Matienzo luchó, jugó y se clasificó
En lo futbolístico, Matienzo fue mejor y se llevó un triunfo merecido. El equipo dirigido por Mariano Scrimaglia siempre estuvo bien parado en defensa, luchó y corrió muchísimo durante todo el partido, y cuando tuvo la pelota la jugó con criterio, para redondear un encuentro muy bueno. Villa Germinal, salvo en los primeros minutos, fue ampliamente superado: perdió la mayoría de las divididas en el medio, nunca pudo salir airoso de la presión que le impuso Matienzo y se mantuvo en partido hasta el final por la buena tarea de su arquero, Matías Boto, y la impericia de los delanteros visitantes para liquidar la historia.
El primer tiempo fue muy entretenido, porque se jugó con dientes apretados y a mucha velocidad, pero al mismo tiempo ambos intentaron llegar en forma asociada. A los 8’ Germinal tuvo una de las más claras del partido, cuando Esteban Masson hizo estrellar la pelota en el travesaño tras un cabezazo. Matienzo, en cambio, llegaba hasta tres cuartos de cancha pero no podía inquietar a Boto, salvo con remates desde media distancia.
Hasta que a los 23’ empezó a “descomponerse” el partido. Macchi vio una agresión de Matías Pérez sobre Adrián Piazza en el área mientras esperaban por la ejecución de un córner, y decidió expulsar al defensor local, dejando en claro –por sus gestos– que Pérez le había aplicado un golpe de puño a su rival.
Desde ese momento creció el trabajo de Matienzo, que abrió la cancha con los incansables Emiliano Oliva y Carlos Santucho, y empezó a llegar con peligro, poniendo mucha gente en el área local. Primero avisó Javier Vidales Sosa con un remate que tapó Boto y luego Sebastián Balbi no llegó a definir ante la buena salida del arquero. Germinal respondió con un tiro libre alto de Julio Zabala y un cabezazo de Juan Botta que Pedro Muñoz envió al córner.
Y a los 38 llegó el gol: Vidales Sosa hizo una gran jugada por el medio, abrió hacia la izquierda para Santucho y éste envió un impecable centro que Balbi capitalizó con un cabezazo al primer palo. En síntesis, un golazo para cerrar una gran primera parte que había hecho Matienzo. Igualmente, la diferencia antes de ir a los vestuarios podría haber sido mayor, si Macchi no ignoraba un clarísimo penal de Botta sobre Oliva –se lo llevó puesto en un cruce– cuando se cerraba la etapa.
Goles y rojas.
El complemento también tuvo de todo, aunque el dominio de Matienzo no fue tan claro. La visita se fue retrasando con el correr de los minutos y le dio espacios a Germinal, que igualmente no supo utilizarlos salvo con centros al área. En contrapartida, los norteños tuvieron varias contras como para definir, pero fallaron una y otra vez.
La más clara del local fue una media vuelta del ingresado Claudio Segurado que encontró bien parado al arquero Muñoz; mientras que la visita, entre otras, tuvo un mano a mano de Mirko Martín que también resolvió muy bien Boto. Y a los 31’ llegó el segundo de Matienzo: Walter Papparone, de frente al arco, intentó habilitar a un compañero pero la pelota rebotó y le quedó picando nuevamente a él en el área, desde donde sacó un potente remate que venció a Boto.
De allí en adelante el partido se “desnaturalizó”, porque Macchi empezó a cobrar cada roce a favor del local, las protestas se hicieron generalizadas y los centros al área de Muñoz para que carguen todos fueron una constante. A los 38’ Hugo Balquinta ejecutó con precisión un tiro libre y respondió muy bien Muñoz, y a los 39’ Macchi cobró un penal por una inexistente falta de Guillermo Guerrero sobre Segurado (claramente se tiró simulando un empujón), y terminó expulsando al defensor visitante por doble amarilla.
Julio Zabala, que debió patearlo dos veces porque en la primera sus compañeros invadieron el área, convirtió el penal a los 41’, y le dio vida a Germinal, que se fue con todo en busca del empate pero no tuvo claridad. Matienzo siguió disponiendo de contraataques, pero en los más claros fallaron primero Martín y luego Salvadori.
A los 47’ Macchi expulsó a Zabala por una supuesta agresión sobre un rival, y tras ver que el jugador tardaba mucho en retirarse del campo, a pesar de que se trataba del equipo perdedor, decidió adicionar cinco minutos más a los que ya se jugaban, que para ese entonces eran 49’. Pero faltaba más, porque a los 53’ el árbitro expulsó a Santucho por doble amonestación (las dos fueron faltas menores), y a los 56’, cuando ya habían expirado hasta los minutos que había adicionado, le dio un tiro libre a Germinal en el borde del área. Segurado lo pateó y la pelota salió junto a un palo tras rozar en un local, aunque Macchi dio córner y dejó que se pateara. Recién cuando el cronómetro marcaba 56’25’’, el árbitro dijo basta y Matienzo, a pesar de todo, pudo festejar.
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