Sabado 23 de marzo 2024

El karate está de duelo, falleció Lorenzo Díaz

Redacción 17/11/2022 - 08.20.hs

Honda consternación produjo el fallecimiento de Lorenzo Díaz, querido deportista vecino de nuestra ciudad, acaecido a los 68 años de edad.

 

Por más de cuatro décadas empleado de la Municipalidad de Santa Rosa, Lorenzo las pasó todas, porque en algunos momentos cuando sus padres se separaron le tocó vivir con el resto de su familia bajo las tribunas del Estadio Municipal “Tomás Mariano González”.

 

La llegada a Santa Rosa de César Torreta, el auge del Karate, le iban a proporcionar a Lorenzo un camino al que se aferraría fuertemente. Todo empezaría a cambiar para él. Empezó la actividad en el Club Estudiantes, para continuar más tarde -de la mano del mismo Torreta, referencia ineludible convirtiéndose en instructor en el Estadio Municipal. Cientos de karatecas se formaron a partir de sus conocimientos. En el transcurso, y así lo indican los registros de la época, fue cinturón negro de carate (primer dan), y en dos oportunidades el Círculo de Periodistas Deportivos lo galardonó con el Caldén de Plata al mejor de la disciplina.

 

Golpes de la vida.

 

Alguna vez en este diario se escribió que fue un hombre que debió batallar contra mil barreras en su vida que sorteó con su enorme voluntad. Y de esa manera logró hacerse un recuerdo permanente en sus compañeros de trabajo y en los ambientes donde se movió como por ejemplo el tango y el deporte. Sufrió verdaderos golpazos del destino, sobre todo cuando hace algunos años en el mínimo período de tres días perdió por enfermedad primero a su esposa Selva, y enseguida aquejado del mismo mal a su hijo Franco, que tenía nada más que 34 años.

 

Lorenzo había estado casado con Selva durante casi cuarenta años, y tuvieron tres hijos: Facundo Ramón (vivía en Mar del Plata cuando falleció), Diego que es músico y docente; y Lorenzo que trabaja en la Municipalidad de Santa Rosa.

 

El bailarín de tangos.

 

En los últimos años había comenzado a bailar tango, y fue tanta su afición que tuvo la satisfacción de compartir con un lindo grupo de bailarines nada menos que presentaciones en París.

 

Ayer, en el acto de sepelio, amigos, ex compañeros de trabajo, gente de distintos deportes, porque Lorenzo supo dirigir equipos de los profesores de Educación Física en torneos de veteranos, periodistas y varios conocidos se acercaron para darle su voz de aliento a sus familiares.

 

Fue reconocido y querido no sólo por sus compañeros, sino también por muchas personas que supieron de su trato siempre amable y respetuoso. Tenía un don de gentes muy particular nunca se iba a escuchar de su boca una grosería y seguramente en eso tuvo mucho que ver el carate, el deporte en el que tanto supo destacarse.

 

Será recordado por siempre… Vuela alto Lorenzo. Sí, vuela alto.

 

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