Domingo 14 de abril 2024

Alemania anuncia paquete de medidas por la inflación

Redacción 11/08/2022 - 01.02.hs

El Gobierno de Alemania adoptará una serie de medidas, que totalizarán unos

 

U$S 10.200 millones, para aliviar la suba de precios en ese país, según anunció ayer el ministro de Finanzas, Christian Lindner.

 

El paquete fiscal, que se aplicará durante el año próximo, incluirá una suba del mínimo a partir del cual se aplica la tasa máxima del impuesto a las Ganancias, y un alza del importe de los subsidios familiares, según precisó Lindner en declaraciones difundidas por la agencia de noticias AFP.

 

El ministro subrayó que el Gobierno está "obligado a actuar" ante el encarecimiento de los precios, en particular los de la energía.

 

La medida busca evitar que las personas pasen a una escala superior en el impuesto tras recibir un aumento en sus salarios por la inflación.

 

Según Lindner, si no se tomaba dicha medida, unas 48 millones de personas se iban a enfrentar a una suba de impuestos a partir de 2023.

 

"Que el Estado se beneficie (del aumento de los ingresos fiscales) en un momento en que la vida cotidiana se ha encarecido no es justo y, además, es peligroso para la economía", dijo en una rueda de prensa.

 

El ministro reconoció que "la vida cotidiana se ha vuelto mucho más cara", y teme por más subas en "los precios del gas, la energía y los alimentos".

 

Alemania ya anunció anteriormente otras medidas para aliviar el costo de vida incluyendo bonos por única vez de 300 euros para enfrentar las facturas de energía, asignaciones únicas de 100 euros por hijo, y una reducción en el precio del transporte público.

 

Asimismo, otra medida, que según el Instituto de Estadísticas alemán (Destatis) ayudó a contener la inflación, fue la reducción en los impuestos a los combustibles al mínimo requerido por el reglamento de la Unión Europea.

 

El último índice de inflación de julio marcó una suba interanual de 7,5%, una leve desaceleración frente al 7,6% del mes anterior, aunque en niveles aún muy elevados ya que el país acostumbraba, tras la reunificación, a índices que oscilaban entre el 1% y el 2% anual.

 

En el dato de julio sobresalieron los precios de la energía con un incremento de 35,5% y los alimentos que subieron 14,8%.

 

Frente a la situación, el Gobierno de Olaf Scholz instó a la población a reducir el consumo eléctrico mientras, a largo plazo, busca alternativas como la provisión de Gas Natural Licuado (GNL) de otros países.

 

EE.UU.

 

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos registró una tasa interanual del 8,5% en julio, marcando una desaceleración respecto del 9,1% del mes anterior, anunció ayer la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) dependiente del Departamento del Trabajo.

 

El retroceso de julio, impulsado por la caída en el valor de la nafta, fue mejor del previsto por los analistas y representa un alivio frente al pico de 9,1% del mes anterior, el cual fue un récord desde diciembre de 1981.

 

Los números podrían restar motivos para que la Reserva Federal continúe con sus agresivas subas en las tasa de interés de referencia , la cual fue incrementada en 75 puntos básicos de forma consecutiva en las últimas dos reuniones monetarias, y considere aumentos más pequeños de 50 o 25 puntos.

 

No obstante, los funcionarios de la FED -que prosiguen un objetivo de retrotraer la inflación a una meta del 2% anual-, indicaron en reiteradas ocasiones que, antes de modificar su política monetaria, analizarán la evolución del índice en diversos meses.

 

Por lo pronto, la próxima reunión monetaria está prevista para el 20 y 21 de septiembre, con lo cual contarán con un índice de inflación más para tener en cuenta.

 

Al mismo tiempo, el dato de julio representa un alivio para el presidente Joe Biden, el cual es cuestionado en las encuestas por la suba en el costo de vida que se consolida en la lista de preocupaciones de los estadounidenses.

 

Los problemas en las cadenas de suministro, el desencadenamiento de la guerra entre Rusia y Ucrania y la fuerte demanda alimentada por los estímulos monetarios posteriores a la pandemia explican el repunte en los precios que atravesó Estados Unidos en los últimos meses.

 

La caída en los precios de la nafta -los cuales retrocedieron 7,7% el mes pasado- ayudó a aliviar el dato inflacionario y fue la mayor merma desde abril de 2020, momento en el cual los valores se derrumbaron por el retroceso de la demanda a causa de la crisis del coronavirus.

 

El retroceso en los combustibles permitió compensar el alza en el costo de los alimentos, los cuales se incrementaron 1,3% y marcaron el séptimo mes consecutivo de una suba superior al 0,9%, según indican los datos del BLS.

 

Tras alcanzar un pico de U$S 5,016 a mediados de junio, el precio del galón (3,7 litros) de nafta promedia los U$S 4,010, según datos de la Asociación Estadounidense del Automóvil. (Télam)

 

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