San Pablo y Río anulan aumentos de tarifas de colectivos
Las autoridades de San Pablo y de Río de Janeiro anunciaron ayer la cancelación del aumento de las tarifas de colectivos, subte y tren, tras dos semanas de protestas sociales que se iniciaron en la primera de esas ciudades y luego se propagaron por todo Brasil, y que se potenciaron a raíz de la represión policial de los últimos días.
Los anuncios se conocieron anoche en forma coordinada de parte del alcalde carioca, Eduardo Paes, y del gobernador y alcalde de San Pablo, Geraldo Alckmin y Fernando Haddad, respectivamente.
La decisión de dar marcha atrás con los aumentos de tarifas -que llevaba el boleto de colectivo a 1,5 dólares- fue recibida por el Movimiento Passe Livre (MPL), promotor de las protestas, que de todos modos anunció que mantiene la convocatoria a una manifestación para hoy en San Pablo "para que el pueblo festeje", consignó ANSA.
Las protestas sociales habían mantenido en las últimas horas sus niveles de violencia en las principales ciudades y mientras se disputa la Copa de las Confederaciones de fútbol, a un año de la realización en Brasil del Campeonato Mundial del mismo deporte.
Durante la protesta de esta madrugada en San Pablo los manifestantes destrozaron la sede de la alcaldía, varios edificios públicos y cerca de 80 colectivos, reportó la agencia DPA.
"Pienso que gestos como estos no contribuyen al desarrollo de la ciudad. Lo que sucedió aquí fue una atrocidad contra la ciudad, contra la alcaldía, el Teatro Municipal y la sede del gobierno (provincial)", reaccionó de inmediato el alcalde Haddad.
Los movimientos sociales rechazan los gastos que el país hizo para la organización de la actual Copa de las Confederaciones de fútbol y el campeonato mundial del mismo deporte del año próximo y los Juegos Olímpicos de 2016 mientras, según entienden, existe una falta de planes de promoción social que podrían sacar de la pobreza a millones de brasileños.
Protestas.
En Fortaleza (noreste), manifestantes y policías se enfrentaron varias veces con violencia cerca del estadio antes, durante y después del partido en que Brasil venció a México.
Unos 25 mil manifestantes bloquearon por varias horas dos de las cuatro calles de acceso al estadio Castelao, según la policía caminera.
En uno de los choques, justo antes del partido, un grupo de manifestantes intentó traspasar la barrera para acercarse más al estadio y comenzó a lanzar piedras contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y balas de goma.
Una persona fue herida en un ojo por una bala de goma y otra fue retirada del lugar en camilla, constataron periodistas de la AFP. Al menos un policía también fue herido y la sangre le corría por el rostro.
Otros hinchas que acudieron el sábado al partido inaugural de la Confederaciones Brasil-Japón (3-0) y el domingo al partido México-Italia (1-2) en Rio vivieron momentos de pánico similares, al quedar atrapados entre manifestantes y fuerzas del orden en medio de una lluvia de balas de goma y nubes de gases lacrimógeno.
También hubo manifestaciones en varias ciudades, principalmente en Nitéroi, frente a Rio de Janeiro, donde miles de personas bloquearon el puente que cruza la Bahía de Guanabara y avanzaban hacia Rio, en Brasilia, en Belo Horizonte y Rio Branco. (Télam y AFP)
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