Abrieron el celular de un personaje clave

Daniel Garbellini acredita experiencia como funcionario en distintas administraciones macristas. Hasta hace unos días, condujo un área clave que realizaba compras vinculadas a la salud. En los audios que desnudaron el escándalo de coimas en la Andis Diego Spagnuolo lo definió como “un delincuente que me pusieron para manejar la caja”. Esta semana la justicia decidió avanzar con una pericia de su teléfono celular, secuestrado cuatro días después de que se conocieran los audios, una lamentable demora que podría impedir el hallazgo de pruebas o evidencias, como ya ocurrió con el dispositivo de Spagnulo, cuyo contenido nadie sabe si podrá ser recuperado.
Sin embargo, la causa causa judicial abierta para investigar las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que los audios de Spagnuolo dejaron al descubierto, sigue avanzando. Según un artículo publicado en Página/12, la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) abrió y extrajo contenidos del celular de Garbellini, ex director de Acceso a los Servicios de Salud de Andis.
“A mí me me pusieron un tipo que maneja todo lo que es la caja mía: un delincuente”, afirma Spagnuolo en uno de los audios filtrados, en referencia a Garbellini, a quien calidió como encargado de recaudar para Eduardo “Lule” Menem.
El mismo Garbellini entregó a la Datip su celular, encendido y con la clave disponible, pero ya hacía cuatro días que los audios daban vueltas por el mundo. Si bien el protocolo habitual implica que la descarga del contenido sea entregada inmediatamente a la Fiscalía que ordenó la pericia, según Página/12 “en este caso eso todavía no ocurrió”.
El fiscal a cargo de la investigación es Franco Picardi, y Sebastián Casanello es el juez titular del juzgado donde se tramita. Los magistrados no albergan grandes expectativas de hallazgos importantes, a partir de su “colaboración aparente” y el lapso de tiempo transcurrido desde que los audios se filtraron públicamente y la entrega de Garbellini a la justicia. En el teléfono de Spagnuolo, por ejemplo, todos los contenidos fueron borrados antes de que el celular llegara a dependencias judiciales.