Aumentan las víctimas por los deslizamientos
La cifra de muertos por las lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en la ciudad brasileña de Petrópolis aumentó a 152, según informaron las autoridades locales. Los rescatistas y los habitantes con familiares desaparecidos continuaban excavando entre montañas de lodo y escombros en esta localidad del sureste del país, en un escenario que el presidente Jair Bolsonaro describió como "casi de guerra".
La policía dijo que 165 personas continúan desaparecidas tras la tromba de agua caída el martes y reconocieron que es poco probable que se encuentren más sobrevivientes, consignó la agencia de noticias AFP.
El número de desaparecidos disminuye a medida que se identifican los cuerpos recuperados y las familias logran encontrar a parientes sanos y salvos a quienes temían perdidos en el caos que siguió a la tormenta y al alud, explicó la policía. Según información oficial, hasta el momento se encontraron un total de 152 cuerpos, de los cuales 28 son niños.
Tormentas.
La del martes fue la última de una serie de tormentas letales que azotaron a Brasil y que según los expertos empeoran con el cambio climático. En los últimos tres meses, más de 200 personas murieron a causa de las fuertes lluvias, principalmente en el estado de Sao Paulo, en el sureste del país, y en el de Bahía, en el noreste, así como en Petrópolis.
La reciente tormenta convirtió las calles de la ciudad afectada en ríos que arrasaron árboles, automóviles y autobuses, y provocó aludes en barrios pobres apostados en las laderas de las montañas que rodean esta ciudad de 300.000 habitantes, ubicada a unos 60 kilómetros al norte de Río de Janeiro.
Hasta el momento, se retiraron más de 300 autos arrastrados por las inundaciones que estaban "esparcidos por la ciudad, bloqueando calles y aceras o lanzados a los ríos", dijo la oficina del alcalde Por último, la tormenta descargó en unas horas la cantidad de agua equivalente a un mes de lluvias sobre la ciudad ubicada al interior de estado de Río de Janeiro. (Télam)
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