Viernes 26 de abril 2024

Tuvalu, el país que se ahoga lentamente

Redacción 28/12/2023 - 00.19.hs

Tuvalu, una de las naciones que el mar está tragándose como efecto del calentamiento global, recibió una oferta salvadora desde Australia, paradójicamente uno de los mayores exportadores de carbón del mundo. Sin embargo, podría significar una pérdida de soberanía; si firma el acuerdo alcanzado entre ambos gobiernos, este pequeño estado polinesio deberá pedir autorización para firmar acuerdos de seguridad o defensa.

 

El convenio posibilitará que 280 residentes de Tuvalu, un país que se ahoga gradualmente, puedan trasladarse a Australia cada año. A ese ritmo, los 11.000 tuvaluanos tardarían 40 años en abandonar su archipiélago de apenas 16 kilómetros cuadrados, ubicado entre Hawai y Australia. Lamentablemente, los pronósticos científicos sobre la subida del nivel del mar derivada del calentamiento, dejaría inhabitable la isla mucho antes.

 

Cambió la Constitución.

 

Sin éxito, Tuvalu y otras naciones llevans años demandando que las naciones industrializadas reduzcan o eliminen sus emisiones de gases a la atmósfera. En octubre, cambió su constitución para declarar que, aún sin tierra conservará condición de Estado con sus zonas marítimas, y seguirá afirmando su soberanía y ciudadanía. "Como nación, llegamos a la sorprendente conclusión de que ahora existimos para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos a ellos", afirmó el primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano, en la COP28 de Dubai.

 

Desafortunadamente, el acuerdo no obliga a Australia, uno de los mayores exportadores de combustibles fósiles, a adoptar más y mejores medidas contra el calentamiento global, causa principal de los males de Tuvalu.

 

Asunto clave y elecciones.

 

Por eso, garantizar un futuro seguro para sus ciudadanos resulta cuestión clave en las elecciones del 26 de enero de 2024. Aunque todavía no fue formalizada la convocatoria, se espera la inclusión de referéndum sobre el tratado de Unión Falepili ("buena vecindad") con Australia, que ofrece los visados y unos 11 millones de dólares para restaurar la costa, y un compromiso de ayudar a Tuvalu frente a catástrofe natural, pandemia o agresión militar.

 

Sin embargo, también conlleva potenciales costos en materia de soberanía, porque si Tuvalu desea unirse a alguna cooperación en materia de defensa, debería pedir aprobación a Canberra.

 

En círculos diplomáticos, la cuestión es observada como un intento de bloquear a China, de creciente presencia en el Pacífico Sur, especialmente en las Islas Salomón, con quien Pekín firmó recientemente un acuerdo de seguridad, tras obtener reconocimiento diplomático en 2019. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, expresó que su propuesta tiene por objeto "asegurar que las garantías de seguridad de Australia sean efectivas"".

 

"Si Australia quiere ofrecernos una vía humanitaria, la mejor forma es reducir sus emisiones, no abrir más minas de carbón y dejar de exportarlo", dice Enele Sopoaga, líder de la oposición, quien prometió anular el acuerdo si gana las elecciones. "Es una vergüenza que Australia salte repentinamente diga: Tuvalu, puedo ofrecerte una mano salvadora", concluyó.

 

En el metaverso.

 

Simon Kofe, quien fue canciller del actual gobierno, renunció a la ciudadanía australiana y en 2021 se hizo famoso al grabar un mensaje para la COP26 de Glasgow hundido en agua hasta la cintura, coincide con esa posición: aunque "Australia y Tuvalu comparten muchos valores, el país no debería ser involucrado en una lucha geopolítica", advirtió. Durante la Segunda Guerra, estas islas albergaron aeródromos estadounidenses y fueron bombardeadas.

 

Hace un año, Tuvalu anunció públicamente sus planes para crear una versión digital, replicando islas y lugares emblemáticos en el metauniverso. "Nuestra tierra, nuestro océano, nuestra cultura son los bienes más preciados de nuestro pueblo y para mantenerlos a salvo, pase lo que pase en el mundo físico, los trasladaremos a la nube", explicó Kofe.

 

Si la idea se concreta, será el primer país real replicado en el metaverso. Kofe mantiene la esperanza de que su Estado continúe funcionando y sea reconocido internacionalmente. Sin embargo, aunque siete países confirmaron que seguirán reconociéndolo en el metaverso como Estado soberano, la cuestión no está regulada en el derecho internacional.

 

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