en la interpretación.

 

Reflejos distorsionados.

 

Rubén Pires, como director y adaptador de la pieza original, realiza un trabajo de relojería con los personajes y los tiempos de la obra. El resultado es un todo armónico, pero con las disonancias propias de los choques entre cada integrante de esta loca familia. No falta la violencia física y verbal. El espectador podrá llorar y reír a la vez y podrá experimentar una reflexión activa. En palabras de Pires: “Nuestro deseo es provocar, a través de este humor netamente grotesco y discepoliano, un racimo de interrogantes respecto del irónico campo de batalla que implica la existencia humana”. Stefano nos muestra ese reflejo distorsionado de uno mismo en el que todos podemos llegar a convertirnos.

 

Nuevo grotesco musical, basado en el clásico “Stefano. La silenciosa música del alma”, de Armando Discépolo, con versión y dirección de Rubén Pires.

 

Los intérpretes en esta obra son Luis Longhi (Stefano); Maia Francia (la esposa); Marcelo Bucossi (el padre de Stefano); Elida Schinocca (la madre de Stefano). Los hijos: Mariano Falcón (Esteban); Nico Cucaro (Radames) y Lucia Palacios (Ñeca). Gonzalo Javier Alvarez (el discípulo-Pastore); diseño y realización de vestuario: Nelly Bellomo; diseño de escenografía: Rubén Pires y Gustavo Di Sarro; iluminación: Rubén Pires. Además, en diseño de maquillaje: Analía Arcas; asistente de producción: Mechi Landó; diseño gráfico e ilustración: Nahuel Lamoglia; coaching vocal: Marina Tamar; asistentes de dirección: Sol Angeles Navas y Macarena Palacios Longo; música original: Sergio Vainikoff; puesta en escena y dirección: Rubén Pires.

 

“Stefano” tendrá 8 únicas funciones en Teatro Andamio –Paraná 660, Ciudad de Buenos Aires–, los domingos a las 19.30 horas. Las entradas se pueden conseguir en la web de Alternativa Teatral.

 

* Colaboradora

 

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