Viernes 04 de julio 2025

"Siempre me han dado una mano"

Redacción 31/07/2013 - 05.06.hs

El achense radicado en Santa Rosa Cristian Ratón Giménez tiene 28 años y vive en la zona norte de Santa Rosa. Practica boxeo desde los 17 años y actualmente cuenta con alrededor de 22 peleas como profesional, de las cuales ganó solamente seis.
Giménez vive en pareja y tiene tres hijos: Esteban Rubén de dos años, Celeste de cuatro y Joel de ocho. Trabaja de albañil y se dedica al boxeo, deporte por el que siente una gran pasión. En su última presentación, sufrió la fractura de maxilar izquierdo al recibir un golpe de Román Reynoso, con quien perdió por nocaut en Buenos Aires.
Apenas finalizó ese combate, Giménez solamente sintió dolor, pero no sabía que tenía el maxilar quebrado. "Me enteré cuando me hice ver con un médico en Santa Rosa. Son cosas que pasan".
"Quiero aclarar que tanto Roberto Pedehontáa, mi entrenador, como Mario Margossian, ni promotor, no me dejaron tirado. Siempre me han dado una mano, y mucho más ahora que estoy lesionado", aseguró ayer Giménez, desmintiendo a Soledad Fuentes quien había opinado lo contrario en una entrevista con LA CHUECA.
"Yo no me meto con nadie, ni ando opinando cualquier cosa. Por eso quiero hacer esta aclaración porque no debe quedar manchado el nombre de Pedehontáa ni de Margossian", enfatizó Giménez.
Giménez debe permanecer inactivo durante seis meses, luego piensa regresar a los cuadriláteros. "El lunes arrancaré en el gimnasio para no perder ritmo, pero por seis meses no puedo guantear. Espero que los meses se me pasen rápido".
"Me dedico al boxeo porque me apasiona. Sé que en otro momento, algunos entrenadores me llevaron al muere. No es el caso de Pedehontáa, que me cuida bastante y me ayuda en lo que puede. Estuve sin trabajo por un tiempo y fue él quien me dio una mano", indicó Giménez.
"Claro que me gustaría tener un trabajo fijo, pero nadie me lo da. Te dan una mano si uno es campeón, de lo contrario te ignoran o te hacen ir un montón de veces para decirte que no", manifestó resignado Giménez, uno de los tantos boxeadores pampeanos que viven de las changas.

 

La revancha.
Pese a que no podrá pelear por seis meses, Giménez no sólo buscará seguir combatiendo, sino que además quiere la revancha con Reynoso. "Reynoso me quebró el maxilar porque me agarró con la mano baja y la boca abierta. Esto no volverá a pasar, entrenaré para no cometer el mismo error".
El boxeador, que debutó en el profesionalismo en el 2008, no se le cruza colgar los guantes pese a sus dolorosas derrotas. "Este deporte, como a tantos otros muchachos, me enderezó de la vagancia sana. Por eso no se me cruza abandonar, y sí ese día llega algún día quiero seguir ligado al boxeo, como otros compañeros que trabajan en los gimnasios"

 


'
'