Caso Ferreyra: apareció con vida Severo
Severo, de 54 años, fue hallado en la misma zona donde había sido presuntamente secuestrado en la víspera, en la localidad de Sarandí, luego de haber sido buscado intensamente por la Policía bonaerense, informaron fuentes de la fuerza.
Según pudo saber Noticias Argentinas, la Policía investigaba ahora la opción del secuestro y la de la desaparición por voluntad propia, aunque esta segunda hipótesis era la más floja, ya que en el auto hallado al mediodía se encontraron las llaves puestas, los documentos y dinero de Severo.
Intensa búsqueda.
La desaparición de Severo, quien ayer tenía previsto declarar en el juicio que se sigue por el asesinato del militante Mariano Ferreyra, convulsionó a la política nacional y motivó el inicio de una intensa búsqueda sobre su paradero en todo el país.
Severo, que según informó el Ministerio de Justicia no estaba incluido en el Programa Nacional de Protección de Testigos, había sido visto por última vez el miércoles por la noche, cuando salía de su casa de Sarandí para visitar a su nieto, pero nunca llegó a destino.
Con el recuerdo aún fresco de la desaparición del testigo de la represión Jorge Julio López, la noticia disparó una intensa investigación de parte de las autoridades y la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó una búsqueda nacional.
El automóvil.
En las primeras horas de la tarde los investigadores hallaron el automóvil del hombre (un Renault Clio 5 puertas color negro), a cinco cuadras de su domicilio en la localidad bonaerense.
Según indicaron fuentes judiciales, en el vehículo, sobre el que trabajaba personal de la Policía Científica, se hallaron los documentos de Severo, dinero en efectivo y cuatro huellas digitales que no correspondían al entonces desaparecido.
La investigación estuvo a cargo del fiscal Elbio Laborde, de la UFI 3 del Polo Judicial de Avellaneda, quien tomó intervención junto con el jefe de la DDI de La Plata.
Declaración clave.
El testigo, que era trabajador de Ferrobaires, estaba convocado para declarar ayer a las 12.00 ante el Tribunal Oral Criminal N° 21, que confirmó formalmente la ausencia.
Su declaración era considerada "clave", ya que el hombre había detallado haber visto un arsenal de armas en una oficina de la Unión Ferroviaria (UF) días después del crimen y, además, había denunciado una balacera en el frente de su domicilio por su testimonio en la etapa de instrucción.
Sin embargo, no era un testigo directo del asesinato del joven militante del PO, ocurrida el 20 de octubre de 2010, aunque por haber trabajado en Ferrobaires tenía conocimiento de los manejos internos de los ferroviarios.
"Creemos que alguien lo secuestró o algo, él no es de hacer esto", señaló Gastón Severo, hijo del testigo.
"En ningún momento él se hubiera borrado; pongo las manos en el fuego por mi padre", enfatizó el joven, quien recalcó que Severo "estaba súper entusiasmado con ir a declarar hoy (ayer) porque quería que se aclare todo esto", en referencia al asesinato de Ferreyra.
Gastón Severo, que en la jornada se reunió con Cristina Caamaño, funcionaria del Ministerio de Seguridad y ex fiscal del caso, también denunció en declaraciones a la prensa que tras el crimen del militantes del Partido Obrero les "tirotearon la casa",
Desaparición.
Según pudo precisar Noticias Argentinas, el testigo salió el miércoles desde su vivienda, aproximadamente 23.30, con el objetivo de visitar a su nieto, pero nunca llegó a destino.
La denuncia la realizó a las 3.20 su mujer, Silvia Núñez, en la comisaría 6 de Gerli, que luego pasó a manos de Laborde. (NA)
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