Miércoles 24 de abril 2024

Demócratas y republicanos negocian contra reloj

Redacción 24/05/2023 - 00.35.hs

Los negociadores del presidente estadounidense Joe Biden y del líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, seguían debatiendo ayer para lograr un acuerdo presupuestario que impida que el país caiga en default, mientras que la Casa Blanca descartó una solución constitucional a la crisis que implicaría ignorar el tope de la deuda.

 

"He sido muy claro con el presidente desde el día 1: no vamos a aumentar los impuestos. El problema es que Washington gasta demasiado", dijo el republicano en Twitter, donde compartió un video en el que dialogaba con la prensa, después de mantener ayer una reunión con Biden que ambas partes calificaron de "productiva".

 

En tanto, la Casa Blanca informó que Biden no considera invocar la 14º Enmienda constitucional para evitar el impago de la deuda de Estados Unidos.

 

Ampararse en esa enmienda, que según algunos académicos permitiría al departamento del Tesoro ignorar el tope de la deuda, "no solucionará el problema que tenemos ahora", declaró a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

 

Biden dijo días atrás que estaba estudiando la posibilidad de invocar la 14º Enmienda, pero que le preocupaban los daños económicos que podrían producirse mientras se resolvían eventuales impugnaciones legales.

 

Las declaraciones de Jean-Pierre sugieren que está detenido cualquier plan de utilizar un mecanismo constitucional para resolver la crisis de la deuda.

 

La vocera también pareció descartar una prórroga a corto plazo del techo de la deuda para que las partes tengan más tiempo para negociar. Dijo a los periodistas que esa solución "no está sobre la mesa".

 

Incertidumbre.

 

En nueve días, el país corre el riesgo de encontrarse en la situación de no poder honrar sus deudas; un escenario peligroso para la primera potencia mundial.

 

Si el Congreso no eleva para entonces la capacidad del gobierno de endeudarse, Washington no podría reembolsar a los tenedores de bonos del Tesoro estadounidense, ni pagar algunos sueldos a funcionarios ni las pensiones de veteranos, o los servicios sociales, entre otros.

 

Esa insolvencia de Estados Unidos tendría efectos en la economía mundial: generaría pánico y recesión, según analistas.

 

Para aumentar el límite de endeudamiento -actualmente de más de 31 billones de dólares-, los republicanos le exigen a Biden que recorte gastos.

 

La Casa Blanca quiere mantener el nivel actual de gasto y propone gravar a los más ricos y a las empresas más grandes con impuestos más altos, sin tocar las prestaciones sociales ni los grandes proyectos de inversión del presidente. En resumen, aumentar los ingresos del gobierno federal.

 

En esa línea, Biden declaró el lunes que está a favor de reducir el déficit y que considera necesario "examinar los espacios fiscales y asegurarse de que los ricos paguen su parte justa" de impuestos.

 

Los republicanos, en cambio, prefieren recortar el gasto público.

 

Luego de la reunión con McCarthy, Biden aseguró "que el incumplimiento está fuera de la mesa y que la única forma de avanzar es de buena fe hacia un acuerdo bipartidista".

 

El compromiso, según la prensa estadounidense, podría encontrarse en algunas partidas presupuestarias específicas, en una reasignación de los fondos destinados a combatir al Covid-19 y en una congelación de determinados gastos, cuya duración es objeto de un extenso debate.

 

El tiempo apremia, especialmente porque no se trata sólo de que Biden y McCarthy lleguen a un acuerdo entre ellos. Como dijo Biden, ambos tendrán que "vender" el acuerdo a sus respectivos partidos, para que lo aprueben en las dos cámaras del Congreso.(Télam)

 

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