Alvear FBC es el campeón de La Pampa
Alvear FBC se coronó ayer campeón del Torneo Provincial de fútbol “Alberto Mario Jorge”, al vencer por penales 4 a 3 a All Boys de Santa Rosa, que había logrado igualar la serie final con un agónico 2 a 1 en el tiempo reglamentario, y de esa manera se calzó la corona pampeana por cuarta vez, alcanzando como máximos ganadores a Ferro de General Pico y Estudiantil de Castex.
Gabriel Flores, de penal tras un polémico fallo del árbitro piquense Marcelo Pardo, puso ayer en ventaja al Azul en el estadio Dr. Ramón Turnes, que contó con un gran marco de público.
En la recta final del complemento, cuando parecía que la visita se llevaría todo con tranquilidad y con un 2 a 0 global (había ganado 1 a 0 en la ida), All Boys igualó transitoriamente con un tanto de Federico Ihitsague y lo ganó en la última con un gran cabezazo de Agustín Servetto, llevando la definición a los penales.
Y en esa instancia Alvear FBC fue efectivo. Marcaron Esteban Betanzo, Yael Ferreyra, Gabriel Flores y Axel Bertaina, y se lució el arquero Lucas Santucho conteniendo los remates de Mirko Parassole primero y de Ramiro Fredes después, para desatar la fiesta del Azul en la capital pampeana.
Polémico.
Como en la ida, la revancha de la final del Provincial no estuvo exenta de polémicas, en especial por el penal que marcó Pardo cuando se jugaban 32 minutos de la primera parte. En la primera jugada profunda de Alvear FBC, Marcelo Acosta buscó a Flores, quien al llegar al borde del área envió un centro bajo que fue interceptado por Benjamín Portillo: la pelota le dio en un pie, luego picó y cuando iba subiendo le pegó en una mano ubicada detrás de su cuerpo. El árbitro cobró penal y Flores puso el 1 a 0 con un remate implacable contra un palo.
Antes de la conquista visitante el local había sido un poquito más, jugando cerca del área rival y empujando con la potencia de Mariano Nagore, pero sin picante en ataque. En la más clara, a los 8 minutos, Ricardo Ramírez había convertido tras una pelota parada, pero Pardo lo había anulado por una supuesta carga de Fredes al arquero Santucho.
Después del gol alvearense, sin embargo, esa leve superioridad alboyense se fue diluyendo. Con poco juego en el medio, apostando a pelotas largas y cruzadas, con los laterales pasando poco y sin presencia en el área, All Boys fue apagando su llama y enredándose en protestas contra el árbitro.
Alvear FBC, por el contrario, se fue acomodando al partido con inteligencia, apoyado en el manejo de la situación del interminable Javier Vidales Sosa (anunció su retiro tras el partido), en el trajinar de Mateo Bolteau y en la firmeza se Marco Pérez, el mejor en una defensa de muy buena tarde.
Inesperado.
El complemento comenzó movido. El ingreso de Esteban Betanzo le cayó muy bien a la visita, porque el “Enano” por momentos enloqueció a la defensa con sus corridas, amagues y gambetas. Incluso en la primera casi genera el segundo del Azul porque llegó hasta el fondo y tocó atrás para el ingreso de Bertaina, quien de frente le pegó mordido y fue tapado por un defensor.
Del otro lado, el local apostó por el ingreso de Servetto por un intrascendente Brian Caser y también le dio resultados, porque el “Demonio” molestó con alguna corrida, amplió la cancha y empujó como siempre. Y tuvo la suya con una pirueta tras un error de Santucho, pero se la sacaron en el área chica.
Sin embargo, con el correr de los minutos All Boys se fue apagando definitivamente. Los pocos ataques fueron cada vez más forzados, empezaron a perder pelotas increíbles y el equipo se derrumbó desde el juego y la actitud.
Alvear FBC, por su parte, jugaba cada vez con mayor comodidad, apoyado en Pérez (sacó todo lo que le tiraron) y juntando gente en su campo, prácticamente esperando que pasen los minutos para festejar.
La historia comenzó a cambiar a los 35 minutos, tras un largo parate por un golpe que sufrió Portillo en la cara de parte de Enzo Fredes (no se cobró falta). El defensor tuvo que salir y en su lugar ingresó Luciano Alzaa, quien tomaría la posta rápidamente para generar juego en el medio e invitar a sus compañeros a crear desde las asociaciones y no desde los pelotazos.
Además, rápidamente All Boys encontró el empate: Ihitsague capturó un rebote tras un centro y sacó un remate que se clavó contra un palo para el 1 a 1.
El ánimo alboyense pareció cambiar. Alzaa se juntó con Giuliano Guinchinao para jugar y desde allí surgieron un par de ataques prometedores (el mejor terminó con un remate alto de Guiñazú). Pero la ilusión no duró mucho y el Azul volvió a controlar, aunque muy cerca de su arquero.
Los nueve minutos de adición que otorgó Pardo animaron a los locales, pero lo que se veía en cancha no ilusionaba a sus hinchas. Hasta que a los 53 Guiñazú abrió la cancha y sacó un centro pasado al segundo palo, donde Servetto cabeceó con maestría para cambiar el trayecto de la pelota y ponerla contra el otro poste para decretar el 2 a 1 (2 a 2 en el global) que llevó la final a los penales.
Santucho héroe.
En la definición, con los locales exaltados porque habían remontado un resultado que parecía sellado, el arquero visitante se convirtió en el héroe de la tarde, atajando dos penales y asegurando la corona para la Liga Pampeana, como viene ocurriendo desde 2013 (el último campeón culturalista fue justamente All Boys, en 2012).
Guinchinao puso en ventaja al local en la serie y Betanzo la igualó. En el segundo turno, Santucho le atajó el débil remate a Parassole y Ferreyra puso el 2 a 1 visitante. Después convirtieron consecutivamente Arzer y Servetto para el Auriazul; Flores y Bertaina para el Azul, que seguía arriba (4 a 3).
El cierre lo puso el mismo Santucho al contenerle el remate a Ramiro Fredes, decretando la consagración de Alvear FBC como el mejor de La Pampa en 2025.
Héroe, figura y despedida.
La consagración de Alvear FBC tuvo ayer a tres jugadores destacados en cancha de All Boys. El arquero Santucho se quedó con todos los flashes al contener dos penales y convertirse en el héroe de la definición. El central Marco Pérez fue la figura de los 90 minutos al sacar todo lo que anduvo cerca de su área. Y el mediocampista Javier Vidales Sosa tuvo la despedida soñada a los 40 años, jugando un muy buen primer tiempo en el que fue su último baile. Y todo guiado por el DT Miguel “Poli” Urreaga, el “Lionel Scaloni” de los técnicos de La Pampa, que agarró el equipo para dar una mano en un momento difícil y, con su tranquilidad habitual, lo llevó a lo más alto del Provincial.
“Estoy feliz. No es para pocos ganar una Liga (Pampeana) y un Provincial en el mismo año, pero trabajamos para eso y lo conseguimos”, destacó Santucho, el héroe de la tarde.
“Nos criticaron mucho cuando perdimos con All Boys (la Copa de Campeones) y con Atlético Santa Rosa (en el inicio del Provincial), pero el cuerpo técnico que entró hizo un trabajo enorme, nos repusimos y logramos el campeonato”, agregó el arquero.
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