"Es difícil, pero podemos lograrlo"
La gran final del Torneo Provincial de fútbol tuvo el domingo un primer capítulo muy atractivo, que dejó la serie muy encaminada a favor de uno, pero al mismo tiempo mantuvo la puerta abierta para que el otro no pierda las esperanzas de una remontada.
El 4-2 que Ferro de General Pico consiguió como visitante de Independiente de Doblas inclinó la balanza a favor de los norteños, que serán locales en la revancha y, por la ventaja y el rendimiento mostrado a lo largo de todo el torneo -y especialmente en el primer duelo de la final-, aparecen como favoritos a quedarse con su tercer título pampeano.
Sin embargo, en Independiente saben que nada es imposible, que ahora la responsabilidad será toda del Verde y que ellos deberán soltarse definitivamente para intentar revertir la historia.
"Es difícil, pero podemos lograrlo", resumió el entrenador de Independiente, Alberto "Tito" Mansilla, al referirse a lo que será la revancha de un choque que Ferro empezó ganando gracias a un juego colectivo interesante y a unas individualidades que por momentos marcaron una amplia diferencia.
"Hay una diferencia en los entrenamientos y en la preparación de un equipo y otro, y en esta instancia se hace sentir ese trabajo día a día, principalmente en lo físico", explicó Mansilla, resaltando la brecha que marca un equipo que viene de jugar un torneo profesional como el Federal "A".
"De todas maneras -continuó-, nuestras individualidades son muy buenas y vamos a prepararnos para la revancha conociendo aún más al rival y pensando en ir a descontar".
Dos tiempos.
Al hacer un análisis de la primera final, Mansilla dividió el partido en un primer tiempo con dominio de Ferro y un complemento en el que Independiente logró emparejar las acciones, más allá de ser golpeado con un tercer gol "matador" en su mejor momento.
"En el primer tiempo no pudimos hacer pie. Creo que lo peor que nos pudo pasar fue la llovizna (se desató cuando arrancó el juego), porque nos superaron en velocidad, dejamos muchos espacios en el medio y fue fatal porque ellos no erraron pases", consideró el entrenador. "En el segundo, cuando cambiamos el sistema, levantamos bastante, pero vino el tercer gol que nos destruyó", agregó.
- ¿Notaron que estaban jugando contra un equipo que viene de otra categoría?
- Sí, pero nosotros mismos dimos esa posibilidad de que se note, porque no pudimos cubrir la cancha como se debe desde el inicio y después, con el partido en marcha, es muy difícil cambiarlo. Tuvimos que esperar a que termine el primer tiempo, nos acomodamos de otra manera y parecía que estaba todo bien, hasta que llegó el tercero.
- ¿Te parece que en algún momento los nervios de jugar un partido histórico para el club les jugaron en contra?
- Puede ser, porque es una final de un Provincial y puede afectar a los más jóvenes. Los que viven en el pueblo escuchan toda a semana los comentarios sobre que se viene la final y no es fácil acostumbrarse a soportarlo. Pero pasa quizás al principio; después uno se suelta.
- ¿Cómo imaginás la revancha?
- Para nosotros, después de la derrota, es bueno saber que tenemos un partido más. Sabemos que existe una desventaja, pero vamos a ir a descontar sabiendo que podemos lograrlo. No estoy desilusionado para nada por lo que se hizo porque son cosas que pueden pasar. Falta un partido más.
- En ese partido vas a tener al "Pitu" López Alduncín y Bruno Schaab, que no estuvieron por suspensiones. ¿Qué cosas distintas te pueden aportar?
- Mucho. El "Pitu" es un jugador difícil para los centrales, porque no es que va una o dos veces, sino que va y exige permanentemente. Y de Schaab sabemos la experiencia que tiene, que se conoce mucho con (Alejandro) Morettini, y eso es muy importante.
Partidazo.
La primera final tuvo un nivel altísimo, con dos equipos que siempre propusieron el juego asociado, con individualidades inspiradas y varios golazos, redondeando un partido muy atractivo para la multitud que se acercó al estadio Enrique Parodi.
"Desde el dolor de la derrota es difícil disfrutarlo, pero sin dudas fue un partido muy lindo", dijo al respecto Mansilla. "En nuestro equipo, los jugadores que tenemos intentan jugar siempre, sin que alguien se los diga. Ellos juegan porque son así, porque les gusta tener la pelota, y eso siempre es bueno", cerró.
Se programa la revancha
La revancha de la final del Torneo Provincial de fútbol será programada hoy por el Ente, casi con seguridad para el sábado por la tarde, de acuerdo al pedido que hicieron ayer los dirigentes de Ferro de Pico, que será local ante Independiente. Atentos a que el domingo jugará Costa Brava la final del Federal "C" y a que ese día también estará el Superclásico Boca-River, desde el Verde pidieron jugar el sábado a las 17, algo que quedaría confirmado hoy si recibe la aceptación del Rojo de Doblas.
Un pueblo jugando una final
El domingo fue un día especial para Doblas. La Capital Nacional de la apicultura fue por primera vez en su historia la Capital Provincial del fútbol, y todo el pueblo se encolumnó detrás de la ilusión de su equipo, jugando a su modo la final ante uno de los poderosos de La Pampa.
Pasadas las 15 la localidad parecía desierta, pero a medida que uno recorría sus calles esa tranquilidad típica de la hora de la siesta se iba transformando en una tensa calma.
En las inmediaciones del estadio Enrique Parodi la escenografía cambiaba radicalmente, con familias enteras ingresando al predio para buscar uno de los pocos lugares que quedaban disponibles junto al alambrado, donde habitualmente se estacionan los autos. "Cuando se abrieron las puertas del estadio había una cola increíble", dijo orgulloso uno de los dirigentes.
A medida que se acercaba la hora del partido los simpatizantes se fueron soltando, haciendo sonar alguna bocina, poniendo a punto la batucada o alentando al plantel, que hacía los movimientos precompetitivos en el campo de juego y empezaba a sentir la tensión del ambiente.
La salida del equipo fue como un bálsamo para descargar los nervios, tirando papelitos, pegando un grito o relajándose al observar el show de fuegos artificiales. Después, cada uno jugó su partido, hacia adentro y hacia afuera, pero siempre respetando a los suyos.
"Acá, aunque pierdas, nunca nadie insulta a un jugador propio", dijo al finalizar el encuentro uno de los futbolistas. Y el pueblo entero hizo honor a esa máxima. Disfrutó y sufrió la final hasta el cierre, y despidió al equipo como lo había recibido. Para Doblas fue un triunfazo.
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