Evocación para un recuerdo

Con un compañero de estudios pasábamos junto al estadio del Real Madrid; como era de esperar vino el recuerdo del fútbol y sus protagonistas de años pasados: Maradona, Beckenbauer,..... y, más atrás Cruyff, Puskas, Di Stéfano...

 

--Eran genios con la pelota también acompañados por otros grandes jugadores... pero no integraban el mejor y más bello equipo de fútbol que he visto jugar...

 

Yo, inevitablemente, pensé en los brasileños de los mundiales desde 1958, aquel de Pelé, Didí, Garrincha, pero mi compañero sonrió con aire evocativo y dijo

 

--También los vi jugar, y por cierto que eran estupendos. Pero el mejor y más alegre fútbol que vi en mi vida fue el que jugaron los argentinos en el campeonato sudamericano de Lima, en 1957...... Los que ustedes llamaban "Los Carasucias".

 

Mi atención se hizo mayor porque mi compañero era peruano y por lo tanto neutral. Después prosiguió:

 

Si no me equivoco se apellidaban Maschio, Angelillo y Sívori y hacían maravillas individualmente o en conjunto. El Brasil pentacampeón comenzaba ya a asomar pero recuerdo que los argentinos "les pasaron el trapo", como dicen ustedes, y los despidieron con un rotundo 3 a 0.

 

A mí me envolvieron la nostalgia y el recuerdo de aquellos muchachitos que hacían recordar al fútbol de potrero... Aquellos que se transfirieron al exterior, a las puertas de un mundial que Argentina no jugó, aquel donde sus posibilidades eran muchas...

 

La fama es puro cuento, como dicen los tangueros, y su recuerdo estaba allí, arrinconado en la memoria ¿Por qué regresaron hoy anécdotas y referencias?

 

Es que la semana pasada falleció Humberto Maschio, el único carasucia que aún vivía. Van estas líneas como humilde homenaje a su memoria. (FR)